El milagro de Dubai languidece
El miedo a un 'crash' inmobiliario ahuyenta la inversi¨®n extranjera
Las gr¨²as siguen trabajando las 24 horas del d¨ªa. Los templos del consumo contin¨²an vendiendo los coches m¨¢s potentes, las joyas m¨¢s extravagantes y los caprichos m¨¢s inveros¨ªmiles a un ritmo desconocido en el resto del mundo. Y aprovechando que el clima se suaviza con la proximidad del invierno, los habitantes de esta ciudad Estado inundan las terrazas de cafeter¨ªas y restaurantes. Nada en Dubai, capital mundial del derroche, indica que una crisis financiera est¨¦ sumiendo el planeta en la recesi¨®n. Pero hay signos preocupantes: la Bolsa no deja de caer arrastrada por un sector inmobiliario recalentado.
"No quedan muchos inversores extranjeros", admite Eckart Woertz, director del programa econ¨®mico del Gulf Research Center. Su salida en bloque del mercado ha causado que el valor combinado de todas las compa?¨ªas que cotizan en Dubai haya ca¨ªdo 240.000 millones de d¨ªrhams (unos 5.300 millones de euros) desde junio, un 67% de su valor. Aqu¨ª el problema no viene de las hipotecas basura (inexistentes), sino del temor a un crash inmobiliario y a que las constructoras no sean capaces de refinanciar las deudas de miles de millones que tienen contra¨ªdas.
La mayor promotora ¨¢rabe ha perdido un 81% de su valor en lo que va de a?o
La ca¨ªda de las acciones de Emaar constituye el mejor ejemplo. La mayor promotora ¨¢rabe y compa?¨ªa l¨ªder en la Bolsa de Dubai ha perdido un 81% de su valor en lo que va de a?o. La econom¨ªa de Dubai, uno de los siete miembros de la Federaci¨®n de Emiratos ?rabes Unidos, ha crecido desenfrenadamente en los ¨²ltimos seis a?os impulsada por los altos precios del petr¨®leo, que le han permitido expandir los sectores inmobiliario, financiero y tur¨ªstico. Aunque el oro negro s¨®lo supone el 5% de su PIB, la visi¨®n que ya hace tres d¨¦cadas tuvieron sus dirigentes para diversificar y convertirse en el centro comercial de la regi¨®n ha atra¨ªdo a vecinos m¨¢s ricos en hidrocarburos que han contribuido a financiar ese boom.
Ese clima favorable a la inversi¨®n ha venido alentando la construcci¨®n de numerosas urbanizaciones, hoteles y galer¨ªas comerciales de alto nivel, pero tambi¨¦n de extravagancias, como una de las pistas de esqu¨ª cubiertas m¨¢s largas del mundo en un pa¨ªs que durante varios meses al a?o ronda los 50¡ã C de temperatura. En lugar de competir en los precios, las constructoras buscan distinguirse por ganar terreno al mar, con archipi¨¦lagos artificiales sobre los que levantar sus proyectos, o al cielo, con edificios cada vez m¨¢s altos. La imaginaci¨®n parec¨ªa no tener l¨ªmites. Los beneficios, tampoco.
Bastaba con pedir un pr¨¦stamo por el 10% de se?al requerido para comprar una propiedad todav¨ªa en proyecto, y antes de que llegara el primer vencimiento ya se hab¨ªa vendido con un gran beneficio. No una, sino varias veces, una pr¨¢ctica conocida como flipping, a la que las autoridades pusieron coto el pasado verano. En muchos casos, el valor lleg¨® a multiplicarse por 10 en unos pocos a?os. Mientras hubo cr¨¦dito. La crisis global no s¨®lo ha da?ado la confianza de inversores y consumidores, sino tambi¨¦n reducido las fuentes de financiaci¨®n de los bancos locales.
"Se han acabado los rendimientos del 80%", admite un inversor local, preocupado pero no alarmado por la situaci¨®n. En su opini¨®n, aquellos proyectos que no tengan financiaci¨®n tendr¨¢n que posponerse o cancelarse, pero que todo lo que est¨¦ en marcha va a salir adelante. "Una desaceleraci¨®n casi nos da un respiro porque las cosas iban demasiado deprisa y se estaba creando inflaci¨®n", explica. Adem¨¢s, espera que la crisis sirva para echar del mercado a los especuladores.
Woertz, el analista del GRC, est¨¢ de acuerdo. "Dubai no va a desaparecer. Los precios caer¨¢n hasta un 30%, tal vez m¨¢s, porque la econom¨ªa estaba recalentada; pero si lo hacen de una forma ordenada, incluso ser¨¢ favorable", comenta. En una reciente encuesta, la mitad de agentes inmobiliarios aseguraba no haber vendido nada en el ¨²ltimo mes, pero el 77% se mostraba convencido de que el mercado se recuperar¨¢ en los pr¨®ximos seis meses.
Esa tranquilidad es tanto fruto de la confianza en la solidez del sistema como de la convicci¨®n de que el Estado no va a permitir su derrumbe. De hecho, el Gobierno federal ha inyectado 25.000 millones de d¨ªrhams (500 millones de euros) en el sistema bancario desde el inicio de la crisis financiera. Pero ni ese gesto ni la insistencia de los portavoces oficiales en que tanto el Gobierno de Dubai como las empresas estatales disponen de activos m¨¢s que suficientes para hacer frente a sus deudas (300.000 millones de dirhams) han logrado hasta ahora frenar el desplome de la Bolsa.
Adem¨¢s, si los precios del petr¨®leo caen por debajo de los 50 d¨®lares actuales, tampoco habr¨¢ excedentes comerciales a los que recurrir. Pero, de momento, sigue el espect¨¢culo. -
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