Un viaje al universo rupturista y maldito de la Velvet Underground
Ignacio Juli¨¤ escribe la historia de la legendaria banda de Lou Reed y John Cale
"Fueron la primera banda de rock vanguardista y la m¨¢s grande. Fueron experimentales de verdad al explorar un territorio desconocido. Sus canciones no s¨®lo sonaban diferentes sino que expresaban sentimientos verdaderos, actitudes y experiencias que nunca antes se hab¨ªan escuchado en el rock". Con estas palabras, la c¨¦lebre cabecera brit¨¢nica New Musical Express comenzaba en 1981 su descripci¨®n de The Velvet Underground. Por entonces, se cumpl¨ªa una d¨¦cada de la disoluci¨®n del grupo m¨¢s ignorado en su ¨¦poca, pero cuyo legado termin¨® por situarlo entre los m¨¢s influyentes de la historia.
En la actualidad, las cosas no han cambiado casi nada: decir Velvet Underground es todav¨ªa referirse a la quintaesencia de la ruptura, a la manifestaci¨®n art¨ªstica radical, al primer rock urbano y nihilista que acaba con toda inocencia. La trascendencia de la banda formada en 1965 por Lou Reed y John Cale sigue estando vigente.
En marzo de 2009 est¨¢ previsto que se publique en Estados Unidos la que se antoja como biograf¨ªa definitiva del grupo, The Velvet Underground Day-By-Day, escrita por el historiador y cr¨ªtico musical Richie Unterberger. Y en Espa?a, Monster Records acaba de publicar Feed-Back, The Velvet Undreground: legend, truth. Ignacio Juli¨¤, director de la revista musical Ruta 66 y uno de los mayores expertos de la banda a nivel mundial, ha ampliado la semblanza que escribi¨® hace m¨¢s de 20 a?os para recoger por primera vez la historia de la Velvet desde su nacimiento en la Factory de Andy Warhol hasta nuestros d¨ªas, con un Lou Reed practicando Tai Chi y un John Cale utilizando herramientas de ProTools para grabar discos de ese rock del que siempre huy¨®. El libro, pendiente de una futura edici¨®n en espa?ol, es una cr¨®nica oral a trav¨¦s de tres d¨¦cadas de entrevistas con todos sus miembros, incluidos los desaparecidos Sterling Morrison y Nico, musa de Warhol y cantante en el primer ¨¢lbum.
"Fue un grupo diferente en la escena americana porque albergaba dos estilos: la pasi¨®n por el rock de Lou Reed y Sterling Morrison, que part¨ªan de Bo Diddley y ese sonido, y el gusto europeo de Cale y Nico, que ven¨ªan de una tradici¨®n de m¨²sica cl¨¢sica", explica Juli¨¤.
Pensaron en llamarse The Falling Spikes o The Warlocks, pero a Cale y Reed, que compart¨ªan apartamento en el 56 de Ludlow Street, les hizo gracia la portada de un libro tirado en la calle que se titulaba The Velvet Underground. En sus p¨¢ginas se describ¨ªa la corrupci¨®n sexual de la ¨¦poca. Un nombre (terciopelo subterr¨¢neo) perfecto para enlazar con las letras de unas canciones en las que se hablaba con crudeza de la hero¨ªna, los travestis y los sadomasoquistas que habitaban la parte oscura e intelectual de la ciudad.
En una cultura musical dominada a finales de los 60 por la psicodelia de la Costa Oeste, los velvets se presentaban en EE UU como el env¨¦s del sue?o del flower power. La vida de la Velvet estaba en las calles, donde se refugiaban desheredados, trasnochadores y vividores.
El ¨¢lbum del pl¨¢tano dise?ado por Andy Warhol, The Velvet Underground & Nico (1967), basta para medir el impacto art¨ªstico. Los chicos de la Factory parieron una obra imperecedera y un fracaso de ventas. Como el siguiente, White Light/White Heat (1968). Y como el resto de discos, ya sin Cale tras los constantes choques de ego con Reed. Era el destino: la Velvet Underground s¨®lo durar¨ªa seis a?os y nunca tendr¨ªa un ¨¦xito, salvo uno: influir en la historia del rock hasta ser parte de ella.
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