Dos pa¨ªses, un sistema
El extra?o, un hombre de negocios occidental, se sent¨® con disimulo en la silla al lado de la m¨ªa durante una comida de la Sociedad de Asia en Hong Kong y me formul¨® una pregunta que, con toda sinceridad, puedo reconocer que jam¨¢s me hab¨ªan hecho antes: "Y bien, ?hasta qu¨¦ punto es corrupto Estados Unidos?".
Su pregunta estaba motivada por la detenci¨®n del gestor de fondos de Wall Street Bernard Madoff, acusado de dirigir una trama piramidal con la que ha estafado miles de millones de euros a los inversores, pero eso no es todo. Es todo el pu?etero desaguisado en Wall Street, el centro financiero al que siempre hab¨ªan dirigido respetuosamente sus miradas los financieros de Hong Kong. ?C¨®mo es posible, se preguntan, que firmas como Bear Stearns, Lehman Brothers y AIG resultaran no ser lo que aparentaban? ?D¨®nde estaba, se preguntan, nuestra Comisi¨®n de Valores y los altos niveles de exigencia que les hab¨ªamos predicado durante todos estos a?os?
Empieza a costar trabajo ver las diferencias entre las econom¨ªas de China y EE UU
Uno de los banqueros m¨¢s respetados de Hong Kong, que prefiere permanecer en el anonimato, me cont¨® que la empresa de inversi¨®n estadounidense para la que trabaja gan¨® mucho dinero durante la d¨¦cada pasada limpiando bancos asi¨¢ticos enfermos. Y lo hicieron importando las mejores pr¨¢cticas estadounidenses, en concreto los principios de "conoce a tus clientes" y los controles de riesgo estrictos. Pero ahora, se preguntaba, ?a qui¨¦n podemos recurrir en busca de un liderazgo ejemplar?
"Antes estaba Estados Unidos", prosegu¨ªa. "Se supon¨ªa que los inversores estadounidenses sab¨ªan m¨¢s, y ahora es Estados Unidos el que est¨¢ en apuros. ?A qui¨¦n le est¨¢n vendiendo sus bancos? Tiene que ser duro para EE UU probar su propia medicina, esa que recet¨® a otros con tanto ¨¦xito. Pero ya no hay doctor que valga. El doctor ha ca¨ªdo enfermo".
No siento ninguna compasi¨®n por Madoff. Pero lo cierto es que su supuesto plan Ponzi era s¨®lo una pizca m¨¢s escandaloso que el plan "legal" puesto en marcha por Wall Street, alimentado por cr¨¦ditos baratos, principios pobres y mucha avaricia. ?Qu¨¦ nombre recibe ofrecerle a un trabajador que s¨®lo gana 10.000 euros anuales una hipoteca sin ninguna se?al y sin tener que pagar nada durante los dos primeros a?os para que se compre una casa de 525.000 euros, y luego juntar la hipoteca con otras cien en bonos -a los que Moody's o Standard & Poors dan la calificaci¨®n m¨¢s alta- para vend¨¦rselos a bancos y fondos de pensiones de todo el mundo? Eso es lo que nuestro sector financiero estaba haciendo. Si eso no es la t¨ªpica pir¨¢mide, entonces ya me dir¨¢n.
M¨¢s que basarse en las mejores pr¨¢cticas, esta pir¨¢mide legal estaba basada en agentes hipotecarios, inventores de bonos, agencias de calificaci¨®n, vendedores de bonos y propietarios de viviendas, todos movidos por el mismo principio de "ya no estar¨¦ aqu¨ª" cuando llegue la hora de pagar o de renegociar la hipoteca.
Es al mismo tiempo revelador y deprimente observar nuestra crisis bancaria desde China. Es revelador porque cuesta evitar llegar a la conclusi¨®n de que Estados Unidos y China se est¨¢n convirtiendo en dos pa¨ªses con un mismo sistema.
?Qu¨¦ c¨®mo es posible? Pues muy f¨¢cil: tras nuestro descomunal plan de rescate para los bancos, uno puede mirar ahora a China y a Estados Unidos y decir: "China cuenta con un enorme sector bancario perteneciente al Estado y otro que es privado, y EE UU tiene ahora un enorme sector bancario que es propiedad del Estado y otro que es privado. China tiene grandes industrias pertenecientes al Estado y otras que son privadas, y tan pronto como Washington saque a flote a Detroit, EE UU tendr¨¢ grandes industrias que pertenecen al Estado y otras que ser¨¢n privadas".
S¨ª, ya s¨¦ que es una exageraci¨®n, pero lo cierto es que empieza a costar trabajo ver las diferencias. A lo largo de dos d¨¦cadas hubo un desfile continuo de funcionarios estadounidenses que viajaban a China para sermonear a Pek¨ªn sobre la necesidad de privatizar sus bancos, se?ala Qu Hongbin, economista jefe de HSBC para China. "De modo que lo fuimos haciendo poco a poco, y ahora de repente nos encontramos con que todo el mundo est¨¢ nacionalizando sus bancos".
Es deprimente porque hoy d¨ªa China se siente m¨¢s estable que Estados Unidos, con una estrategia m¨¢s definida para resolver esta crisis. Y aunque los dos pa¨ªses se parecen cada vez m¨¢s, sus trayectorias hist¨®ricas parecen ser muy distintas. China perdi¨® los papeles en la d¨¦cada de los setenta con su Revoluci¨®n Cultural, y s¨®lo tras la muerte de Mao y la subida al poder de Deng Xiaoping fue capaz de encauzar su rumbo, avanzando paulatinamente hacia una econom¨ªa de mercado.
Pero mientras que el capitalismo ha salvado a China, el fin del comunismo parece haber trastocado ligeramente a Estados Unidos. Perdimos a nuestros dos principales competidores ideol¨®gicos, Pek¨ªn y Mosc¨². Y todo el mundo necesita un rival, porque te impone una disciplina. Pero en cuanto el capitalismo estadounidense dej¨® de tener que preocuparse por el comunismo, al parecer se volvi¨® loco.
Los bancos de inversi¨®n y los fondos de cobertura estaban endeud¨¢ndose a niveles descabellados, pag¨¢ndose sueldos desorbitados y, sobre todo, invent¨¢ndose instrumentos financieros que hicieron que se perdiera por completo la conexi¨®n entre los ¨²ltimos prestamistas y los prestatarios originales y que no quedara nadie para rendir cuentas. "La ca¨ªda del comunismo empuj¨® a China hacia el centro y a EE UU al extremo", se?ala Ben Simpfendorfer, economista jefe para China del Royal Bank of Scotland.
El esc¨¢ndalo de Madoff es la guinda de la ruptura nacional con el decoro financiero, las regulaciones y el sentido com¨²n. Y ¨¦sa es la raz¨®n por la que necesitamos no s¨®lo un rescate financiero, sino tambi¨¦n un rescate ¨¦tico. Tenemos que restablecer el equilibrio b¨¢sico entre nuestros mercados, la ¨¦tica y las normativas. No quiero acabar con el esp¨ªritu animal que necesariamente impulsa al capitalismo, pero tampoco quiero que me devore.
(c) New York Times News Service, 2008.
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