El aceler¨®n de la urbe tranquila

Ruta a trav¨¦s de una capital contradictoria y accesible, en donde lo alternativo y lo tradicional se superponen. Pasteles antiguos, cenas impredecibles, noches sin fin, museos imprescindibles y monumentos evocadores forman parte del paseo.

Hay quien conoce Castell¨®n por ser la capital m¨¢s cercana al FIB-Heineken. Hay quien la une a los esc¨¢ndalos que crecen a la sombra de Carlos Fabra, singular presidente de la diputaci¨®n. Y quien la considera indivisible del ladrillo y del azulejo. Sin embargo, rasgando t¨®picos, es un verdadero territorio a descubrir, una zona accesible -alberga unos 172.000 habitantes- y c¨®moda, cercana a hermosos remansos naturales. Un espacio de cambios decisivos, en el que la ventaja de que todo est¨¢ cerca convive con un tr¨¢fico infernal; en el que el olor a antiguo se bate con bares y tiendas de moda de ultim¨ªsima generaci¨®n, potentes museos y una notable expansi¨®n urbana. Bajo una superficie de tranquilidad, late aceleradamente. La siguiente ruta se desliza sobre esta evoluci¨®n.

9.00 Dulzura ancestral

Todo paseo debe iniciarse desde el centro hist¨®rico. En la calle Mayor, centro comercial de la ciudad, en pasteler¨ªas como Benages

(1) (Mayor, 57; 964 22 37 82) bien podemos buscar dulces t¨ªpicos de la zona -y otros de ¨²ltima generaci¨®n- para desayunar. La coca malfeta, los pasteles de boniato, los rosegons y la coca de Castell¨® son postres t¨ªpicos que, sin trauma alguno, bien compartiremos con el caf¨¦ con leche. La llamada coca de Castell¨® es simb¨®lica. Patata hervida, almendra molida, az¨²car y ralladura de lim¨®n son sus ingredientes. Se ha convertido en imagen repostera de la ciudad, y la parte exterior luce la figura de El Fadr¨ª, la torre-campanario m¨¢s popular de Castell¨®n.

10.00 El campanario soltero

El Fadr¨ª (2) -el soltero, en valenciano- no s¨®lo marca las horas con sus ocho campanas, sino que se?ala tambi¨¦n los acontecimientos importantes. Construido entre 1591 y 1604, destaca en la plaza Mayor, n¨²cleo de la urbe. Su planta octogonal sube hasta los 58 metros de altura y est¨¢ aislado de la concatedral de Santa Mar¨ªa la Mayor. El Ayuntamiento (3) -edificio del siglo XVII- y el mercado Central son otras de las bazas de esta plaza neur¨¢lgica. Tras el mercado Central llegamos a la plaza de Santa Clara, y siguiendo por la calle de los Caballeros en direcci¨®n norte hasta la calle de la Ense?anza, en apenas cinco minutos habremos llegado al n¨²mero 11 de la calle de N¨²?ez de Arce, donde tiene su sede el Real Convento de las Monjas Capuchinas (4). Es conocido porque a ¨¦l pertenece una colecci¨®n de cuadros atribuidos a Zurbar¨¢n, en los que se representa a 10 santos fundadores de ¨®rdenes religiosas.

13.00 Almuerzo portuario

A unos cuatro kil¨®metros del centro encontramos el Grao, la zona portuaria de Castell¨®n. Ha ido desarroll¨¢ndose en ¨¦l un formato tur¨ªstico que mezcla los chiringuitos soleados con tascas y tabernas de toda la vida, los restaurantes vetustos con incorporaciones hosteleras de ¨²ltima onda. El puerto pesquero, el puerto deportivo, el club n¨¢utico y el puerto comercial conforman este abigarrado conjunto que se incluye en sugerencias para todo tipo de viajeros. Para comer, podemos encontrar pescados de primer orden en La Tasca del Puerto (avenida del Puerto, 13. 964 28 44 81) o en Rafael (5) (Churruca, 28. 964 28 16 26; www.restauranterafael.com). En este ¨²ltimo, adem¨¢s, el arroz es inolvidable, sobre todo si se trata de la paella con langosta o el arroz caldoso con bogavante. Ideales para encaminar bien la tarde.

16.30 Tesoros marinos

Si lo hemos previsto y acordado, podemos visitar v¨ªa barco la parte que nos permitan del parque natural de las Islas Columbretes

(6), cuatro grupos de islas volc¨¢nicas situadas a 30 millas del cabo de Oropesa. En su fondo marino espera el coral rojo, a punto de extinguirse del Mediterr¨¢neo. Lagartijas y aves migratorias hacen ¨²nica la experiencia de contacto con la fauna en un entorno sin infraestructura tur¨ªstica (centro de informaci¨®n: 964 28 89 12). Sin embargo, si preferimos explorar entornos playeros al uso, podemos saltar hacia el muy cercano Benic¨¤ssim (7) -s¨®lo a 14 kil¨®metros- y contemplar lo que ten¨ªa que haber sido la arquitectura colorista de costa de este pa¨ªs, en vez de lo que finalmente ha sido. Nos lo mostrar¨¢ el conjunto proyectado por Oriol Bohigas que nos espera en la zona de la Escuela de Vela, un edificio que pese a su veteran¨ªa sigue evocando una fisonom¨ªa tur¨ªstica efervescente y creativa.

18.00 Museos con personalidad

Otra opci¨®n clave la tenemos en la visita a los museos. Uno es el de Bellas Artes (8) (avenida de Germans Bou, 28; 964 72 75 00; www.culturalcas.com. De martes a s¨¢bado, de 10.00 a 20.00. Domingos y festivos, de 10.00 a 14.00. Entrada gratuita), con su espl¨¦ndido edificio proyectado por el equipo de arquitectos Mansilla y Tu?¨®n, una mezcla perfecta de acorazamiento exterior (se parece a un armadillo) y ligereza interior. Su colecci¨®n permanente re¨²ne los fondos que formaron parte de diferentes entidades locales y varios legados y dep¨®sitos. En r¨¦gimen de cesi¨®n, ha incorporado a su colecci¨®n los ¨®leos del taller de Zurbar¨¢n pertenecientes al convento de las monjas capuchinas. Otro es el muy conocido Espai d'Art Contemporani de Castell¨®

(9) (Prim, s/n. 964 72 35 40; www.eacc.es), con exposiciones m¨¢s que recomendables y con la espectacular instalaci¨®n exterior de Santiago Cirugeda llamada Pr¨®tesis institucional. Una estructura org¨¢nica vibrante que ironiza sobre el abuso del concepto high-tech en arquitectura. Podemos afrontar el final de la tarde pensando en degustar alg¨²n concierto en L'Auditori

(10) (avenida de Lled¨®, 50; www.culturalcas.com) y apreciando su evanescente edificio de Carlos Ferrater.

20.00 Cena y mucho baile

La noche es fuerte en Castell¨®n, y para enfocarla, el uniforme es importante. Si se quiere una camiseta diferencial, se puede acudir a comprar ropa a alguna de las tiendas Gnomo (Cardona Vives, 7. www.gnomo.es), donde nos esperan con t-shirts en plan freak & chic que muestran dibujos de productos de la tierra como la coca de tomate. Si se prefiere algo m¨¢s global, Pecata Minuta

(11) (Cervantes, 13) nos conectar¨¢ con las primeras marcas. Para cenar, dos opciones de moda son la bocater¨ªa Candela (Alloza, 175; 964 25 43 77) o el restaurante La Arbequina - L (Bartolom¨¦ Reus, 35; 964 26 93 01; www.restaurantearbequina.com). Este ¨²ltimo es una fuente de sorpresas, donde nos podemos encontrar con jornadas gastron¨®micas basadas en la alcachofa. Luego debemos movernos hacia el Spoonful (Morer¨ªa, 8; www.myspace.com/spoonfulclub), un espacio cuidadamente dedicado al soul con mobiliario original de los a?os sesenta y setenta. De madrugada, y ya a las afueras, nos espera el Narita

(13) (pol¨ªgono Los Cipreses, nave 71; www.naritaclub.com), un local muy reciente dedicado al baile electr¨®nico en el que cabe la posibilidad de encontrarse con El Duque de Sin tetas no hay para¨ªso -el actor Miguel ?ngel Silvestre es de Castell¨®n- y con deejays de renombre. Una fiesta personalizada en una ciudad que sabe tratar bien a los sentidos.