Duelo dial¨¦ctico entre el rockero y el fil¨®sofo
Savater y Fher, de Man¨¢, conversan sobre pensamiento en Guadalajara
El duelo ten¨ªa su morbo. Un fil¨®sofo contra un cantante de ¨¦xito. El espa?ol Fernando Savater contra el mexicano Fher, vocalista del grupo Man¨¢. El lugar elegido -la tarima de un escenario- favorec¨ªa en principio al artista. Las armas -una charla sobre filosof¨ªa- beneficiaban sin duda al escritor. Se dieron la mano, se sentaron en una silla como de cantaor flamenco y recibieron el aplauso del p¨²blico -en su mayor parte muy joven- que llenaba al anochecer la explanada de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Savater hab¨ªa llegado unos minutos antes al lugar del encuentro procedente de su hotel. Lo hizo paseando, a cuerpo gentil. Sin m¨¢s acompa?ante que su agente mexicana. Una escena que hubiese resultado imposible de haberse celebrado el encuentro en su ciudad, San Sebasti¨¢n, donde el fil¨®sofo tiene que ir de un lugar a otro rodeado de escoltas. Aqu¨ª, los guardaespaldas -que tampoco faltan- caminan junto a los escritores de m¨¢s ¨¦xito -Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, Carlos Fuentes, Carlos Monsiv¨¢is- para que sus admiradores no aplasten sus ya fr¨¢giles huesos en un ataque de cari?o. En este pa¨ªs que arde por los cuatro costados por culpa del narcotr¨¢fico a¨²n los escritores tienen el privilegio de hablar en libertad, algo por lo que Savater sigue teniendo que pagar en su pa¨ªs un alto precio diario.
Tampoco ser¨ªa aventurado decir que jam¨¢s Fher se sinti¨® m¨¢s perdido en un escenario. De hecho, un peri¨®dico local dedic¨® una fotograf¨ªa al encuentro junto al siguiente t¨ªtulo: "A Fher, de Man¨¢, le quedaron grandes los zapatos de fil¨®sofo; Savater lo opac¨®". Y eso fue lo que sucedi¨®. El cantante -que toreaba en su ciudad natal- apenas pudo enhebrar dos o tres preguntas con sentido, y m¨¢s de una vez el escritor tuvo que echarle un cable para sacarlo del naufragio. "?Y filos¨®ficamente c¨®mo te consideras?", pregunt¨® Fher. Y Savater respondi¨®: "Yo no soy un fil¨®sofo con may¨²sculas. Soy un profesor de filosof¨ªa. Un intermediario entre los grandes fil¨®sofos y el p¨²blico. Mi cualidad es que explico bien las cosas, y las explico bien porque soy muy ignorante. No s¨¦ si te has dado cuenta, pero los grandes sabios no saben explicar bien las cosas. Y eso es a lo que me dedico yo, a ser un intermediario".
El escritor, que ya hab¨ªa protagonizado el s¨¢bado un encuentro con la periodista mexicana Carmen Aristegui, no tard¨® en meterse en el bolsillo a la audiencia, que tal vez en su mayor¨ªa se hab¨ªa acercado a la explanada de la feria seducida por el ¨ªdolo de Man¨¢. Habl¨® de la situaci¨®n de M¨¦xico -"el problema no es que haya abusos o corrupci¨®n, sino que haya impunidad"-, de Venezuela -"hay que respetar las decisiones de los ciudadanos, pero tambi¨¦n hay que decir que, en democracia, un gobernante no puede lanzar discursos como si fuera enemigo de su pueblo"-, de la principal cualidad que separa a los animales del hombre: "La capacidad y la necesidad de elegir".
Y, precisamente, la necesidad de elegir impera cada d¨ªa en la feria, donde los acontecimientos se suceden, solap¨¢ndose a veces, a un ritmo vertiginoso. Uno de los momentos m¨¢s esperados ayer era la decisi¨®n del jurado del cuarto premio Tusquets de novela. Los periodistas guardaron silencio cuando Beatriz de Moura dio a conocer la decisi¨®n del jurado, compuesto por los escritores Juan Mars¨¦, Almudena Grandes, Jorge Edwars y ?lmer Mendoza.
-Y el ganador del premio es...
Nadie. Como ya sucedi¨® hace dos a?os, Tusquets piensa que, de las 427 novelas presentadas, ninguna se merece el premio. "Hasta la primera mitad del texto", explic¨® ?lmer Mendoza, "hab¨ªa novelas estupendas, pero en la segunda mitad se perd¨ªan todas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.