El Gobierno sab¨ªa del plan de venta desde septiembre

La venta del 30% de Repsol por parte de SacyrVallehermoso y La Caixa comenz¨® a programarse hace varios meses. Las dos empresas espa?olas, principales accionistas del grupo petrolero, se hab¨ªan puesto de acuerdo en salir de su accionariado y as¨ª se lo hicieron saber al Gobierno en septiembre, cuando se intensificaron las negociaciones.

Los vendedores ten¨ªan distintas razones. Para la entidad financiera catalana, que posee en torno al 12,5% de Repsol, la inversi¨®n formaba parte de las consideradas "maduras", es decir, aqu¨¦llas que ya se consideran amortizadas y cuya venta puede generar importantes plusval¨ªas para otras operaciones.

Para el grupo constructor, propietario del 20%, la raz¨®n principal radicaba en que podr¨ªa obtener unos sustanciosos fondos para enjugar la fuerte deuda que arrastra, superior a los 18.000 millones de euros. Ahora est¨¢ a punto de cerrarse, seg¨²n reconocen todas las partes. El ¨²nico escollo que puede encontrarse es la financiaci¨®n, que se espera salvar despu¨¦s de hablar con las entidades acreedoras de Sacyr.

As¨ª las cosas, se puso el cartel en venta bien a la vista y los gigantes petroleros de todo el mundo comenzaron a cortejar a la empresa espa?ola. No extra?¨®, por tanto, que en la carrera participaran Total, presente en Espa?a a trav¨¦s de la segunda empresa del sector (Cepsa), lo que en caso de compra obligar¨ªa a vender activos; Shell, ausente en la pen¨ªnsula; el grupo italiano ENI, con el que Repsol lleg¨® a hablar en su d¨ªa de fusi¨®n, y varios grupos ¨¢rabes y, sobre todo, rusos. Entre ¨¦stos, estaban Gazprom; la mayor petrolera privada de aquel pa¨ªs, Rosneft; y la segunda, Lukoil.

Los socios espa?oles se pusieron como fecha orientativa para cerrar la operaci¨®n el final de a?o, a sabiendas de que los zarandeos de la crisis podr¨ªan retrasar cualquier decisi¨®n. Precisamente han sido las exigencias impuestas por la crisis, las que han acelerado el proceso. Tras varios contactos con todas las empresas, visitas a los responsables de la sociedad, emisiones de hechos relevantes confirmando algunos extremos de las negociaciones..., la pasada semana se precipit¨® todo con las declaraciones del viceprimer ministro ruso, Alex¨¢nder Khuzov, en su visita a Espa?a. El mandatario de Mosc¨² subray¨® que Gazprom estaba interesado en entrar en Repsol. Lo que dijo era verdad, pero al Gobierno espa?ol no le gust¨® nada que un grupo estatal tomara el control de una empresa espa?ola que precisamente se hab¨ªa privatizado. Se repet¨ªa la historia de la alemana E.ON y Endesa.

Hay quien asegura que hab¨ªa escondida una segunda carta, la de la petrolera privada Lukoil. Es m¨¢s, en el entorno de Repsol sorprendi¨® que se hablara de Gazprom y no de Lukoil, con la que se hab¨ªan entablado contactos m¨¢s estrechos. Posiblemente, el episodio del viceprimerministro ruso fue la causa que precipit¨® la r¨¢pida reacci¨®n de Lukoil y de los accionistas de Repsol.

Las negociaciones, sin embargo, se han intensificado desde septiembre y en ellas han participado directamente los responsables de La Caixa (con Isidro Fain¨¦, su presidente, y Juan Mar¨ªa Nin, su director general, a la cabeza) como con el presidente de Sacyr, Luis del Rivero. En cualquier caso, mientras se revisaban precios y se hac¨ªan los t¨ªpicos tira y afloja de estos casos, no se rompieron los contactos con otros grupos. El Gobierno, informado a trav¨¦s del ministro de Industria, Miguel Sebasti¨¢n, poco pod¨ªa decir sobre la petrolera privada Lukoil tras oponerse a la opci¨®n Gazprom por ser de titularidad p¨²blica. Eso s¨ª, exigi¨® que se mantuviera la espa?olidad de Repsol, a lo que se ha comprometido Lukoil.