Al Kun siempre le queda un remate

Al Kun Ag¨¹ero le bast¨® con medio metro para destrozar al Espanyol, el peor equipo de la Liga en 2008 -s¨®lo ha sumado siete victorias-, que cuenta con un punto de los ¨²ltimos 21 posibles. Lo contrario que el Atl¨¦tico, que acumula 15 partidos sin conocer la derrota y que tir¨® del acierto de sus delanteros hasta someter al Espanyol, desatinado en los metros determinantes.

Hay una pieza en el Atl¨¦tico que no luce, pero que es brillante: Maniche. ?l s¨®lo aguant¨® anoche al equipo. No s¨®lo realiza el denominado trabajo sucio en la fase defensiva, sino que es el origen de toda la construcci¨®n. As¨ª, siempre escudado por Assun??o -lee de maravilla el aspecto t¨¢ctico-, se multiplica en las ayudas y coberturas, en tapar al extremo que ha subido para darle resuello. Y reba?a balones que da gusto. Pero su cometido, tambi¨¦n oscuro porque no se ejecuta en la zona de los tres cuartos, es dar salida al bal¨®n. A dos toques, recibe de la primera l¨ªnea y se gira para buscar las alas, donde a Sim?o y Maxi les alcanza con conducir el bal¨®n para superar la presi¨®n y los rivales, para desequilibrar con pasmosa facilidad. M¨¢s a¨²n si los interiores contrarios -Luis Garc¨ªa y Nen¨¦- son futbolistas de acentuados rasgos atacantes. Y, como coletazo, Maniche llega desde la segunda l¨ªnea para un posible remate.

Organizado por el 18, el Atl¨¦tico presion¨® acompasado. Un arma efectiva ante el Espanyol, que retiene la pelota en posiciones retrasadas y que no sabe qu¨¦ hacer con ¨¦l en los metros finales. Sobre todo, cuando supera la medular y se bate con el ¨²ltimo tercio del campo. Ausente el lesionado De la Pe?a por la rebeld¨ªa de sus explosivos m¨²sculos, el equipo carece del pase definitivo y sufre un calvario de dif¨ªcil soluci¨®n: suma el Espanyol muchas temporadas practicando el contragolpe y padece el s¨ªndrome del escritor con el folio en blanco delante: no sabe por d¨®nde empezar. Man¨¦, estratega y t¨¦cnico al auxilio, propone la conducci¨®n de la segunda l¨ªnea o abrir el campo para romper al adversario. Pero Luis Garc¨ªa cay¨® irremediablemente hacia el centro para descartar la opci¨®n, y Callej¨®n -Tamudo est¨¢ lesionado- no atendi¨® a los centros de Nen¨¦, que, cuando se quita el pegamento de las botas, resulta un futbolista excepcional. As¨ª, el ataque del Espanyol, m¨¢s voluntarioso que preciso, se qued¨® en bien poco.

Al Atl¨¦tico le basta con que uno de sus particulares Beatles -Sim?o, Maxi, Forl¨¢n y Kun-, est¨¦ entonado. Anoche lo estuvieron Maxi (dos goles) y Ag¨¹ero, que la l¨ªa en un santiam¨¦n sin que el otro se percate. Se esconde del contrario, amaga con la pelota y ya la ha liado. Anoche rob¨® el bal¨®n a Jarque, le encar¨®, le rompi¨® y, trastabillado, lo lanz¨® a escasos mil¨ªmetros del poste. Luego, a los 20 segundos del segundo acto, gan¨® la espalda a la zaga y tir¨® desviado. Pero, de buen inicio, ya hab¨ªa solucionado la papeleta: recibi¨® la pelota en el v¨¦rtice del ¨¢rea, fractur¨® la cintura de Pareja dos veces y asisti¨® al punto de penalti, donde err¨® en el disparo Assun??o -ni la toc¨®-, pero no Maxi, que la aplast¨® contra las redes. No se contuvo La Bestia en la celebraci¨®n, lo que irrit¨® sobremanera a la afici¨®n periquita, entregada anta?o a sus actuaciones en Montju?c.

Quedaba un arma imprevisible para el Espanyol. La llegada al ¨¢rea opuesta del lateral. Sergio S¨¢nchez subi¨® el carril derecho como una exhalaci¨®n, recibi¨® un pase de Mois¨¦s Hurtado al hueco y, soberbio, fusil¨® a Leo Franco para colar un disparo cruzado de los que quitan el hipo.

Pero al Kun siempre le quedan remates. Cinco de los diez balones que toc¨® los convirti¨® en oro puro. Como cuando caz¨® una en el ¨¢rea y, con tres remates consecutivos, bati¨® a Kameni por raso. En el m¨¢s complicado hizo diana. A lo que Maxi, animado, respondi¨® con una gran jugada personal para marcar el tercer tanto y hacer est¨¦ril el final de Valdo.

El Espanyol se hundi¨® por no ver puerta y el Atl¨¦tico, categ¨®rico, se afianza en la zona noble de la tabla por resolver estupendamente. Simple desequilibrio de punter¨ªas.