Negra, sofisticada y olvidable

Desde hace tiempo resuena hasta el mareo en mis o¨ªdos el nombre de Guy Ritchie. No en funci¨®n de su suntuoso oficio sino por haberse casado con Madonna, por separarse, por sacarle un past¨®n en el divorcio a la inamovible reina del marketing. Imaginas, por tanto, que este se?or posee un especial atractivo, pero es f¨¢cil que ese torrente informativo sobre las circunstancias de su actual existencia te haga olvidar que su profesi¨®n es la de director de cine con parroquia moderna y fiel. Gracias a Lock & stock, que no he visto nunca y a la tan venerada como para mi gusto insoportable Snatch: cerdos y diamantes, este creador tan sofisticado y exc¨¦ntrico en sus tramas y tono narrativo se ha ganado un notable prestigio cr¨ªtico y s¨®lido cr¨¦dito comercial.

RocknRolla (cu¨¢nto esfuerzo imaginativo en elegir t¨ªtulos raritos y con pegada) tambi¨¦n va de g¨¢nsteres. De los due?os ancestrales del negocio y de pringados audaces que se atreven a hacerles la suicida competencia. Y, c¨®mo no, tambi¨¦n interviene en la movida la temible mafia rusa, tan de moda ella, representada por un magnate con afici¨®n a la especulaci¨®n inmobiliaria y a comprarse un equipo de f¨²tbol ingl¨¦s. Y aunque el t¨®pico asegure que la ficci¨®n no tiene nada que ver con la realidad, hasta el espectador m¨¢s desinformado encontrar¨¢ un alarmante parecido entre este personaje tan poderoso y retorcido y un tal Roman Abramovich.

Veo sin desidia esta intriga con pretensiones de mordacidad, humor entre surrealista y negro, di¨¢logos autoconvencidos de su agilidad y su gracia, asesinos con pedigr¨ª, situaciones con vocaci¨®n de hilarantes, cinismo con toque intelectual, actores molones, tesis descre¨ªda. No hay nada que me apasione especialmente pero tampoco que me disguste, aunque una semana m¨¢s tarde me cuesta cierto esfuerzo recordar su argumento y sus im¨¢genes. Me la zampo con la misma facilidad que la olvido.

Lo que m¨¢s me atrae es ver la facilidad de ese inmenso actor llamado Tom Wilkinson para interpretar a los personajes m¨¢s variados. Tambi¨¦n observar en cine a Idris Elba, el apasionante villano Stringer Bell de mi amada serie The wire.