Olmert anuncia una ofensiva larga
"La operaci¨®n no concluir¨¢ hasta que se hayan logrado los objetivos", asegura el primer ministro - Israel rechaza una lluvia de peticiones de tregua en Gaza
Los llamamientos a Israel para que detenga el cruento ataque contra la franja de Gaza se prodigan. Insisten desde Naciones Unidas, Egipto, la Uni¨®n Europea, Estados Unidos, Alemania, los Estados del golfo P¨¦rsico, Turqu¨ªa... Intelectuales israel¨ªes del prestigio de Amos Oz, Abraham B. Yehoshua y David Grossman se suman a la petici¨®n de un alto el fuego inmediato. Pero no parece que el Gobierno presidido por Ehud Olmert vaya a acceder a la iniciativa planteada por el ministro de Exteriores franc¨¦s, Bernard Kouchner, para trasladar al territorio palestino la imprescindible ayuda humanitaria y paliar el desastre sanitario provocado por los 1.700 heridos en los bombardeos.
"La ofensiva de Gaza ha comenzado y no concluir¨¢ hasta que se hayan logrado los objetivos. Seguiremos de acuerdo con nuestro plan", declar¨® anoche el primer ministro israel¨ª.
"Ham¨¢s no ha sufrido suficiente da?o", dice el titular de Infraestructuras
Mientras, las propuestas diplom¨¢ticas comenzaban a aflorar, el bombardeo de Gaza prosigui¨® ayer por cuarta jornada. A un ritmo menos fren¨¦tico que en d¨ªas anteriores. Al menos 12 personas, entre ellas dos ni?as de 4 y 11 a?os, perecieron bajo los asaltos de los cazas F-16 y los helic¨®pteros de ataque Apache, ambos de fabricaci¨®n estadounidense, a los edificios vinculados al Gobierno islamista, sean o no instalaciones militares.
Son ya 380 las v¨ªctimas mortales en Gaza y cuatro en Israel, alcanzadas por cohetes de las milicias palestinas. Sin apenas medicamentos ni material para operaciones quir¨²rgicas, los m¨¦dicos ven morir pacientes salvables en Gaza. Aliviar esta coyuntura es lo que pretend¨ªa un barco que anunci¨® su llegada desde Chipre a la franja con tres toneladas y media de medicinas. La Marina israel¨ª impidi¨® el atraque, hubo incluso contacto entre los buques, y los activistas desembarcaron el cargamento horas despu¨¦s en Tiro (L¨ªbano). Desde el Mediterr¨¢neo, las naves israel¨ªes tambi¨¦n dispararon contra Gaza. Y desde el aire, por la noche, los aviones lanzaron un bombardeo masivo sobre los t¨²neles de Rafah, en la frontera con Egipto, un canal de suministro vital para los milicianos y en menor medida para el avituallamiento del territorio.
No cede todav¨ªa un ¨¢pice el Gobierno de Olmert. El lenguaje belicista se adue?¨® del Gabinete tras las iniciativas internacionales para forjar una breve tregua. "Ham¨¢s no ha sufrido suficiente da?o en los ataques recientes", apunt¨® Benjam¨ªn Ben Eliezer, ministro de Infraestructuras, aunque los servicios de espionaje militar israel¨ªes se?alaran que se hab¨ªan destruido 1.000 de los 3.000 cohetes del arsenal de Ham¨¢s. "Nadie sabe lo que puede durar esto", apostill¨® el presidente, Sim¨®n Peres. "La operaci¨®n militar est¨¢ avanzando y, de momento, el Ej¨¦rcito est¨¢ ejecutando la primera de varias fases", agreg¨® Olmert.
Se mostraban m¨¢s belicosos despu¨¦s de que empezaran a surgir titubeos. En la prensa hebrea en Internet aparec¨ªa por la tarde una informaci¨®n en la que se apuntaba que el Estado Mayor recomendar¨ªa una tregua de 48 horas para comprobar la actitud de Ham¨¢s, antes de emprender la ofensiva terrestre. Fue desmentida tajantemente poco despu¨¦s por el Ej¨¦rcito y el Shin Bet (servicio de seguridad interior).
Para que los objetivos fijados por el Gobierno israel¨ª se cumplan, las operaciones en tierra parecen un requisito ineludible. No acompa?a el tiempo, bastante nublado. Lo que hace aconsejable aguardar a cielos despejados para que la maquinaria militar pueda rendir a su m¨¢ximo y reducir los riesgos.
La orden para el asalto es una decisi¨®n repleta de riesgos pol¨ªticos. Olmert ya anunci¨® metas irrenunciables para la guerra de L¨ªbano, en julio de 2006, y fracas¨®. Recuperar los cad¨¢veres de los dos soldados capturados por Hezbol¨¢ exigi¨® un costoso canje y la milicia chi¨ª libanesa nunca se desarm¨®; al contrario. Estos conflictos se complican y a menudo provocan a posteriori numerosas inc¨®gnitas.
Olmert -un primer ministro que por primera vez en la historia de Israel no se presenta a la reelecci¨®n- asegura que pretende derrocar al Gobierno de Ham¨¢s y propinarle un golpe de tal calado a su brazo armado que suponga el punto final al lanzamiento de cohetes desde Gaza. Muchos expertos observan que ambas metas son muy dif¨ªciles, si no imposibles, de cumplir.
Nada apunta a que la destrucci¨®n de Gaza y los disparos de cohetes contra Israel vayan a amainar en breve plazo. Ham¨¢s, pese al sever¨ªsimo castigo que est¨¢ encajando, tampoco da su brazo a torcer. "No estamos pidiendo tregua. No hay espacio para hablar mientras contin¨²e la agresi¨®n y el asedio", advirti¨® Mushir al Masri, un joven diputado islamista. Ezed¨ªn el Kassam, la milicia islamista, catapult¨® ayer 50 cohetes -uno cay¨® en la regi¨®n de Beer Sheva, a 42 kil¨®metros- que alcanzaron distancias nunca vistas hasta ahora.
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