"?Ra¨²l Castro? Sin romper huevos no se hace tortilla"
Estamos en el barrio chino de La Habana y Pedro Juan Guti¨¦rrez, 58 a?os, se siente como en casa. Los personajes que nos rodean mientras comemos en una terraza son los mismos de sus cuentos y novelas: hay borrachines, buscavidas, jineteras, polic¨ªas y activistas del mercado negro que han sobrevivido a las ¨²ltimas redadas, tambi¨¦n camareros y comerciantes honrados, mientras no se demuestre lo contrario. No todo el mundo va erotizado y con el sexo en ristre como en sus historias, pero el morbo s¨ª est¨¢ presente en andares y miradas.
Hace 10 a?os, Pedro Juan public¨® en Espa?a Trilog¨ªa sucia de La Habana, una recopilaci¨®n de cuentos duros que tuvo gran impacto internacional. "Se ha editado en 18 lenguas y 20 pa¨ªses, ahora la quieren en Suecia, Rusia y Jap¨®n", dice. La comida es justamente para celebrar el aniversario y exorcizar el maleficio que ha impedido que vea la luz en su pa¨ªs. "Yo tengo paciencia, alg¨²n d¨ªa se publicar¨¢...".
El escritor cubano no logra publicar en casa una trilog¨ªa traducida ya a 18 idiomas
Pasa un empleado: "Mejor quiten de ah¨ª la grabadora que se la van a robar".
Trilog¨ªa tiene vigencia absoluta. Seg¨²n Pedro Juan, ello se debe a que "no es una simple memoria del periodo especial, es un retrato de La Habana misteriosa, de la ciudad oculta que est¨¢ ah¨ª y siempre ha estado". Los personajes marginales en que se inspira son los mismos que han existido siempre. "Si yo viviera tres a?os en Espa?a podr¨ªa hacer una trilog¨ªa sucia de Madrid. El problema es que aqu¨ª da picaz¨®n porque se habla mucho del pueblo heroico, y mi literatura choca con esa propaganda".
Est¨¢ en contra de que se haga una "lectura pol¨ªtica" de su obra. Pero se ha hecho. De las nueve novelas que tiene publicadas en el extranjero, s¨®lo tres se han editado en Cuba. Est¨¢ la censura, y tambi¨¦n la autocensura. "Pero uno ha de tratar de correr cada d¨ªa un poquito la frontera del silencio para ayudar a que la gente piense y reflexione".
El chop suey est¨¢ excelente, aunque sus vegetales son de dudosa procedencia. El barrio chino, como todos, ha sido sacudido recientemente por redadas policiales contra el mercado negro, un intento de controlar la especulaci¨®n tras el paso reciente de dos huracanes. "Es una barbaridad: s¨¦ de casos en que le han echado un a?o de c¨¢rcel a alguien por vender unos cartones de huevos". El malestar de la gente crece, y debido a la necesidad, las ilegalidades en vez de disminuir aumentan, dice Pedro Juan.
Los chinos lo arreglaron hace tiempo en su pa¨ªs. Pero en Cuba no acaban de arrancar. "El Gobierno ha de abrir espacios y sentar las bases de una econom¨ªa solvente, si no no hay nada que hacer", piensa Pedro Juan. "Toda situaci¨®n de pobreza material genera miseria moral. La gente tiene que sobrevivir, y si para ello ha de convertirse en delator o en puta, pues lo hace. El problema es que llevamos demasiado tiempo as¨ª". Una de las cosas que m¨¢s le preocupa es el ¨¦xodo constante de gente talentosa que se marcha del pa¨ªs. "Es una sangr¨ªa". Conf¨ªa en la voluntad del Gobierno de Ra¨²l Castro en impulsar los cambios, pero advierte: "No se puede hacer una tortilla sin romper huevos". El tiempo pasa... Y pasa una mulata y nos gui?a un ojo.
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