"Espa?a es de los primeros pa¨ªses en federalismo fiscal"

Marino Finozzi, (Liga Norte)presidente del Consejo Regional del V¨¦neto (c¨¢mara legislativa de esa regi¨®n italiana) y uno de los asistentes a la Conferencia de Asambleas Legislativas de Regiones Europeas (CALRE), preside tambi¨¦n el grupo de trabajo sobre Federalismo Fiscal que ha puesto en marcha este organismo. En su intervenci¨®n de ayer, se?al¨® que las sentencias sobre los casos de las Azores y el Pa¨ªs Vasco ponen en manos de las regiones europeas "un nuevo dispositivo", que denomin¨® "fiscalidad de ventaja".

Pregunta. ?A qu¨¦ se refiere ese concepto? ?No corre el riesgo de traducirse como fiscalidad de privilegio?

Respuesta. No es un privilegio, sino una responsabilidad que los gobiernos locales pueden asumir para cumplir mejor sus programas electorales. La regionalizaci¨®n vuelve la maquinaria burocr¨¢tica m¨¢s eficiente. Eso permite ahorrar en las arcas p¨²blicas y ese ahorro puede traducirse, bien en m¨¢s servicios, bien en menos carga fiscal en un territorio.

"No se puede matar al corredor veloz para que le alcance el que cojea"

"Cada territorio debe expresar una fiscalidad adecuada a sus necesidades"

P. ?La meta es ahorrar en gasto p¨²blico?

R. No s¨®lo. Hay iniciativas que pueden ser importantes en unos territorios y menos en otros. Aplicando lo mismo a todo el territorio, corremos el riesgo que incentivar iniciativas que algunas partes de ¨¦l no sientan como suyas propias. Mientras que si identificamos concretamente los intereses de los diferentes territorios, ganamos eficacia.

P. ?D¨®nde est¨¢ situada Espa?a en t¨¦rminos de federalismo fiscal?

R. Es uno de los pa¨ªses m¨¢s avanzados, ocupa uno de los puestos m¨¢s altos. Lo considero un sistema federal, sobre todo en lo que ser refiere a los acuerdos entre el Estado central y regiones aut¨®nomas como Pa¨ªs Vaso y Catalu?a, Un federalismo con distintas velocidades, porque hay ¨¢reas preparadas para asumir responsabilidades nuevas y otras que prefieren que sea el Estado central quien les d¨¦ las respuestas.

P. ?De qu¨¦ hablamos exactamente con el t¨¦rmino federalismo fiscal?

R. Pongamos el ejemplo italiano. Los ciudadanos de las regiones del norte tienen un d¨¦ficit fiscal de 3.500 euros entre lo que pagan con sus impuestos y lo que reciben en servicios. Lamentablemente, tenemos la experiencia de haber ayudado al sur de Italia sin haber visto resultados eficientes. Despu¨¦s de 40 a?os de ayudas, la situaci¨®n no s¨®lo no ha mejorado, sino que incluso ha empeorado.

P. ?No puede plantear esto problemas de solidaridad y convenir a regiones ricas, como el V¨¦neto o el Pa¨ªs Vasco, pero perjudicar a las que menos tienen?

R. No est¨¢ escrito en ning¨²n lado que el federalismo signifique ego¨ªsmo o falta de voluntad de ayudar a los dem¨¢s. Lo importante es que quienes ayudan decidan c¨®mo ayudar. No es bueno que la solidaridad se convierta en un derecho adquirido para quien la recibe. No debe ser una obligaci¨®n, sino voluntaria y proveniente del sentimiento. No es una cuesti¨®n de ego¨ªsmo, sino de justicia.

P. Los resortes fiscales que han usado algunos estados como Irlanda, ?pueden y deben usarse tambi¨¦n a nivel regional?

R. S¨ª. La misma herramienta fiscal no puede dar el mismo resultado, por ejemplo, en regiones con estructuras industriales muy diferentes.

P. ?La fiscalidad debe adaptarse a cada regi¨®n?

R. Debe ser el territorio el que exprese una fiscalidad adecuada a sus necesidades y proyectos de desarrollo.

P. ?C¨®mo casa eso con la demanda de armonizaci¨®n fiscal en la Uni¨®n Europea?

R. La armonizaci¨®n es necesaria en los servicios, pero todo lo dem¨¢s debe adaptarse al territorio.

P. ?La homogeneizaci¨®n debe ser s¨®lo para las empresas o tambi¨¦n para otro tipo de impuestos?

R. Para todos: servicios, industria y tambi¨¦n para las familias. Hay que identificar lo que son servicios esenciales y ah¨ª buscar un equilibrio horizontal. Luego, todo lo que un territorio hace de m¨¢s, debe aprovecharse en ese territorio. Un dicho italiano dice que no hay que matar al corredor veloz para que le alcance el cojo.