An¨¦cdotas propias de follet¨ªn
El estado de numerosos juzgados andaluces podr¨ªa ser pasto de follet¨ªn. Al mayor edificio administrativo de Andaluc¨ªa, la Ciudad de la Justicia de M¨¢laga, le fue diagnosticado el s¨ªndrome del edificio enfermo (SEE) poco despu¨¦s de su inauguraci¨®n. La sede sufri¨® tres desalojos por fallos electr¨®nicos y la p¨¦rdida de un feto ocasion¨® el despido del director del Instituto de Medicina Legal.
El Juzgado de Sanl¨²car la Mayor (Sevilla) recibi¨® hace unos meses una gran caja negra embalada procedente de la Consejer¨ªa de Justicia. Dos meses m¨¢s tarde, la Junta inform¨® de que en las cajas hab¨ªa un equipo de videoconferencia que daban por recepcionado. Semanas despu¨¦s, unos t¨¦cnicos abrieron las cajas, que segu¨ªan embaladas, y vieron que hab¨ªa desaparecido la pantalla de 42 pulgadas y el equipo que hace funcionar todo el sistema. O quiz¨¢s las cajas ya llegaron vac¨ªas.
La planta alta de las instalaciones del juzgado de Marchena (Sevilla) est¨¢ apuntalada con barrotes de obra desde hace meses. Y cuando llueve mucho, las filtraciones de agua en el tejado causan inundaciones en el archivo.
Las barreras arquitect¨®nicas en las sedes judiciales son una deficiencia com¨²n y en alg¨²n pueblo sevillano los abogados y agentes de seguridad deben subir en brazos a usuarios, v¨ªctimas, testigos o acusados discapacitados. Mientras, las deficiencias de las redes el¨¦ctricas son otra plaga. Esta semana, la de un juzgado fall¨® 24 horas y sus responsables se vieron obligados a escribir con bol¨ªgrafo cuatro denuncias y suspender dos declaraciones de violencia de g¨¦nero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.