Eurovi?eta: ?estamos a¨²n a tiempo?

Puede permitirse un pa¨ªs como Espa?a renunciar a aplicar un sistema de tarifas por uso de las infraestructuras viarias que s¨ª van a aplicar, en su gran mayor¨ªa, el resto de pa¨ªses de la Uni¨®n Europea? ?Cu¨¢l es el modelo de sostenibilidad de la red viaria por el que optar¨¢ Espa?a en un entorno marcado por la ausencia de los fondos estructurales europeos, a los que ya no tendremos acceso, y por una menor disponibilidad de recursos p¨²blicos que deber¨¢n orientarse a necesidades prioritarias en el campo de la salud, la educaci¨®n, las pol¨ªticas sociales o la seguridad? ?Creemos de verdad todav¨ªa que hay infraestructuras gratuitas?

De no avanzar conjuntamente con nuestros socios europeos en el dise?o de un modelo coherente y consistente que determine los criterios bajo los cuales los distintos elementos que estructuran nuestra red viaria -v¨ªas de largo recorrido y corredores europeos, red de proximidad y ¨¢reas metropolitanas- deben ser de pago o no estaremos ante una oportunidad perdida. La directiva europea Eurovi?eta -que Espa?a, por el momento, ha decidido no aplicar- es un primer y decisivo paso que acomete la Uni¨®n Europea para fijar homog¨¦neamente estos criterios en el ¨¢mbito de los veh¨ªculos pesados y asegurar que los principios de equidad y sostenibilidad, reflejados en los conceptos de quien contamina paga y quien utiliza paga, contribuyen al desarrollo y mantenimiento de una red de movilidad y transporte eficiente y competitiva.

La directiva trae un mayor equilibrio al tr¨¢fico de camiones y en Espa?a puede ser un elemento vertebrador

La renuncia a aplicar la nueva directiva intensificar¨¢, ahora a escala europea, la inequidad y el agravio territorial que la falta de un modelo arm¨®nico ha provocado en el ¨¢mbito de las v¨ªas de pago en Espa?a. Nos enfrentaremos, adem¨¢s, a la paradoja de que, mientras los transportistas espa?oles y no espa?oles circular¨¢n libremente -sin pagar- por la red de autov¨ªas espa?olas financiadas por los presupuestos p¨²blicos, todos nuestros transportistas deber¨¢n pagar por circular por el resto de pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, contribuyendo, ellos s¨ª, al sostenimiento de la red viaria de los pa¨ªses por los que circulen.

La directiva comunitaria busca un sistema que permita hacer sostenible a largo plazo unas infraestructuras que, como consecuencia principalmente del transporte de mercanc¨ªas, tienden a un deterioro de los niveles de servicio. Abunda, adem¨¢s, en la equidad del principio de internalizaci¨®n de todos los costes operativos ("quien usa paga") por parte de aquellos sectores -en este caso, el del transporte- que desarrollan una actividad econ¨®mica y de prestaci¨®n de servicios a cambio de una contraprestaci¨®n.

En segundo lugar, el sistema introduce una compensaci¨®n por los mayores costes de las externalidades negativas producidas por la emisi¨®n de gases contaminantes ("quien contamina paga"). Y en tercer lugar permite alcanzar un sistema equilibrado entre las diferentes regiones europeas que, entre otras cosas, mantenga un nivel coherente de competitividad en el sector, siendo trascendental para los pa¨ªses perif¨¦ricos.

Un sistema de tarificaci¨®n por uso es una fuente de ingresos para el Estado derivado de un uso espec¨ªfico de un bien p¨²blico. Como en otros servicios o bienes p¨²blicos, permite una aplicaci¨®n espec¨ªfica para el mantenimiento sostenible de los bienes utilizados, en este caso, infraestructuras viales, que sin duda beneficia y aumenta la productividad, y en consecuencia, la competitividad de la red. La opci¨®n por la aplicaci¨®n de la directiva Eurovi?eta permitir¨ªa liberar una parte de aquellos impuestos que, pagados por todos, sufragan un sector susceptible de explotaci¨®n econ¨®mica. No olvidemos que las infraestructuras en las que no hay pago espec¨ªfico por uso (peaje directo, por ejemplo) no son gratuitas, sino que son pagadas por todos los contribuyentes, sean ¨¦stos espa?oles o del resto de pa¨ªses de la Uni¨®n Europea.

El sector del transporte en Espa?a debe afrontar un proceso de reestructuraci¨®n, cuya necesidad se evidencia en las distintas, y peri¨®dicas, movilizaciones de los transportistas. ?Puede el sector del transporte ilusionarse con una decisi¨®n, como la de no aplicar la directiva europea, que podr¨ªa ser una oportunidad ¨²nica para apoyar estas pol¨ªticas de reestructuraci¨®n y "refundaci¨®n" de un sector realmente competitivo?

Los fondos que se recaudasen por la tarificaci¨®n por uso podr¨ªan ser destinados al sector del transporte como fuente de financiaci¨®n del proceso de reestructuraci¨®n. De esta manera, se facilitar¨ªa el ejercicio de una actividad trascendente para el desarrollo econ¨®mico y con niveles superiores de seguridad.

Un aspecto fundamental en el que la Eurovi?eta permite avanzar es la armon¨ªa del sistema de infraestructuras viales, que hoy d¨ªa presenta importantes desequilibrios en el territorio como consecuencia de las diferentes pol¨ªticas de precios, peajes -directos o en sombra- y tasas aplicadas seg¨²n las distintas regiones y comunidades aut¨®nomas.

Son numerosos los ejemplos que concretan esta falta de definici¨®n de un concepto homog¨¦neo y coherente para nuestra red viaria. Por ejemplo, el Eix Transversal, que se ha convertido en variante de un eje transeuropeo que une Europa con el interior de la Pen¨ªnsula, o la construcci¨®n de la autov¨ªa A-7 entre Valencia y Tarragona, paralela a la existente AP-7, en un corredor en el que el stock de infraestructuras viarias est¨¢ claramente sobredimensionado y no responde a la demanda ni actual ni futura de tr¨¢fico, son algunos ejemplos de la p¨¦rdida de esta funci¨®n inicial, as¨ª como de la ineficiencia en la aplicaci¨®n de unos recursos p¨²blicos y, por su propia naturaleza, escasos.

Estos corredores de conexi¨®n europea duplicados generan un desequilibrio trascendente, al ser preferida la v¨ªa libre de peaje frente a la autopista, con fuertes impactos sobre los niveles de servicio de las autov¨ªas paralelas, mayor congesti¨®n y emisi¨®n de gases contaminantes, disminuci¨®n de la seguridad vial y mayor deterioro de la infraestructura vial.

Queda claro que la Eurovi?eta permitir¨ªa un equilibrio m¨¢s adecuado al tr¨¢fico, en particular de camiones, siendo as¨ª un elemento vertebrador de un cambio trascendente para nuestro pa¨ªs. Estos aspectos, unidos a la actual crisis econ¨®mica y d¨¦ficit p¨²blico, permitir¨ªan imponer una racionalidad econ¨®mica que finalmente se traducir¨ªa en un sistema arm¨®nico y sostenible a largo plazo, sin recurrir a aumentos impositivos, y en una mayor eficiencia econ¨®mica.

Jos¨¦ Luis Feito es presidente de ASETA y presidente de las comisiones de Econom¨ªa y Fiscal de la CEOE.