El PP colisiona en Caja Madrid

El enfrentamiento entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallard¨®n escribe un nuevo cap¨ªtulo en Caja Madrid. El asedio de la presidenta de la Comunidad de Madrid al presidente de la caja, Miguel Blesa, para descabalgarlo se ha convertido en un nuevo pimpampum entre los dos dirigentes del PP. Para enfado de Aguirre, Gallard¨®n avala la continuidad de Blesa con el visto bueno, adem¨¢s, del presidente del partido, Mariano Rajoy.

El conflicto es un reflejo de las guerras internas en el PP; pero se convierte en un juego muy peligroso para la segunda caja de ahorros y cuarta entidad financiera de Espa?a, con ocho millones de clientes, un volumen de negocio de 268.425 millones y un beneficio de 1.127 millones al cierre del tercer trimestre. Es muy posible que no se haya medido este extremo; pero en el seno del consejo se contempla con preocupaci¨®n la batalla, en un momento, adem¨¢s, en que la morosidad se ha disparado hasta el 4%.

El asunto se precipit¨® el lunes. Aguirre cambi¨® la Ley de Cajas de la Comunidad de Madrid con el ¨²nico objetivo de quitarse del medio a Blesa. La presidenta prepar¨® los cambios para impedir su reelecci¨®n: los consejeros podr¨¢n ser reelegidos para un tercer mandato siempre que les proponga el mismo sector que les eligi¨® la vez anterior y ning¨²n ayuntamiento podr¨¢ tener una representaci¨®n de m¨¢s del 30%.

La decisi¨®n de Aguirre ser¨¢ aprobada ma?ana en la Asamblea de Madrid, donde el PP tiene mayor¨ªa. Pero puede que no sirva para nada si tienen raz¨®n la caja y el alcalde, que el viernes calific¨® la medida de discriminatoria e ilegal y anunci¨® que estudiar¨¢ medidas legales, ya que el ayuntamiento de la capital tiene en la actualidad el 70%, lo correspondiente a su poblaci¨®n.

Tambi¨¦n la caja ha orquestado una respuesta. Durante esta semana, la mayor¨ªa de consejeros ha mantenido reuniones informales. "No se pueden cambiar las reglas del juego cuando ya ha empezado el partido", coincidieron alcalde y caja. El partido comenz¨® en octubre, cuando se abri¨® el proceso electoral "y una vez abierto ya no se puede cambiar la ley". Es decir, seg¨²n esta interpretaci¨®n, si prospera el cambio de Aguirre podr¨¢ aplicarse en 2015, pero no en la pr¨®xima renovaci¨®n, prevista para junio de 2009 y que afecta a 12 consejeros (tres representantes de la Asamblea, siete de ayuntamientos y dos de otras entidades), entre ellos Blesa. El consejero de Econom¨ªa de la Comunidad de Madrid, Antonio Beteta, replic¨® el viernes a esa interpretaci¨®n que "el texto aprobado indica ya en una disposici¨®n que estar¨¢ en vigor para el proceso electoral vigente". "La nueva Ley de Cajas entrar¨¢ en vigor el 1 de enero y afectar¨¢ al actual proceso electoral de Caja Madrid".

Blesa, amigo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, fue nombrado en 1996 en el sector de la Comunidad de Madrid que entonces presid¨ªa Gallard¨®n, que luego le propuso para un segundo mandato. En este segundo periodo, se produjeron una serie de cambios que han resultado trascendentales: la Comunidad fij¨® dos mandatos con la posibilidad de "ser reelegidos por la representaci¨®n que ostenten" y Gallard¨®n dej¨® la Comunidad para optar a la alcald¨ªa de Madrid.

Fueron claves porque Blesa no se pleg¨® a las exigencias de Aguirre y ¨¦sta le jur¨® venganza. Blesa suele repetir que el poder pol¨ªtico puede entrar en la caja de la cuenta de resultados para abajo (es decir, en la obra social); pero no para arriba, que eso es cosa de los gestores.

Pero Aguirre le hizo poco caso. El poder pol¨ªtico se met¨ªa a fondo, normalmente, a trav¨¦s del vicepresidente, Ignacio Gonz¨¢lez. Intent¨®, por ejemplo, que la caja financiara a Telemadrid para comprar los derechos de f¨²tbol de los equipos madrile?os; Blesa se neg¨®. Quiso impedir la venta del 10% de Endesa para asegurar el domicilio social de la el¨¦ctrica en Madrid con E.ON y despu¨¦s con Acciona; pero Blesa lo vendi¨® todo. Tambi¨¦n le presion¨® para elevar su participaci¨®n en Iberia.

Cuando ya hab¨ªa estallado el enfrentamiento, corrido 2008, Aguirre encarg¨® un informe jur¨ªdico seg¨²n el que Blesa no pod¨ªa continuar al frente de Caja Madrid porque hab¨ªa cumplido dos periodos. El informe fue esgrimido en el consejo de la entidad por el vicepresidente Estanislao Rodr¨ªguez Ponga, uno de los hombres de Aguirre en el m¨¢ximo ¨®rgano de administraci¨®n. El contraataque fue contundente, con varios informes que dec¨ªan lo contrario, el apoyo de la mayor¨ªa del consejo y el PP dividido.

Luego, Blesa logr¨® que el consejo aprobase la apertura del proceso electoral y el PSOE le respaldase despu¨¦s de que tres de sus cuatro representantes (Ram¨®n Espinar, Jos¨¦ Mar¨ªa de la Riva y Jos¨¦ Mar¨ªa Arteta) hubiesen votado a favor de paralizarlo junto a cuatro del PP (Ponga, Mercedes Rojo, Jos¨¦ Manuel Fern¨¢ndez Norniella y Romero de Tejada). Gonz¨¢lez hab¨ªa pactado el apoyo socialista con el l¨ªder madrile?o, Tom¨¢s G¨®mez, al que hizo rectificar su partido. Los otros 14 refrendaron el proceso (sindicatos, impositores, independientes, IU, uno del PSOE y el resto del PP).

Sin embargo, Blesa pareci¨® ceder el lunes. S¨®lo horas antes de que el PP presentase las enmiendas a la reforma de la ley de cajas, aceptaba las personas propuestas por Aguirre -Carmen Cavero, Manuel Lamela y ?ngel Acebes- para el consejo de Cibeles, la sociedad que agrupar¨¢ las participaciones de la caja y que ten¨ªa previsto salir a Bolsa antes de final de 2008 (se ha retrasado hasta el a?o que viene). De poco sirvi¨®. Pero Aguirre no pierde la esperanza de controlar Caja Madrid. O ser¨¢ cuesti¨®n de fe.