"Vengo a robar el bal¨®n"

"Soy un luchador y vengo a luchar al ciento por ciento", dijo Lassana Diarra en un intento de explicar la clase de futbolista que es. "Soy un centrocampista que juega por delante de la defensa y cuya especialidad es robar balones. Robo muchos balones".

El nuevo fichaje del Madrid -20 millones de euros se embolsa el Porstmouth- hizo ayer su presentaci¨®n oficial en el Bernab¨¦u asegurando que viene a robar balones. A juzgar por el concepto que tiene de s¨ª mismo, si ¨¦ste es el criterio de contrataciones de los estrategas del club, resulta dif¨ªcil de argumentar el despido de Fabio Capello en la primavera de 2007. Capello ped¨ªa luchadores. "Guerreros", dec¨ªa.

Los luchadores se acumulan en la plantilla del Madrid desde 2003, cuando el club se neg¨® a subir el salario de Makelele y se lo vendi¨® al Chelsea. Desde entonces, presentaciones como la de ayer se han sucedido sin interrupci¨®n: Pablo Garc¨ªa, Gravesen, Emerson y Mahamadou Diarra han engrosado la lista de medios centro combativos. Todos han asegurado que ven¨ªan para defender peleando. Algunos han sobreactuado en su agresividad, como Gravesen. Otros se han vuelto agresivos, como Gago, que lleg¨® diciendo que era el sucesor de Redondo y cada d¨ªa parece m¨¢s el sucesor de Gravesen.

La destituci¨®n de Bernd Schuster y el fichaje de Juande Ramos han redoblado esta tendencia. El nuevo t¨¦cnico del Madrid es de los que pasan revista a la tropa tanteando el volumen de las panzas y proscribiendo pasteles, postres y vinos. El ambiente es propicio para los luchadores. Lassana Diarra lo sabe y tambi¨¦n sabe que no estar¨¢ solo y que la superpoblaci¨®n de pivotes defensivos provocar¨¢, si no confusiones t¨¢cticas, desconcierto en los hinchas. El muchacho asegur¨® que propondr¨ªa una soluci¨®n al respecto: "Como yo me llamo Diarra y en la plantilla ya existe otro [Mahmadou], mi deseo es que para diferenciarme la gente no me llame Diarra II, sino Lass. Lass est¨¢ bien".

Lass Diarra, nacido en Par¨ªs en 1985, sobrevivir¨¢ en el Madrid en la medida en que pueda emular a su predecesor, Makelele, en su virtud menos reconocida. "Para m¨ª, es un honor que me comparen con ¨¦l", dijo ayer; "compartimos vestuario en el Chelsea, pero no somos iguales. Yo tengo mucho car¨¢cter. Adem¨¢s, Makelele vino al Madrid con m¨¢s a?os que yo".

Lo que no sabe Lass es que las comparaciones son f¨ªsicas m¨¢s que futbol¨ªsticas. Makelele, adem¨¢s de luchar, sab¨ªa perfectamente a qui¨¦n darle el bal¨®n y c¨®mo hacerlo.