Atrevimiento suicida
Si el atrevimiento, visto ¨¦ste como simple huida de lo acomodaticio, de la generalidad y de la reiteraci¨®n tem¨¢ticas, fuera el ¨²nico axioma a valorar ante el estreno de Su majestad Minor, nuevo trabajo del veterano director franc¨¦s Jean-Jacques Annaud, la l¨ªnea ascendente se saldr¨ªa del gr¨¢fico. Hac¨ªa tiempo que no ve¨ªamos una pel¨ªcula tan ins¨®lita, tan temeraria, tan juvenil en el sentido m¨¢s rebelde de la palabra. Eso s¨ª, como s¨®lo con la valent¨ªa no se alcanza la gloria en el arte y el espect¨¢culo, quiz¨¢ haya que aclarar que el trapecista Annaud, tras intentar un triple mortal y medio con los ojos vendados, ha ca¨ªdo espachurrado contra el suelo.
Bosques mitol¨®gicos, s¨¢tiros de inimaginable potencia sexual, seres mitad hombres-mitad cerdos, centauros, bardos enamorados, doncellas ad¨²lteras, dioses paganos... Desde luego, no estamos ante los habituales pobladores del cine de hoy. Y m¨¢s si se mezcla la narrativa elocuente de un poeta con la fogosa palpitaci¨®n de un lascivo, que es lo que ha hecho el guionista habitual de Annaud, el ya fallecido G¨¦rard Brach (mortalmente enfermo cuando escribi¨® la historia). El problema radica en que, m¨¢s all¨¢ de la dificultad de llevar a buen puerto relatos tan extravagantes, nunca hay una l¨ªnea argumental clara.
SU MAJESTAD MINOR
Direcci¨®n: Jean-Jacques Annaud.
Int¨¦rpretes: Jos¨¦ Garc¨ªa, Vincent Cassel, Sergio Peris-Mencheta, M¨¦lanie Bernier.
G¨¦nero: comedia. Francia-Espa?a, 2008.
Duraci¨®n: 101 minutos.
La pel¨ªcula es una continua divagaci¨®n sin pespunte alguno que lleve a hilvanar con cierta coherencia las haza?as de sus protagonistas, y ¨¦stas, m¨¢s que hilaridad o sorpresa, lo que acaban provocando es cierto sonrojo. Visualmente m¨¢s parecida a una aventura de la saga de Ast¨¦rix que al esteticismo paisaj¨ªstico de El oso, Su majestad Minor, coproducida con nuestro pa¨ªs, es un (valiente, suicida) resbal¨®n en la carrera de un cineasta que ya hab¨ªa demostrado tener cierto toque para la epopeya natural (En busca del fuego, El oso). En este filme, sin embargo, se acerca mucho m¨¢s a lo grotesco que a lo inaudito.
Babelia
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