La sardina deserta de su puerto

La sardina desert¨® de la perla de As Mari?as. Todo "un drama", cuando era el emblema de Sada, localidad coru?esa de arraigada tradici¨®n pesquera, ahora forzosamente compartida con invasoras embarcaciones deportivas y de ocio. Nadie recuerda una escasez casi total de sardina como la de ahora en una villa que lleg¨® a ser puerto de referencia de la Uni¨®n Europea en la captura de este pez azul. Hasta un mill¨®n de kilos recogidos en un solo d¨ªa, en los a?os 80, cuando a¨²n no hab¨ªa l¨ªmites de captura.

Pero ahora, ni sardina, ni jurel, y ni siquiera, dentro de unos d¨ªas, descargas y ventas. La Cofrad¨ªa de Sada ha decidido, por falta de producci¨®n y dinero, echar el cierre de su lonja. Los cuatro empleados ya tienen carta de despido para el 31 de diciembre. No hay dinero para pagar ni siquiera sus finiquitos. Los 90 marineros y armadores ya han empezado a irse a otros bancos y vender¨¢n sus capturas en otras latitudes. Y no hay muchas esperanzas de que la reuni¨®n convocada hoy en Santiago con los responsables de la Conseller¨ªa de Pesca permita evitar el fin de una actividad hasta ahora s¨ªmbolo de Sada.

Las capturas cayeron un 80% y la facturaci¨®n se redujo un mill¨®n de euros

"La escasez es total, no podemos explicarlo m¨¢s que por la contaminaci¨®n"

"La situaci¨®n es muy cr¨ªtica. A lo mejor hay alg¨²n inter¨¦s para que desaparezca el puerto pesquero para dejar v¨ªa libre al deportivo, que ya tiene mil amarres, y nosotros, en el medio, parecemos estorbar", reflexiona el patr¨®n mayor de Sada, Andr¨¦s Garc¨ªa.

Y eso que el a?o hab¨ªa comenzado bien. En abril, al inicio de la campa?a de la sardina, ya llevaban recogido m¨¢s pescado que en el conjunto de 2007. Pero de pronto, "sin saber el porqu¨¦", desapareci¨® la sardina de unas aguas en las que, por sus caracter¨ªsticas clim¨¢ticas y marinas, siempre hubo abundancia. Las capturas y las ventas cayeron en picado, con un descenso del 80%, y una facturaci¨®n que, en s¨®lo seis meses, se redujo en un mill¨®n de euros.

Garc¨ªa apunta a la contaminaci¨®n o un inexplicable cambio de corriente que hizo huir a la sardina y el jurel de la r¨ªa de Sada. "La escasez es total, no hay estudios, ni somos bi¨®logos, pero no le vemos otra raz¨®n que la contaminaci¨®n", dice el patr¨®n mayor al enumerar los desastres ecol¨®gicos que golpearon sucesivamente el oc¨¦ano en A Coru?a, como los petroleros Urquiola (1976), Mar Egeo (1993) y Prestige (2002), o incluso el vertedero de Bens (A Coru?a), que al desplomarse verti¨® 100.000 toneladas de basura en el mar.

Fue un "suma y sigue" de cat¨¢strofes que para Andr¨¦s Garc¨ªa algo debi¨® de influir en la deserci¨®n de la sardina. Aunque esto no explica que s¨ª siga habi¨¦ndola en el resto del golfo ?rtabro, en la costa de Burela o "de Fisterra para abajo". "Nosotros siempre cuidamos mucho los recursos", se defiende el responsable de la cofrad¨ªa. Pero ahora no hay.

Cuando dieron la voz de alarma, en el mes de julio pasado, la Conseller¨ªa de Pesca, tras analizar la situaci¨®n de la cofrad¨ªa, dijo que no hab¨ªa ayuda para este tipo de problemas. La ¨²nica soluci¨®n era intervenir el p¨®sito para autorizar pagos evitando cualquier embargo. Pero los pescadores de Sada rechazaron la oferta, ya que no garantizaba el pago de los salarios de los dos "lonjeros", el empleado de la f¨¢brica de hielo y el administrativo de la lonja.

"Tenemos las cuentas bastante saneadas", explica Garc¨ªa. "No tenemos deudas con la Seguridad Social ni con Hacienda, pero no queremos ni debemos cogerlas. Nuestro problema es que no podemos seguir pagando los salarios y por eso la junta general de la cofrad¨ªa acord¨® cerrar la lonja y despedir su personal". Tras pagar los salarios de diciembre, no queda un c¨¦ntimo en la caja.

Andr¨¦s Garc¨ªa lamenta la falta de ayuda por parte de la Xunta. "Nunca la hab¨ªamos pedido. Esperemos que rectifiquen", dice, sin mucha convicci¨®n, al comentar la reuni¨®n que tendr¨¢ hoy con Pesca. En Sada, cuya corporaci¨®n municipal hizo patente su "preocupaci¨®n" y emplaz¨® a la conseller¨ªa a evitar el fin de una actividad emblem¨¢tica en esta localidad pesquera, todos parecen convencidos de que se acab¨® una era. La sardina de Sada, la poca que ahora hay, se vender¨¢ en A Coru?a, Portos¨ªn o Burela. Y sus barcos ya empezaron a buscar pescado en otros bancos.