Hora de quinielas

Hay acad¨¦micos del cine sorprendidos por la variada y buena oferta de pel¨ªculas espa?olas sin estrenar que est¨¢n viendo estos d¨ªas. El pr¨®ximo d¨ªa 10 acaba el plazo para votar sus candidaturas a los Goya 2008, y los acad¨¦micos que de verdad ven todos los largometrajes no dan abasto. Esperpentos, de Garc¨ªa S¨¢nchez, M¨®nica del Raval, de Francesc Betriu, Retorno a Hansala, de Chus Guti¨¦rrez, o El juego del ahorcado, de G¨®mez Pereira, son algunos de los t¨ªtulos de los que apenas hab¨ªan o¨ªdo hablar aunque sean de directores consagrados, y que les est¨¢n gustando. Como tambi¨¦n pel¨ªculas de nuevos en la plaza: Nevando voy, dirigida al alim¨®n por Candela Figueira y Maitena Muruzabal con s¨®lo 15.000 euros de presupuesto, o 25 quilates, de Patxi Am¨¦zcua, ambas premiadas en el festival de Tudela. Va a ser cierto lo que alguien augur¨®: lo mejor del cine espa?ol del a?o est¨¢ a¨²n por venir. Naturalmente, hay m¨¢s t¨ªtulos interesantes que no caben en esta rese?a.

Los datos oficiales del ministerio aseguran que este a?o se ha visto m¨¢s cine espa?ol que en 2007, pero no por ello todo el mundo est¨¢ contento. Algunos disienten porque la pel¨ªcula m¨¢s vista, Los cr¨ªmenes de Oxford, de ?lex de la Iglesia, fue rodada en ingl¨¦s, fuera de Espa?a y con actores extranjeros, lo que no deja de ser una bobada; otros, mejor dicho, otras, porque el 90% de esas pel¨ªculas han sido dirigidas por varones. Las mujeres cineastas se han reunido en un congreso para reclamar mayor parte del pastel. Seg¨²n la vicepresidenta del Gobierno, "falta una mirada femenina en el cine", y con ese motivo ha prometido ayudas para que las mujeres intervengan m¨¢s en el cine. Tampoco est¨¢n contentos los productores, ni los distribuidores, ni nadie. Es el pa¨ªs de los descontentos y descontentas.

Y sin embargo, tacita a tacita, surgen de vez en cuando buenas pel¨ªculas, que luego, desgraciadamente, la maquinaria del negocio audiovisual maltrata. ?se es el problema real. Nevando voy, por ejemplo, modest¨ªsima pel¨ªcula dirigida por dos mujeres, pas¨® por muy pocas pantallas y gracias al tes¨®n de sus intr¨¦pidas autoras. Si no se da aire a las nuevas propuestas, sean femeninas o masculinas, nada valdr¨¢ la pena. No s¨®lo deber¨ªa tratarse de rodar m¨¢s pel¨ªculas sino de cuidarlas en el mercado, y ah¨ª fallan todos y todas.