F¨®rmula para una habitaci¨®n relajante

Localizaci¨®n, localizaci¨®n, localizaci¨®n. Y si no la tiene, se crea. La m¨¢xima de Conrad Hilton sigue vigente en esta avenida donde se suceden en rosario los hoteles creados para la 32? edici¨®n de la Copa Am¨¦rica: Valencia Palace, Westin, Ibis... Y ahora, Hilton.

Su vocaci¨®n cosmopolita no ofrece la menor duda. Aparte de 18 salas de reuniones y otras innumerables instalaciones, el hotel dispone enfrente de todo un Palacio de Congresos proyectado por Norman Foster. Por dentro funciona como una metr¨®poli, anunciada por las dimensiones espectaculares del lobby, los grandes espacios vac¨ªos a uno y otro lado, las escaleras que ascienden a no se sabe d¨®nde, los pasillos kilom¨¦tricos con decenas de puertas de seguridad... Es una m¨¢quina de la era industrial donde los engranajes funcionan a control remoto y cuyos ¨²nicos fallos son inmediatamente corregidos seg¨²n el manual de instrucciones. Incluso cuando el hotel est¨¢ completo, los hu¨¦spedes campan a sus anchas, sin ruidos, gracias a la moqueta gruesa de los suelos y a la ajustada insonorizaci¨®n de todo el edificio. Quien no est¨¢ reunido es que disfruta en ese momento del spa o est¨¢ almorzando en el Bice, el mejor restaurante italiano de la ciudad.

Puede que no guste a muchos su impersonalidad, pero el estilo Hilton sit¨²a el foco en un ideal de confort y ergonom¨ªa a cargo de su equipo internacional de I+D, que ha dise?ado las famosas Relaxation rooms, concepto de habitaci¨®n delimitado por tres zonas: la del descanso, con masajeador facial, corporal, de pies y espalda, aromas de t¨¦ verde e incienso de lavanda, adem¨¢s de lo ¨²ltimo en electr¨®nica de consumo; la zona de trabajo, con escritorio y silla para trabajar ocho horas sin molestias; y el ba?o, con ba?era de hidromasaje, televisi¨®n, ducha antiestr¨¦s, luz natural y productos de aromaterapia de L'Occitane. S¨®lo hay 10 habitaciones as¨ª en el Hilton Valencia, pero el resto no desmerece pese a su insulsa decoraci¨®n en tonos claros y terrosos que atemperan el ¨¢nimo. Y pese a los 22 euros diarios que cuesta estar conectado a Internet o los 23 diarios que hay que pagar para que el servicio de guardacoches se haga cargo del veh¨ªculo y de llevar el equipaje a la habitaci¨®n. Y ya por 750 euros cabe disfrutar de una espl¨¦ndida panor¨¢mica de Valencia desde las plantas 28 y 29, donde se localizan las dos suites presidenciales. Localizaci¨®n, siempre.