El Museo Balenciaga nunca tuvo plan financiero ni presupuesto
El inventario todav¨ªa no casa con las prendas existentes
El debate parlamentario sobre el caso Balenciaga result¨® notablemente menos duro que el que le precedi¨® a cuenta de la gesti¨®n del Guggenheim y termin¨® con un apoyo un¨¢nime al dictamen, al cambiar el PNV su abstenci¨®n en la comisi¨®n por un voto afirmativo. Si algo lo endureci¨®, fueron las acusaciones de "revolver la mierda" y "prostituir la investigaci¨®n p¨²blica por intereses partidistas y electorales" lanzadas en los ¨²ltimos d¨ªas por la consejera de Cultura, Miren Azkarate.
El socialista Antonio Rivera acus¨® al Gobierno de arrogancia, de "poner en cuesti¨®n" la labor del Parlamento y de ignorar "el ¨¢mbito de actuaci¨®n de cada poder en una sociedad democr¨¢tica". Consider¨® todo ello la demostraci¨®n de que los peneuvistas "llevan demasiado tiempo en su puesto para servir adecuadamente y con rigor a los ciudadanos". Rivera se declar¨® "moderadamente optimista" sobre el futuro del proyecto del Museo Balenciaga, bas¨¢ndose en la actual "buena relaci¨®n" con el Ministerio de Cultura sobre esta cuesti¨®n.
La lectura del dictamen aprobado permite descubrir hechos nuevos sobre lo ocurrido con el proyecto. El texto resultante de la investigaci¨®n parlamentaria recalca que nunca hubo ni un plan financiero ni un presupuesto cerrado del proyecto. Agrega que, a¨²n a d¨ªa de hoy, y pese a los meses de investigaci¨®n, el inventario de la colecci¨®n el modisto que el Gobierno compr¨® en 1988 no coincide con las piezas existentes. El Ejecutivo no encarg¨® ning¨²n inventario de las mismas hasta el a?o 2003 y lo puso en manos ajenas. Sigue sin existir tampoco una estimaci¨®n de su valor y se produjeron desperfectos en algunos trajes que se prestaron para una exposici¨®n en el extranjero.
En este caso, facilit¨® al PNV su papel el hecho de que la consejera, Miren Azkarate; el ex director de Cultura guipuzcoano, Imanol Agote, y el anterior alcalde de Getaria, Josu Ezenarro, asumiesen su responsabilidad ante la comisi¨®n de investigaci¨®n. Tambi¨¦n que la oposici¨®n hubiese aceptado entrar a juzgar la actuaci¨®n de la Fundaci¨®n Balenciaga, que precedi¨® a la Sociedad Berroeta Aldamar al frente del proyecto, pese a tratarse de una entidad privada. En ella est¨¢n, junto a numerosos e ilustres patronos individuales, el Ayuntamiento de Getaria y el Ministerio de Cultura.
Ese hecho permiti¨® al portavoz del PNV en el debate, Luke Uribeetxeberria, explayarse en la denuncia de la Fundaci¨®n, hasta el punto de que se qued¨® sin tiempo material para enjuiciar la actuaci¨®n de los poderes p¨²blicos auton¨®micos, objeto del control de la C¨¢mara. As¨ª, entre las personas cuya labor enjuici¨® duramente se contaron su compa?ero de partido, el ex alcalde peneuvista de Getaria Mariano Camio, fact¨®tum del proyecto, pero tambi¨¦n el secretario de la Fundaci¨®n, Manuel Cabrera, y el Ministerio de Cultura en los mandatos de las populares Esperanza Aguirre y Pilar del Castillo y de la socialista Carmen Calvo.
El ¨²nico momento agrio del debate lo caus¨® Uribeetxeberria al acusar al portavoz del PP en la investigaci¨®n, Borja S¨¦mper, de filtrar informaciones sobre su contenido y llegar a sugerir que el parlamentario popular necesitar¨ªa ayuda psiqui¨¢trica. Semper le ret¨® a demostrar lo primero o retirar sus palabras -el trabajo de la comisi¨®n se realiz¨® a puerta cerrada- y respecto a lo segundo, lo consider¨® una muestra de "soberbia" y de "su idea de pa¨ªs: el que no comulga conmigo, necesita un psiquiatra".
S¨¦mper fue tambi¨¦n criticado por la consejera al t¨¦rmino del debate. Este representante del PP denunci¨® en febrero la desaparici¨®n y regalo de prendas de la colecci¨®n a cargos p¨²blicos del PNV y ha mantenido un pulso con el Gobierno exigiendo documentaci¨®n que el Ejecutivo se neg¨® a enviar a la C¨¢mara. La parlamentaria de Aralar, Aintzane Ezenarro, tambi¨¦n concejal en Getaria y desde all¨ª descubridora del esc¨¢ndalo, hizo hincapi¨¦ en la responsabilidad del consistorio, ¨²nica instituci¨®n presente tanto en la Fundaci¨®n como en Berroeta Aldamar, sin advertir de las dudas y tensiones en torno a Camio ni evitar que se le nombrara gerente de la ¨²ltima.
Sin papeles
El secreto que ha marcado el trabajo de las dos comisiones de investigaci¨®n se mantuvo hasta el final: los dict¨¢menes y los votos particulares no pudieron conocerse en su integridad hasta bastante despu¨¦s de la votaci¨®n. Los servicios de la C¨¢mara realizaron 75 copias contadas en papel para los parlamentarios y no se di¨® a los informadores el habitual cuaderno azul con los contenidos a debate en cada pleno.
El Reglamento de la C¨¢mara fija el secreto y el trabajo a puerta cerrada en las deliberaciones de las comisiones de investigaci¨®n, pero ¨¦stas ya se hab¨ªan sustanciado ayer. El seguimiento informativo de la sesi¨®n monogr¨¢fica hubo de realizarse sin conocer los textos que discut¨ªan los grupos.
El hecho se suma a los obst¨¢culos por la comparecencia del ex director financiero del Guggenheim, Roberto Cearsolo, al que se hizo entrar por un t¨²nel desde el edificio administrativo de la C¨¢mara para evitar fotograf¨ªas. A ra¨ªz de ello, se generaliz¨® para todos los comparecientes la prohibici¨®n de tomar im¨¢genes en la sala de reuniones.
El dictamen del 'caso Balenciaga'
Cantidades invertidas. Las instituciones han gastado ya 19.794.001 euros en el museo, inicialmente presupuestado en seis. De ellos, deben devolver al Ministerio de Cultura 750.000 euros desviados de su objeto. ?ste invirti¨® 3,6 millones en la primera fase, la rehabilitaci¨®n del palacio Aldamar. El resto lo han puesto en el edificio inacabado el Gobierno y la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa.
Irregularidades arquitect¨®nicas. Ausencia de proyecto museol¨®gico, museogr¨¢fico y de interiorismo. Un informe del ministerio y otro del Colegio de Arquitectos Vasco Navarro declararon inadecuado el edificio.
Ambito econ¨®mico financiero. No existe plan financiero ni presupuesto global cerrado. Manipulaci¨®n de facturas, demostrada con informes caligr¨¢ficos y pago de trabajos no realizados, as¨ª como desv¨ªo de subvenciones para gastos corrientes.
La colecci¨®n. No se hizo inventario al comprarla en 1988 y hasta 2003. Se le encarg¨® al propio Camio. A d¨ªa de hoy no coincide a¨²n el inventario con las prendas existentes. No hay estimaci¨®n de su valor y algunos trajes sufrieron da?os en un viaje.
Las responsabilidades:
- Mariano Camio: ocultaci¨®n de presupuesto real, ocultaci¨®n de contratos, falsificaci¨®n documental , sobrepagos, solapamiento de contratos y ocultaci¨®n sistem¨¢tica de informaci¨®n.
- Berroeta Aldamar: Dejaci¨®n en la gesti¨®n de los recursos p¨²blicos, falta de celo en el control de los gestores y avalar a ¨¦stos con resultados contrarios al inter¨¦s de la sociedad.
- Direcci¨®n de Patrimonio: insuficiente actuaci¨®n en la supervisi¨®n e inventario de sus bienes.
- Patronato de la Fundaci¨®n: Gesti¨®n nada profesional y dejaci¨®n en el control, no adopci¨®n de medidas resolutivas, pese a las reiteradas quejas. Ministerio de Cultura: no trasladar a las instituciones vascas el informe sobre el edificio.
- Alcald¨ªa de Getaria: falta de lealtad institucional por no trasladar al Gobierno y la Diputaci¨®n las irregularidades que conoc¨ªa por su presencia en la Fundaci¨®n.
Recomendaciones: reflexi¨®n de los representantes institucionales en consejos de administraci¨®n sobre su deber de vigilancia. Profesionalidad en la gesti¨®n y mecanismos adecuados de control y seguimiento econ¨®mico. Distinguir entre el ¨¢mbito de gesti¨®n y el de control. Someter a este tipo de sociedades participadas de los mismos controles que hay sobre las sociedades p¨²blicas.
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