"Estoy orgullosa de mi hijo"
Miren Itxiar, madre del jefe de ETA detenido el lunes, es concejal del mismo ayuntamiento que Froil¨¢n Elespe, presuntamente asesinado por su hijo
La comprensi¨®n con la violencia terrorista y la indignaci¨®n por las muertes causadas por ETA son actitudes antag¨®nicas que se miran de frente en el sal¨®n de plenos del Ayuntamiento de Lasarte-Oria (Guip¨²zcoa). En esos 160 metros cuadrados ejerc¨ªa como concejal socialista Froil¨¢n Elespe, asesinado por dos balas de ETA el 20 de marzo de 2001, un crimen del que Aitzol Iriondo, detenido el pasado lunes tras 21 d¨ªas al mando de la banda terrorista, es el principal sospechoso, seg¨²n las Fuerzas de Seguridad del Estado. En esa misma sala, el hermano de Iriondo, Zigor, se neg¨® a condenar el atentado como concejal de Euskal Herritarrok. Y en la mesa que vio a Zigor enmudecer se sienta ahora la madre de ambos, Miren Itxiar Iartza, como concejal de ANV. En el pleno que abord¨® la disoluci¨®n del grupo de ANV en julio pasado, ella no dud¨® un segundo su respuesta cuando alguien le recrimin¨® que su hijo fuese un etarra. "Estoy orgullosa de mi hijo", exclam¨®, seg¨²n varios testigos presenciales.
La comprensi¨®n en el ¨¢mbito familiar con la violencia terrorista es uno de los motivos de que perdure ese lacra. Y quienes se sienten amparados, se permiten fulminar con la mirada a los que piensan de forma distinta, pegan una y otra vez pancartas con esl¨®ganes como "la represi¨®n no es el camino, dejad a la juventud vasca en paz", para protestar contra la detenci¨®n de alguien como Aitzol Iriondo, a quien se le atribuyen varios asesinatos.
La formaci¨®n recibida en una de las ikastolas del municipio no hizo en ning¨²n momento de contrapeso frente a referentes como el t¨ªo materno, Jos¨¦ Mar¨ªa Iartza Etxenike, miembro de ETA condenado a 155 a?os en los 70 por participar en secuestros y atentados (eludi¨® gran parte de su condena gracias a la Ley de Amnist¨ªa de 1977). Del padre de los Iriondo, los vecinos no cuentan demasiado. Al parecer, a?os atr¨¢s, el matrimonio se divorci¨®.
"Creo que hay gente irrecuperable para la sociedad despu¨¦s de a?os inmersos en la cultura de la violencia. Hay que ser conscientes de ello. Es dram¨¢tico que la madre del supuesto asesino est¨¦ en la corporaci¨®n", afirma la alcaldesa de Lasarte-Oria, la socialista Ana Urchuegu¨ªa. Aunque desde que, con la disoluci¨®n de su grupo municipal, perdieron su oficina en el tercer piso del Ayuntamiento, los de ANV s¨®lo hacen apariciones a cuentagotas, la alcaldesa se muestra preocupada por lo que puede pasar el pr¨®ximo jueves, en el primer pleno municipal tras la detenci¨®n de Iriondo. D¨ªas atr¨¢s, tuvieron un anticipo cuando abordaron los preparativos de las fiestas de San Pedro del pr¨®ximo a?o: "Los representantes de las txosnas [casetas] que recaudan dinero para los presos fueron dur¨ªsimos exigiendo espacios. Y claro, el consejal de Fiestas les dijo que no". Uno de los que llev¨® la voz cantante en la discusi¨®n fue el hermano menor de Iriondo, Be?at, detenido en octubre de 2001 por intentar colocar un explosivo casero formado por tres bombonas de camping-gas y l¨ªquido inflamable.
El voto secreto cobra m¨¢ximo sentido en situaciones como la que perdura en Lasarte y otras localidades vascas. El ¨²nico edil del PP en el municipio, Jos¨¦ Angel Encinas, de 33 a?os, reconoce que no recuerda que ninguno de sus 800 votantes se le haya presentado como tal. El miedo al acoso de la izquierda abertzale les influye, afirma. El representante del PNV en el consistorio, Juan Mar¨ªa Iradi, no quiso responder a las preguntas de este peri¨®dico, que tambi¨¦n intent¨®, sin ¨¦xito, contactar tanto a trav¨¦s del Ayuntamiento como de una familiar, con la madre de los Iriondo.
Y aunque el temor persiste, cada vez son menos los radicales que salen a la calle para defender a los violentos. El mi¨¦rcoles pasado, una marcha recorri¨® otra vez la localidad con gritos de "Aitzol askatu [liberad a Aitzol]". A?os atr¨¢s, un acto similar habr¨ªa congregado a centenares de personas en este pueblo de 18.000 habitantes; el mi¨¦rcoles, apenas llegaban a los cincuenta.
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