Los New York Dolls recuperan en Santiago su repertorio cl¨¢sico

Si los Rolling Stones se hubieran hecho viejos sin salir del garaje, probablemente se habr¨ªan convertido en algo parecido a los New York Dolls. Y Mick Jagger habr¨ªa engordado algunos kilos m¨¢s que David Johansen, el flaco cantante de las Mu?ecas de Nueva York que, anteayer en la Sala Capitol de Santiago de Compostela, luci¨® palmito y una bronca voz de gritador de rocanrol. Durante hora y media, la que transcurri¨® entre Babylon (el tema que abr¨ªa su segundo disco en 1974) y un segundo bis perteneciente a su retorno discogr¨¢fico de 2006, los Dolls demostraron a un p¨²blico que no llenaba el local el aceite que sigue engrasando sus guitarras.

Pero los New York Dolls de esta temporada resultan apenas un espectro de los originales. Hace tiempo que un 60% de la banda no existe -Johnny Thunders y Jerry Nolan murieron en 1991; Arthur Kane en 2004-: s¨®lo Johansen y el jovial guitarrista Sylvain Sylvain sobrevivieron a la etapa inmediatamente anterior al nacimiento del punk neoyorquino. Y el grueso del repertorio desplegado en la capital gallega, y en escenarios de medio mundo desde que Morrisey los instase a reunirse en 2004, pertenece a sus dos elep¨¦s cl¨¢sicos: el hom¨®nimo de 1973 y Too much too soon.

Los Dolls de esta temporada son una versi¨®n: el 60% del grupo ya no existe

El bajista Sam Yaffa, antes en los finlandeses Hanoi Rocks, el guitarrista Steve Conte y el bater¨ªa Brian Delaney completan ahora a los New York Dolls. Pero, a un lado el impert¨¦rrito Johansen, fue el embarullado castellano de Sylvain quien protagoniz¨® la velada. "?Conoc¨¦is a Bo Diddley?", pregunt¨® a la audiencia, y ante la fr¨ªa respuesta, se contest¨®: "Ten¨¦is que volver a la escuela del rocanrol". Entonces, los Dolls atacaron Pills, la versi¨®n del afroamericano que inclu¨ªa su debut, en uno de los momentos altos del concierto. Las guitarras retumbaban con el mismo sonido que los hizo populares y precursores punk en la Nueva York de los 70. Hubo quien perdon¨®, as¨ª, la reinterpretaci¨®n del popular Piece of my heart, de Janis Joplin, habitual en los bolos de los nuevos New York Dolls.

Los cl¨¢sicos tampoco se hicieron de rogar y uno a uno cayeron Looking for a kiss, Trash, Private world, Human being, Stranded in the jungle... La sombra del blues, al que Johansen se arrim¨® en su carrera en solitario, plane¨® en los interludios l¨²dicos de una actuaci¨®n, la segunda de la banda en Galicia -en agosto de 2007 aparecieron en A Coru?a-, que acab¨® en Personality crisis, la canci¨®n que abr¨ªa su primer disco. El c¨ªrculo se cerraba y aunque el grupo regres¨® una vez m¨¢s al palco de la Capitol, no superaron el espeso guitarreo de la Crisis de personalidad.

La fiesta contin¨²a hoy en la Capitol con el primer concierto en Galicia de John Cale. El m¨²sico gal¨¦s, de 66 a?os, cerebro arty de The Velvet Underground, alternar¨¢ los temas de Circus Live (2007), el doble disco que recoge grabaciones en directo m¨¢s o menos recientes, con canciones de su carrera en solitario, exprimida desde 1970 en ¨¢lbumes tan dispares como Vintage Violence, Paris 1919, Slow Dazzle o el recopilatorio orquestal Fragments of a rainy season.

Dividido entre su faceta de productor, m¨²sico seminal y antiguo terrorista cultural, Cale llega a Espa?a de la mano de Last Tour Internacional. La promotora vasca quiso mantener en secreto el cach¨¦ actual de Cale. "Al m¨²sico no le gustar¨ªa nada que se supiera", alegan.