"Las nuevas tecnolog¨ªas est¨¢n anticipando la cat¨¢strofe"

La tentaci¨®n viste mil trajes, pero pocos objetos ejemplifican una maldici¨®n de un modo tan evidente como las tragaperras retratan la ludopat¨ªa. Entre el 75% y el 90% de los adictos al juego, seg¨²n las fuentes consultadas, lo es a estos aparatos cuyas luces y sonidos ejercen un efecto hipnotizante. Si se le suman un ritmo endiablado, la oportunidad inmediata de recuperaci¨®n de lo jugado y la creencia de dominar el mecanismo de la m¨¢quina hasta el punto de predecir un ciclo ganador configuran un artefacto de enorme poder destructor. Poco importa que, por ley, estas m¨¢quinas deban devolver en premios el 75% de lo jugado en ciclos de 20.000 jugadas: ese 25% de beneficios resulta suficiente para vaciar el bolsillo y la vida del adicto.

Euskadi suma casi 12.000 m¨¢quinas tragaperras instaladas en locales de hosteler¨ªa y salones de juego. "Llevamos a?os luchando para que estas m¨¢quinas se saquen de la calle, desaparezcan de los bares y se limiten a los salones de juego, y que quien quiera jugar vaya a ellos de manera consciente", indica Jos¨¦ Manuel Vidosola, presidente de Ekintza-Aluviz, organizaci¨®n de ayuda vizca¨ªna que ha atendido a ni?os de 12 a?os ya enganchados a este tipo de m¨¢quinas. "?El caso m¨¢s extremo? Desde que presido la asociaci¨®n hemos conocido cinco suicidios. Nada hay m¨¢s extremo", asevera Vidosola, a quien el juego dej¨® sin empleo. "Llegu¨¦ a robar en mi empresa".

En una reciente respuesta parlamentaria, Javier Balza, consejero de Interior, detallaba las conclusiones de un estudio encargado por el Gobierno para redactar un reglamento sobre este tipo de m¨¢quinas. Entre las recomendaciones figura el "abandono progresivo por parte de los operadores de los locales de hosteler¨ªa".

Tal consejo colisiona con la licencia extendida a tres empresas para abrir 75 locales e instalar en bares 1.500 nuevas m¨¢quinas de apuestas. "No, no, estas m¨¢quinas son diferentes en lo que a adicci¨®n respecta. La apuesta no es un juego inmediato. Tienes que esperar a que se juegue el partido, por lo que el impulso es muy inferior a la de las tragaperras, m¨¢s adictivas", justifica Aitor Uriarte, director de Juegos y Espect¨¢culos del Gobierno vasco. El Ejecutivo est¨¢ reduciendo el parque de tragaperras de los bares. A cambio, se ampliar¨¢ su cupo en los salones de juego. Dos por una.

Son varios los desaf¨ªos que afronta la lucha contra la ludopat¨ªa, adem¨¢s de la cr¨®nica escasez de medios (las dos psic¨®logas que colaboran con Ekintza-Aluviz llevan m¨¢s de un a?o sin cobrar). Las listas de prohibici¨®n, a las que el enfermo se apunta por iniciativa propia y que impiden entrar a bingos y casinos, ven reducida su eficacia en el inmenso oc¨¦ano de Internet, donde basta con introducir el n¨²mero de una tarjeta de cr¨¦dito para operar.

Las asociaciones se quejan tambi¨¦n de que las adicciones ligadas al juego que se tratan en la atenci¨®n primaria de Osakidetza son directamente derivadas, en Vizcaya y Guip¨²zcoa, a las asociaciones que combaten la ludopat¨ªa y no a psiquiatras o psic¨®logos. Adem¨¢s de acreditar a personal en ludopat¨ªa y juego responsable, estrechar su colaboraci¨®n con las asociaciones que combaten esta adicci¨®n, lanzar campa?as de informaci¨®n y difundir mensajes educativos en las propias m¨¢quinas, el estudio recomienda legislar sobre el juego en Internet, tanto el aspecto recaudatorio como el acceso al mismo de menores y adictos. "Todas esas actuaciones son urgentes, pero especialmente la ¨²ltima, pues las nuevas tecnolog¨ªas han acelerado los procesos de adicci¨®n y destrucci¨®n, anticipando de forma extraordinaria la cat¨¢strofe", urge Vidosola.