De Vallecas a la alfombra del Festival de San Sebasti¨¢n

Francisco Luque dice que sigue siendo "Paco, el de siempre", pero va por las calles de Vallecas y le llaman a gritos: "?Actor!, ?actor!". A sus 60 a?os ha realizado su primera incursi¨®n en el cine y se ha convertido en el protagonista de la pel¨ªcula Amateurs, el segundo largometraje del director Gabriel Vel¨¢zquez, que puede verse ahora en los cines, tras su estreno en el Festival Internacional de Cine de San Sebasti¨¢n.

All¨ª, en la gran pantalla, Paco es Nieves (Julio Nieves), un viejo amargo y amargado por la soledad. Pero en su barrio de toda la vida es un cachondo mental, un hombre maduro con ganas de comerse el mundo que recibe en su despacho: unos sof¨¢s rojos en una esquina de "el bar de Sin Chan", el camarero de la taberna de Jorge, en la avenida de Buenos Aires. "Me llamo Hich¨¢n", se r¨ªe el hombre que le sirve una cerveza sin alcohol. "Es que es moro", a?ade Paco entre risas, "y nosotros le llamamos Sin Chan". El "nosotros" se refiere a sus colegas del parque de al lado de su casa. Los mismos con los que juega al tute y comenta el mundo todos los d¨ªas, los mismos que salen de refil¨®n en la pel¨ªcula.

"Pas¨¦ de vender biberones con el 'baby boom' a ofrecer condones"

En la gran pantalla, Nieves tambi¨¦n vive en Vallecas, pero es un capataz de obra medio sordo y malhumorado, que prefiere ir a trabajar a quedarse en una casa que se le viene encima. Pero en la vida real, Paco hace ya cinco a?os que se prejubil¨® a conciencia: "Estaba harto de las farmacias, de los farmac¨¦uticos y de los laboratorios y dije que me jubilaba a los 55 y punto. Y as¨ª fue".

Desde los 15 a?os trabaj¨® de auxiliar de farmacia. Comenz¨® llevando los pedidos y, tras sacarse el t¨ªtulo de auxiliar diplomado, acab¨® de comercial: "Pas¨¦ de vender biberones con el baby boom a vender condones, cuando ya no nac¨ªan ni?os", cuenta, resumiendo en una frase la evoluci¨®n de la natalidad de un pa¨ªs entero.

Algo de su esp¨ªritu de vendedor le queda: el desparpajo, cierta chuler¨ªa y un poder de seducci¨®n arrollador. Las mismas cualidades con las que se camel¨® a Vel¨¢zquez el d¨ªa en que se le qued¨® mirando cuando jugaba a las cartas en el parque: "?Te he gustado o qu¨¦?", le increp¨®. A los dos minutos estaba habl¨¢ndole a una c¨¢mara: "S¨®lo salgo si soy el protagonista", vacil¨® al realizador. Y as¨ª fue. En pocos meses Paco ya era Nieves y estaba rodando una pel¨ªcula en la que casi todos son actores amateurs, de ah¨ª su nombre. Sin embargo, la afici¨®n de este jubilado al cine es inexistente: "No me gusta el cine, nunca me ha gustado, la ¨²nica pel¨ªcula que me gust¨® fue Alguien vol¨® sobre el nido del cuco, pero agradezco que mi mujer vea programas de esos rosas", dice.

Paco, al contrario que Nieves, no s¨®lo no est¨¢ solo, sino que vive con Esther, su mujer desde que decidi¨® sentar la cabeza a los 30 a?os, y con sus dos hijos, de 29 y 30, "que son todav¨ªa okupas", comenta. Se levanta temprano, hace la cama, "le recojo la cocina a mi mujer, la llevo y la traigo del trabajo, paseamos por las tardes... Sigo siendo yo, no me he vuelto gilipollas despu¨¦s de pisar la alfombra fucsia de San Sebasti¨¢n ni de firmar aut¨®grafos, aunque me encant¨®". ?Un sue?o de cine? "Trabajar con Pen¨¦lope Cruz".