Atra¨ªda por un gal¨¢n

"Nunca es tarde para cambiar". Con esta m¨¢xima como referencia, y a sus 43 a?os, Amparo Moraleda inicia una nueva etapa profesional que aparentemente es menos brillante que la que abanderaba hasta ahora en IBM como presidenta para Espa?a, Portugal, Grecia, Turqu¨ªa e Israel. Pero ya deb¨ªa atisbar su nueva atalaya, como directora de la reci¨¦n creada divisi¨®n internacional de Iberdrola, cuando hace apenas unos meses hac¨ªa esa afirmaci¨®n y otras como "el ingenio y el talento gozan de una oportunidad ¨²nica actualmente", respondiendo a preguntas de este suplemento.

Mujer destacada donde las haya. Y no s¨®lo en el mundo de los negocios; ya desde la carrera (Ingenier¨ªa Industrial por la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid) era una de las pocas f¨¦minas que brillaban entre sus compa?eros varones y, cuando a los 23 a?os fich¨® por IBM como t¨¦cnica de sistemas, tampoco estaba en mayor¨ªa. Quiz¨¢ por eso sea conocida por liderar pol¨ªticas de diversidad en la empresa. Eso s¨ª, cuando se le pregunta se muestra cansada de aparecer en los medios de comunicaci¨®n s¨®lo por su condici¨®n de mujer ejecutiva. Ahora, tras los ¨²ltimos nombramientos de lo que hasta esta semana era su sector, ya son m¨¢s las presidentas de compa?¨ªas espa?olas.

El presidente de Iberdrola ficha a la ejecutiva 'modelo' en Espa?a

No se puede negar que la llamada cuota femenina haya influido en su presencia habitual en todo tipo de quinielas para ocupar cargos pol¨ªticos y empresariales de relevancia y en todo tipo de eventos que aglutinan a la flor y nata de los dirigentes espa?oles e internacionales. Y tampoco que su imagen de persona inteligente y segura de s¨ª misma contribuya tambi¨¦n. Una imagen que le ha costado horas de consejos y formaci¨®n.

En las filas de la compa?¨ªa el¨¦ctrica presidida por Ignacio S¨¢nchez Gal¨¢n, ejecutivo con el que se dice que no resulta f¨¢cil trabajar, Moraleda tendr¨¢ que lidiar con las filiales Scottish Power y Energy East, adem¨¢s de con la de construcci¨®n e ingenier¨ªa, y manejar todos sus recursos humanos, ¨¢rea en la que ya tiene experiencia. Nadie duda de que, a cambio, esta madrile?a percibir¨¢ un salario envidiable que le compense el abandono de la presidencia de IBM y la posible p¨¦rdida de terreno en su objetivo de conciliaci¨®n de la vida profesional y personal.