La crisis aprieta al cardenal Rouco
Los obispos estudian esta semana c¨®mo frenar el retroceso del catolicismo en Espa?a
La Iglesia cat¨®lica pierde cada a?o en Espa?a a 20.000 fieles, que buscan su camino religioso en otras confesiones. Tambi¨¦n cae el n¨²mero de practicantes cat¨®licos, con un retroceso en dos d¨¦cadas de algo m¨¢s de 20 puntos porcentuales (el 53% en 1980; un 31,6% en 2002). Son 200.000 personas menos cada a?o en las misas dominicales, seg¨²n estudios sociorreligiosos recientes. Esta semana se re¨²ne la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) para estudiar y, probablemente, aprobar un plan para hacer frente a esa crisis. Ha sido elaborado por la Comisi¨®n de Misiones con el nombre de "misi¨®n ad gentes en Espa?a".
Los prelados inician su asamblea el lunes y trabajar¨¢n hasta el viernes. Los preside el cardenal Antonio Mar¨ªa Rouco, que pronunciar¨¢ ma?ana un largo discurso, el primero desde que en marzo pasado volvi¨® a asumir el liderazgo de la CEE.
La recesi¨®n afecta al nuevo sistema de financiaci¨®n del Estado a los obispos
En Espa?a, apenas un 4% de quienes se dicen cat¨®licos son practicantes activos, es decir, van a misa habitualmente, creen en las verdades de su confesi¨®n y adaptan las grandes decisiones de la vida a la predica de sus jerarcas. Son sobre todo mujeres y personas mayores, sin que los obispos encuentren la forma de atraer a los j¨®venes. Del resto de quienes se dicen cat¨®licos, la inmensa mayor¨ªa lo es de manera ocasional. No van nunca a misa o lo hacen por compromiso social: entierros o bodas, en procesiones de Semana Santa, etc¨¦tera. Son lo que el soci¨®logo Juan Gonz¨¢lez Anleo llama "cat¨®licos ocasionales" y "cat¨®licos festivos". Este catedr¨¢tico de la Universidad Pontificia de Salamanca sostiene, sin embargo, que "la minor¨ªa activa de cat¨®licos comprometidos suma un mill¨®n de personas, m¨¢s que ning¨²n partido o sindicato". "Hay que romper el estereotipo. Espa?a sigue siendo cat¨®lica. Negarlo es mala fe", proclama.
Lo que m¨¢s preocupa a los obispos es "la sordera" de los j¨®venes ante el mensaje eclesi¨¢stico. ?A d¨®nde van quienes se alejan de la iglesia en que fueron bautizados? Una peque?a parte termina siendo atea, algunos se refugian en iglesias protestantes y la mayor¨ªa engrosa lo que Gonz¨¢lez Anleo llama "los poscat¨®licos". "No rechazan la Iglesia, pero la encuentran desfasada y anticuada", dice.
?Ser¨¢ capaz la jerarqu¨ªa cat¨®lica de parar ese retroceso? El cardenal Rouco regres¨® en marzo pasado a la presidencia de los obispos con esa misi¨®n, despu¨¦s de un mandato de tres a?os del obispo de Bilbao, Ricardo Bl¨¢zquez. Rouco ya lider¨® la CEE entre 1999 a 2005 y es, junto a los cardenales Antonio Ca?izares (primado de Toledo) y Agust¨ªn Garc¨ªa-Gasco (Valencia), la punta de lanza de una ofensiva que ve en los socialistas a sus principales enemigos. La posible reforma de la ley de Libertad Religiosa, la anunciada ampliaci¨®n de la llamada ley del aborto y la implantaci¨®n este curso de la asignatura de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa son los puntos de mayor fricci¨®n. Pero Gobierno y episcopado llevan meses sin enfrentarse con la acritud con que lo hicieron en los tres a?os pasados. En todo caso, la mayor¨ªa de los obispos sigue pensando que el Gobierno socialista les es hostil porque promueve un "laicismo fundamentalista" que busca arrinconar lo religioso en las sacrist¨ªas.
Otro punto de preocupaci¨®n del episcopado es la crisis econ¨®mica. Varias di¨®cesis reconocen ya un descenso "muy grave" de sus ingresos por el cepillo y donaciones de fieles. Adem¨¢s, la recesi¨®n estalla en el primer ejercicio presupuestario del nuevo sistema de asignaci¨®n tributaria acordado en 2006. El Gobierno increment¨® entonces un 34% el porcentaje que el Estado da a la Iglesia cat¨®lica para su "sostenimiento" mediante la cuota del IRPF de los contribuyentes que expresen ese deseo. El pacto caus¨® gran disgusto en el sector laicista del PSOE y del Gobierno.
El nuevo sistema tiene "car¨¢cter indefinido", es decir, el Ejecutivo socialista renunci¨® a exigir a la Iglesia cat¨®lica su compromiso de autofinanciarse, asumido solemnemente en los acuerdos suscritos con la Santa Sede en 1979. En 2009 Hacienda ingresar¨¢ cada mes en una cuenta de la Conferencia Episcopal algo m¨¢s de 13 millones de euros por ese concepto. Antes del pr¨®ximo 30 de noviembre deber¨¢ efectuarse la liquidaci¨®n provisional. Hacienda y los obispos guardan celosamente el resultado del nuevo sistema en su primera experiencia.
En Espa?a hay 69 di¨®cesis cat¨®licas, m¨¢s el arzobispado castrense. En la asamblea que empieza ma?ana tienen derecho a voto 77 prelados.
Ca?izares se va a Roma
Si el peso de las iglesias locales se midiese por la presencia en Roma, la espa?ola sufre una grave recesi¨®n. Benedicto XVI lo remedia ahora en parte llamando a su lado al cardenal Ca?izares. Ser¨¢ el nuevo prefecto de la Congregaci¨®n de Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, uno de los departamentos de la curia. Con Juan Pablo II lleg¨® a haber hasta tres ministros espa?oles: los cardenales Mart¨ªnez Somalo, Juli¨¢n Herranz y Antonio Mar¨ªa Javierre. Los dos primeros est¨¢n jubilados y Javierre falleci¨® hace un a?o.
Primado de Espa?a desde 2002, Ca?izares tiene 63 a?os y ya trabaj¨® con Benedicto XVI cuando el entonces cardenal Ratzinger presid¨ªa la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe y Ca?izares dirig¨ªa su sucursal en Madrid. Fue entonces cuando amig¨® con el futuro Papa hasta el punto de que se le conoce cari?osamente como "el peque?o Ratzinger". Doctrina de la Fe es como se llama ahora el temible Santo Oficio de la Inquisici¨®n. Su actual viceministro es el jesuita Luis Ladaria, hasta ahora el m¨¢s alto cargo espa?ol en el Vaticano.
Con la marcha de Ca?izares, el Gobierno socialista se libra de uno de los cr¨ªticos m¨¢s agrios, aunque sus informes sobre Espa?a tendr¨¢n ahora un peso mayor en Roma.
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