Los propagandistas tocan a rebato

Los cat¨®licos est¨¢n desanimados y su presencia en la pol¨ªtica espa?ola es muy escasa. Para colmo, el Gobierno socialista los quiere atrincherar en las sacrist¨ªas. Esta es la percepci¨®n de los asistentes, este fin de semana, al congreso Cat¨®licos y Vida P¨²blica, organizado por la Asociaci¨®n Cat¨®lica de Propagandistas (ACdP). Las jornadas bajo el lema Cristo, la esperanza fiable, han convocado a m¨¢s de un millar de personas. Hoy las clausura el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Mar¨ªa Rouco.

El sue?o del sector m¨¢s tradicional del catolicismo espa?ol es reconstruir con todo su esplendor la Asociaci¨®n Cat¨®lica de Propagandistas que fund¨® hace 100 a?os, el 4 de noviembre de 1908, el jesuita ?ngel Ayala. Aquel d¨ªa se reunieron varios congregantes marianos de los Luises para fundar la Juventud Cat¨®lica Espa?ola. El nombre original de la ACdP fue el de Asociaci¨®n Nacional de J¨®venes Propagandistas, y el criterio de selecci¨®n, el talento, las dotes oratorias y el esp¨ªritu. Buscaban "despertar al adormecido catolicismo" de principios del siglo XX. Entre los elegidos destac¨® el santanderino ?ngel Herrera Oria, futuro abogado de Estado, gran promotor de peri¨®dicos y cardenal de la Iglesia romana.

Por impulso de Herrera Oria, hoy en proceso de beatificaci¨®n, nacieron la Editorial Cat¨®lica; la Confederaci¨®n Nacional de Estudiantes Cat¨®licos; la primera escuela de periodismo de Espa?a, vinculada al diario El Debate; los diarios Ya, Hoy de Badajoz y el Ideal de Granada; el Instituto Social Obrero; el Centro de Estudios Universitarios (CEU); la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC); el Instituto Social Le¨®n XIII; la Asociaci¨®n P¨ªo XII de agricultores o la Escuela de Ciudadan¨ªa Cristiana de la Iglesia, entre otros organismos. Hoy, la principal obra de la ACdP es la Fundaci¨®n Universitaria San Pablo-CEU, de la que dependen tres universidades, cinco colegios de primaria y secundaria, varios centros de posgrado, una escuela de magisterio y dos escuelas de negocios.

Durante la larga dictadura franquista, los propagandistas constituyeron una de las familias m¨¢s influyentes del r¨¦gimen. Tras el Concilio Vaticano II, algunos de sus dirigentes, como Joaqu¨ªn Ruiz Jim¨¦nez, se pasaron a la oposici¨®n. Uno de sus miembros, Leopoldo Calvo-Sotelo, fue incluso presidente del Gobierno.

Reducida ahora a lo que el obispo Jos¨¦ S¨¢nchez llama "el jard¨ªn de los domingos", con muchas hojas parroquiales y poco m¨¢s que la pol¨¦mica cadena Cope, la Iglesia cat¨®lica a?ora el empuje medi¨¢tico de sus viejos propagandistas. Cada a?o toca a rebato a sus fieles para que se movilicen. En privado, los nuevos propagandistas sue?an incluso con la creaci¨®n de un partido pol¨ªtico propio. El de este a?o es el d¨¦cimo congreso en el que reclaman que los cat¨®licos espanten sus complejos y se lancen a la conquista de la vida p¨²blica.