Entidades sociales promueven un manifiesto sobre la educaci¨®n en Catalu?a
Una cuarentena de instituciones, desde patronales a sindicatos pasando por organizaciones culturales, est¨¢n convocadas el pr¨®ximo 4 de diciembre en Esade para suscribir un manifiesto sobre la educaci¨®n en Catalu?a. No se trata tanto de un documento destinado a corregir una pol¨ªtica educativa ante la inminente discusi¨®n de la ley de Educaci¨®n como a hacer responsables a los agentes sociales de su papel en la educaci¨®n junto a quienes forman parte de la comunidad educativa por definici¨®n: padres, profesores, escuelas... Frente a los datos preocupantes sobre el nivel educativo en Catalu?a, el documento que se est¨¢ elaborando reprocha a la sociedad civil que no ha sabido dar al proceso educativo la valoraci¨®n que se merece ni ha asumido sus responsabilidades en este tema, deleg¨¢ndolas a los profesionales del sector. La idea central del manifiesto es que "educar" no es una tarea exclusiva de unos profesionales.
En las tareas preparatorias del manifiesto se han elaborado una serie de documentos de trabajo encargados a distintos expertos e intelectuales como Victoria Camps, Josep Maria Castellet, Joan Maj¨® y la Fundaci¨®n Jaume Bofill.
En estos textos se recalca la necesidad de la educaci¨®n de los ciudadanos para la buena salud democr¨¢tica de un pa¨ªs. En sus reflexiones apuntan que para reconocer la importancia de la educaci¨®n no basta reforzar la inversi¨®n econ¨®mica, sino que se ha de recuperar el prestigio de la carrera docente y la confianza social en el sistema educativo.
Las cifras sobre inversi¨®n p¨²blica en la ense?anza, fracaso escolar y calidad evaluable ofrecen datos preocupantes sobre Catalu?a. Los tiempos de bonanza econ¨®mica, afirma uno de los documentos, han permitido insertar en el mercado laboral a personas sin el m¨ªnimo nivel educativo, y esto ha aplazado un problema que, ahora, con la crisis, va a manifestarse plenamente. Los trabajos preparatorios destacan, en contra de las ideas m¨¢s comunes, que ni la inversi¨®n ni el incremento de horas de clase, ni la reducci¨®n de la ratio entre alumnos y profesores son recetas por s¨ª mismas eficaces si no se modifica el compromiso de la sociedad con la escuela.
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