?Alemanes, animaos a gastar!
El aumento del consumo ser¨ªa bien recibido por la econom¨ªa mundial
Las noticias procedentes de Alemania, como las de la mayor parte del mundo, son malas. La locomotora de Europa acaba de registrar el segundo trimestre de contracci¨®n y se encuentra, por lo tanto, en recesi¨®n. Y esto se debe a que el resto del mundo ha dejado de ir en coche. Pero la historia alemana tiene un lado bueno. Algunos de los factores que impiden el crecimiento est¨¢n aflojando. Y el prudente Gobierno alem¨¢n est¨¢ ahora en buena posici¨®n para hacer algo respecto a su desaceleraci¨®n, y a la desaceleraci¨®n mundial.
Primero las malas noticias. La recesi¨®n alemana puede ser profunda. La contracci¨®n del 0,5% de la econom¨ªa en el tercer trimestre podr¨ªa f¨¢cilmente ir seguida de grandes ca¨ªdas en trimestres posteriores. El euro ha bajado del absurdo cambio de 1,60 d¨®lares, y eso es bueno, pero Reino Unido y Estados Unidos est¨¢n tambi¨¦n cayendo en la recesi¨®n, y eso no lo es. Y Europa del Este, que crec¨ªa con rapidez y compraba enormes cantidades de bienes de equipo alemanes, est¨¢ sumida en el caos. El mundo empeora en lugar de mejorar. Las exportaciones alemanas tendr¨¢n problemas. Eso podr¨ªa aumentar gravemente el desempleo a no ser que se tomen medidas en el frente interno.
Los consumidores alemanes son criaturas cautas. Alemania tiene un gran excedente comercial, no un monumental d¨¦ficit como el estadounidense o el brit¨¢nico. Y los alemanes tampoco han sido nunca suficientemente incautos como para hacer que se disparen los precios inmobiliarios. El aumento de los precios del petr¨®leo y de los alimentos, y los crecientes tipos de inter¨¦s del Banco Central Europeo los pon¨ªan todav¨ªa m¨¢s nerviosos. Todas esas tendencias intimidatorias empiezan a cambiar ahora. Pero, no obstante, el Gobierno debe actuar.
Como en Reino Unido y Estados Unidos, el Gobierno es un reflejo de la poblaci¨®n, y el Gobierno tiene dinero a mano, con un excedente al que acudir. Por el momento, se ha mostrado t¨ªmido. Angela Merkel, la canciller alemana, anunciaba el 5 de noviembre un conjunto de medidas de 50.000 millones de euros que no bastaban para levantar nada.
El Gobierno deber¨ªa reducir los impuestos. En Alemania, los impuestos sobre las rentas del trabajo son elevados y desincentivan el empleo. Bajarles los impuestos a los perceptores de rentas m¨¢s bajas ser¨ªa justo y probablemente fomentar¨ªa el gasto.
Adelante, alemanes, animaos a gastar un poco. Os toca. Un poco de est¨ªmulo alem¨¢n ser¨ªa willkommen, bienvenue, welcome, bienvenido. El mundo en deflaci¨®n os lo agradecer¨ªa.
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