"Nos amenazaron de muerte, pero nunca temimos por nuestras vidas"
El fot¨®grafo Jos¨¦ Cend¨®n fue liberado ayer en Somalia tras 38 d¨ªas de secuestro
"Estoy fenomenal. La residencia del embajador es mucho mejor que la cueva. ?Voy a dormir en un colch¨®n!", bromea por tel¨¦fono con EL PA?S el fot¨®grafo gallego Jos¨¦ Cend¨®n, de 34 a?os, liberado en Somalia tras permanecer 38 d¨ªas secuestrado por los piratas junto a su colega Colin Freeman. "Nos amenazaron de muerte alguna vez, pero, sinceramente, nunca hemos temido por nuestras vidas. A veces nos enca?onaban, pero sab¨ªamos que era una pantomima", relata desde la residencia del embajador espa?ol en Nairobi, Nicol¨¢s Mart¨ªn Pinto, clave en las negociaciones.
"Los piratas eran cada d¨ªa diferentes: los hab¨ªa j¨®venes, viejos... El d¨ªa que menos hubo eran ocho, y el que m¨¢s, unos 50. Pero, sinceramente, estaba m¨¢s preocupado por c¨®mo lo estar¨ªa pasando mi familia, que por m¨ª", a?ade Cend¨®n. Tanto ¨¦l como Freeman, su compa?ero del diario brit¨¢nico Daily Telegraph, mostraron ayer un excelente buen humor tras ser liberados. "Hemos sobrevivido con arroz, carne de cabra y Rothmans (cigarrillos). Una dieta mucho m¨¢s sana de lo habitual", brome¨® con sus compa?eros del diario, Freeman, que cumpli¨® 39 a?os durante el cautiverio. "Hab¨ªa dejado de fumar en 1992, pero he decidido que ¨¦ste es un buen momento para empezar de nuevo", a?adi¨®.
Cend¨®n confirm¨® que hab¨ªan conseguido terminar el trabajo para el que hab¨ªan viajado a Somalia: retratar a los piratas que est¨¢n aterrorizando a los barcos obligados a cruzar el Golfo de Ad¨¦n. As¨ª que volver¨¢n a casa "con la historia", aunque el fot¨®grafo lleg¨® anoche a la residencia del embajador en Nairobi pr¨¢cticamente con lo puesto: "Los piratas me lo quitaron todo: el tel¨¦fono, el equipo fotogr¨¢fico... Han tenido que dejarme una muda aqu¨ª". Fueron sus propios guardaespaldas, los que deb¨ªan escoltarles hasta el aeropuerto tras haber terminado el trabajo, los que permitieron su secuestro.
Para pasar el rato durante el cautiverio, seg¨²n relat¨® Freeman a su diario, los periodistas organizaron "competiciones de flexiones" con sus captores y jugaron al ajedrez. En Navidad, los secuestradores les obsequiaron con tortitas y tres cigarrillos extra. Estuvieron retenidos en cuevas en las monta?as del suroeste de la ciudad de Bosaso, pero los piratas les mov¨ªan continuamente de un lado a otro para evitar encontrarse con bandas rivales, clanes enemigos o las autoridades de Puntlandia, que iniciaron su persecuci¨®n tras conocerse la noticia del secuestro. En al menos una ocasi¨®n, seg¨²n relat¨® Freeman, una de esas bandas rivales se enfrent¨® a tiros con los piratas para intentar arrebatarles a sus secuestrados.
Que otra banda les apresara mientras permanec¨ªan secuestrados ha sido su principal temor durante el cautiverio. Eso, y que las negociaciones se prolongaban. El pasado fin de semana, cuando parec¨ªa que estaban a punto de liberarles, un enfrentamiento entre sus propios secuestradores demor¨® la liberaci¨®n, seg¨²n el Daily Telegraph.
Cend¨®n rechaz¨® ayer el avi¨®n que el ministro Moratinos le ofreci¨® para regresar a Espa?a. Prefer¨ªa volver antes a su residencia habitual, en Addis Abeba (Etiop¨ªa). Su hermana, Julia, vol¨® a Nairobi con la esperanza de convencerle de que vaya a Galicia cuanto antes: "Voy para all¨¢ para tra¨¦rmelo, porque si no, no viene".
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