La historia de un atracador llamado O. J. Simpson
El c¨¦lebre deportista, que se libr¨® hace 13 a?os de ir a la c¨¢rcel por homicidio, cumplir¨¢ condena por robo y secuestro
"Lo siento. No quise hacer da?o a nadie. No sab¨ªa que estaba haciendo nada malo". Con estas palabras quebradas, una escenograf¨ªa acorde con el personaje y una condena de c¨¢rcel, se ha corrido temporalmente el tel¨®n sobre la historia judicial m¨¢s medi¨¢tica que ha vivido Estados Unidos en dos d¨¦cadas.
Hace 13 a?os, la rutilante ex estrella del f¨²tbol americano O. J. Simpson se sent¨® en el banquillo acusado de haber asesinado a su ex mujer y a la pareja de ¨¦sta. Un jurado lo absolvi¨® penalmente en un juicio plagado de irregularidades, pero en 1997, en una demanda civil, se le oblig¨® a reparar a los herederos de las v¨ªctimas. Incomprensiblemente, era inocente y tambi¨¦n culpable a los ojos de la justicia.
Simpson, de 61 a?os, podr¨ªa estar entre rejas nueve a?os como m¨ªnimo
A?os despu¨¦s, Simpson, el que en los a?os 70 se convirti¨® en una especie de novio de Am¨¦rica, nombrado como el jugador m¨¢s valioso de la Liga Nacional de F¨²tbol en 1973, parece que ir¨¢ finalmente a la c¨¢rcel.
El viernes pasado, una juez de Las Vegas lo conden¨® a pasar al menos nueve a?os entre rejas por secuestro y robo a mano armada. Eran otros hechos. Pero ante los ojos de los estadounidenses que nunca creyeron en su inocencia, se estaba haciendo justicia retrospectiva.
Si las apelaciones que ya han anunciado sus abogados no le son favorables, Simpson, de 61 a?os, podr¨ªa pasar un m¨ªnimo de 9 a?os y un m¨¢ximo de 33 en prisi¨®n.
La sombra de los asesinatos de Nicole Brown y Ronald Goldman plane¨® sobre todo el proceso. La hermana de Goldman escuch¨® la sentencia dentro de la sala con l¨¢grimas en los ojos, como si la juez, Jackie Glass, estuviera hablando de la muerte de su hermano. Glass dedic¨® gran parte de su discurso previo a la lectura de la condena a precisar que no era eso lo que se juzgaba. Pero, a pesar de sus palabras, en la cabeza de los norteamericanos hab¨ªa mucho m¨¢s en juego que la violenta entrada de Simpson en un hotel para recuperar algunos objetos que, seg¨²n ¨¦l, le pertenec¨ªan. El caso despierta inter¨¦s por el pasado: el veredicto de 1995 fue visto en directo por m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n norteamericana. Fue el evento televisado con m¨¢s audiencia de la historia, "el juicio del siglo".
Ten¨ªa todos los elementos para serlo. Una ex estrella de la naci¨®n es acusado de matar a sangre fr¨ªa a su ex mujer, de la que se hab¨ªa divorciado dos a?os antes con acusaciones de malos tratos de por medio, y a su nueva pareja. Fueron asesinados una noche de junio de 1994, con casi 20 pu?aladas cada uno, en la casa de la ex esposa, Nicole Brown, en Los ?ngeles. Los dos hijos comunes de Brown y Simpson dorm¨ªan en el piso de arriba.
Sus abogados anunciaron que se iba a entregar cinco d¨ªas despu¨¦s, pero Simpson no apareci¨®. Dej¨® una nota para los medios de comunicaci¨®n que parec¨ªa de suicidio, y en la que negaba su participaci¨®n en los hechos. La polic¨ªa comenz¨® a buscarlo. El d¨ªa acabo con una persecuci¨®n de pel¨ªcula: Simpson conduciendo mientras se apuntaba a la cabeza con una pistola seguido por coches de polic¨ªa y helic¨®pteros.
Finalmente acab¨® rindi¨¦ndose. Aparte del arma ten¨ªa 8.000 d¨®lares y un bigote y una perilla postizos.
El juicio fue un espect¨¢culo con denuncias de irregularidades y dos comunidades divididas. Los blancos parec¨ªan creer en su mayor¨ªa que era culpable mientras la comunidad afroamericana sosten¨ªa que era v¨ªctima del racismo. Un jurado de mayor¨ªa negra lo absolvi¨®, pero un juez civil lo conden¨® dos a?os despu¨¦s. Por si no hab¨ªa suficiente carne medi¨¢tica, Simpson escribi¨® en 2006 un libro, Si lo hubiera hecho, planteando la hip¨®tesis de c¨®mo habr¨ªa matado a Brown y a Goldman. La familia de ¨¦ste ¨²ltimo se hizo con los derechos despu¨¦s de que se prohibiera su venta y lo pusieron en circulaci¨®n como prueba de culpabilidad.
Ahora lo han condenado por llevarse, pistola en mano, centenares de objetos relacionados con su carrera deportiva que sostiene que le hab¨ªan sido robados. La juez fue implacable: "Fueron unos hechos muy violentos, hab¨ªa pistolas, y las pruebas son abrumadoras". Simpson negaba con la cabeza. Antes hab¨ªa pedido perd¨®n hasta cuatro veces con la cara desencajada.
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