Los andaluces regresan a trabajar al campo
Los afiliados al R¨¦gimen Agrario crecen en 11.299 en un trimestre. La crisis de la construcci¨®n, causa del retorno
El campo andaluz no es el Dorado, pero a tenor de las cifras est¨¢ claro que hace menos fr¨ªo que en otros sectores. Tras una tendencia a la baja, que se ha mantenido de modo constante desde el a?o 2002, el n¨²mero de afiliados por cuenta ajena al R¨¦gimen Especial de la Seguridad Social (REASS) ha vuelto a repuntar coincidiendo con el aumento del desempleo en otras actividades, principalmente la construcci¨®n y se sit¨²a en 452.281. Hasta 11.299 han crecido desde agosto a octubre, y seg¨²n un informe de UGT la subida ser¨¢ imparable a lo largo del pr¨®ximo a?o, pues el sindicato estima que unos 80.000 andaluces que se han quedado parados en otros sectores retornar¨¢n al sector agr¨ªcola. El campo, pues, se convierte en refugio ante la crisis, aunque los sindicatos advierten que las condiciones econ¨®micas y sociales no son, ni mucho menos, la panacea.
"Queremos gente que trabaje de forma estable", afirma Asaja
UGT estima que retornar¨¢n 80.000 jornaleros el pr¨®ximo a?o "
"De ferrallista ganaba 1.800 euros, en el campo eso es imposible"
Es preciso ordenar las migraciones interiores", alertan los sindicatos
La agricultura andaluza ha perdido desde 1995 el 40% de sus activos. Desde el a?o 2002 el descenso de afiliados al REASS ha sido de 115.848. Solamente las provincias de Almer¨ªa y Huelva han resistido esa din¨¢mica debido a la llegada de miles de inmigrantes en busca de trabajo en los invernaderos y las fincas freseras. En lo que va de a?o, el descenso ha sido constante hasta el mes de agosto, pero a partir de ah¨ª se produjo una tendencia alcista. Las provincias de Ja¨¦n y Granada son las dos ¨²nicas donde han bajado los afiliados al no computarse a¨²n la incidencia de la campa?a de la aceituna, que arranca en diciembre y que dar¨¢ 20 millones de jornales. Por el contrario, destaca el fuerte aumento registrado en Huelva y Almer¨ªa (esta provincia fue la ¨²nica andaluza en la que no subi¨® el paro el ¨²ltimo mes).
"Prevemos que a lo largo del pr¨®ximo a?o van a retornar al campo andaluz unos 80.000 jornaleros que en su d¨ªa se fueron atra¨ªdos por el boom de la construcci¨®n, muchos de ellos a las provincias del litoral", se?ala Pedro Marcos, secretario de la Federaci¨®n Agroalimentaria de UGT en Andaluc¨ªa. Esta organizaci¨®n ha realizado una prospecci¨®n, seg¨²n la cual la provincia de Sevilla ser¨¢ la que m¨¢s agricultores reciba (20.000), seguida de M¨¢laga y C¨¢diz (15.000), Granada (14.000), C¨®rdoba (10.000) y Ja¨¦n (6.000). En Almer¨ªa y Huelva la variaci¨®n ser¨¢ poco relevante.
Aunque la estad¨ªstica del REAAS ha empezado a repuntar en el ¨²ltimo trimestre, lo cierto es que hace meses que ya se vislumbraba esa tendencia. De hecho, este a?o m¨¢s de 20.000 andaluces acudieron a los sindicatos en busca de un trabajo en la vendimia francesa, aunque s¨®lo 12.000 pudieron acudir. Y el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) ha creado por vez primera un registro, GEA (Gesti¨®n de Empleo Agrario), para que los parados procedentes de otros sectores se inscriban en las campa?as agr¨ªcolas, y la respuesta ha sido contundente: "Se han inscrito 22.000 parados, 15.000 de ellos para la campa?a de la aceituna, y eso que no hemos hecho mucha publicidad", indica Antonio Toro, gerente del SAE, que defiende este instrumento con vistas a regular la oferta y la demanda de las campa?as agr¨ªcolas, al tiempo que se prima la contrataci¨®n de mano de obra aut¨®ctona.
Ahora bien, el dilema que se plantea es saber si el campo puede absorber tal cantidad de mano de obra: "Queremos gente que trabaje de forma fija y estable en el sector, no una avalancha de trabajadores de otros sectores que lleguen a la agricultura como refugio por la situaci¨®n de crisis", asegura Ricardo Serra, presidente de la patronal agraria Asaja, que aboga por la profesionalizaci¨®n del campo andaluz. Pedro Marcos, de UGT, cree que para hacer frente a este aumento de trabajadores agrarios "es preciso ordenar las migraciones interiores". Y para ello pone como ejemplo a Huelva y C¨®rdoba, las dos provincias espa?olas que demandan un mayor contingente de trabajadores extranjeros, la primera de ellas para la campa?a de la fresa y la segunda, para el olivar. Sin embargo, no todas las provincias siguen la misma t¨®nica. Los empresarios de Ja¨¦n, que concentra m¨¢s de la mitad de los jornales de la aceituna, apenas recurren a este sistema de contrataci¨®n que garantiza al temporero los contratos en origen. La consecuencia es la llegada cada a?o de miles de inmigrantes buscando un tajo donde trabajar y sin tener un alojamiento garantizado.
La actividad agraria supone el 20% del empleo industrial en la comunidad, donde existen unas 250.000 explotaciones que generan unos 400.000 empleos. Con todo, el peso del empleo del sector primario en el c¨®mputo general se ha reducido en Andaluc¨ªa en los ¨²ltimos a?os por la p¨¦rdida de activos. Est¨¢ en el 7,7%, por encima de la media espa?ola (4,5%), pero inferior a la de otras comunidades con mayor vocaci¨®n agraria: Extremadura (10,7%), Murcia (10%) y Galicia (8,6%). Seg¨²n el Anuario Agrario de COAG, en la ¨²ltima d¨¦cada el n¨²mero de ocupados en el sector se ha reducido en 153.000 personas en todo el pa¨ªs.
Las consecuencias de la crisis
Del andamio a la aceituna
Por raro que parezca, Carlos Carmona Fajardo, que vive en Fuerte del Rey, un peque?o pueblo cercano a Ja¨¦n rodeado de olivos, es la primera vez, a sus 34 a?os, que ha tenido que emplearse en el campo. Desde muy joven empez¨® a trabajar como ferrallista en la construcci¨®n, una actividad que ha sido su sustento econ¨®mico en los ¨²ltimos a?os. Primero estuvo en Murcia y despu¨¦s en distintas constructoras de Torredelcampo, Mancha Real y Fuerte del Rey. As¨ª hasta el pasado mes cuando la empresa familiar en la que trabajaba junto a sus dos cu?ados, Sebasti¨¢n y Pedro, hizo crack. "Era algo que se ve¨ªa venir, se ha construido por encima de la demanda real y de las posibilidades econ¨®micas de mucha gente hasta que esto ha reventado", dice Carlos, casado y con tres hijos de 12, 8 y 4 a?os.
De este modo, este alba?il jiennense ha tenido que buscarse la vida por lo que m¨¢s cerca ten¨ªa: el campo. Desde hace unos d¨ªas trabaja plantando olivos en una finca cercana a Fuerte del Rey mientras se prepara para la recogida de la aceituna, donde tendr¨¢ otros 40 jornales garantizados. ?Y despu¨¦s? "Ya veremos", exclama Carmona que, es, pues uno de los miles andaluces que ha pasado a engrosar el R¨¦gimen Agrario de la Seguridad Social (REASS) despu¨¦s de muchos a?os en el R¨¦gimen General.
Ahora bien, cree que tienen que cambiar mucho las cosas para que el campo sea su profesi¨®n en el futuro: "De ferrallista sol¨ªa ganar unos 1.800 euros al mes, y eso es algo imposible en el campo como no sea que trabajes dos meses", explica este jornalero, que entiende el ¨¦xodo que el campo ha venido sufriendo en los ¨²ltimos a?os hacia otros sectores m¨¢s lucrativos. De momento, sus ¨²nicos ingresos son los jornales que pueda echar en la agricultura y los poco m¨¢s de 200 euros mensuales que su mujer gana por trabajar unas horas en un comedor escolar.
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