La nueva Manchester catalana
Al alcalde Clos no siempre se le entend¨ªa cuando explicaba sus proyectos para el 22@. Andado el tiempo, es la propia ciudad la que se explica sola, pero es de justicia reconocer el m¨¦rito a quien supo intuirla antes que nadie. La apertura del nuevo Campus de la Comunicaci¨®n de la Universidad Pompeu Fabra, en la antigua f¨¢brica Ca l'Arany¨® del Poblenou, habla por s¨ª sola de muchas cosas: de patrimonio industrial y de nuevas tecnolog¨ªas, de reconversi¨®n urban¨ªstica de un barrio apuntillado por la crisis de los a?os setenta del pasado siglo y de nuevos usos del espacio p¨²blico y privado.
El nuevo edificio en rojo y negro -?como la bandera de la CNT!-, obra de los arquitectos Josep Benedito y Ramon Valls, que da a la calle de Roc Boronat, deja abierta la perspectiva sobre la vieja chimenea de la compa?¨ªa algodonera. Cruzado el umbral, se descubre de inmediato la plaza central, bautizada ahora con el nombre de Gutenberg y enmarcada por dos edificios hist¨®ricos de ladrillo visto, uno de cuatro plantas, donde se hallaban los telares, y otra nave m¨¢s baja que hab¨ªa servido de almac¨¦n. Ambas construcciones, restauradas por Antoni Vilanova y Eduard Sim¨®, responden al estilo manchesteriano de finales del siglo XIX.
En el nuevo Campus de Comunicaci¨®n de Ca l'Arany¨® hay incluso un plat¨® con camerinos
La instalaciones, promovidas por el empresario Claudi Ara?¨® (que vivi¨® entre 1827 y 1884, y durante todo ese tiempo mantuvo la ? en su apellido, hoy irreversiblemente convertida en ny, fueron construidas en efecto por la sociedad brit¨¢nica Prince Smith & Son seg¨²n los progresistas m¨¦todos de la ¨¦poca: amplios ventanales para dar aire y luz a los interiores, y columnas y j¨¢cenas de hierro colado, combinados con soluciones aut¨®ctonas como la volta catalana de la cubierta.
El mayor de los edificios alberga ahora la biblioteca universitaria, que ya no se llama as¨ª, sino, tomen nota, CRAI: Centre de Recursos per l'Aprenentatge i la Investigaci¨®. En efecto, no te prestan s¨®lo libros, sino todo tipo de material audiovisual, incluidos ordenadores port¨¢tiles. Ayer, segundo d¨ªa de funcionamiento, todav¨ªa hab¨ªa pocos estudiantes.
Se ve¨ªan algunos m¨¢s por la zona de las aulas, en el edificio de lado norte de la plaza de Gutenberg: un grupo dirigido por Eduard Boet tomaba contacto con las nuevas c¨¢maras puestas a su disposici¨®n. Uno recordaba, y le recordaba a Boet, los tiempos en que la ¨²nica facultad de ciencias de la informaci¨®n de la zona, la de Bellaterra, se hallaba de realquilada en Econ¨®micas y no dispon¨ªa de un mal estudio de grabaci¨®n. ?Ahora esto es Hollywood! Hay un plat¨® dotado incluso con camerinos: la tecnolog¨ªa de ¨²ltima generaci¨®n se le supone. Salvador Alsius, otro profesor encontrado durante la visita de ayer, confesaba tener las mismas sensaciones que cuando TV-3 abandon¨® la calle de Num¨¤ncia para instalarse en Sant Joan Desp¨ª: "Aunque he de ser franco: el ingenio artesanal que se despleg¨® en aquella primera sede fue una gran escuela". No duda, sin embargo, en considerar el nuevo campus como una experiencia "in¨¦dita" porque pone en contacto la producci¨®n de contenidos con el manejo de la tecnolog¨ªa: junto a los estudios de periodismo, publicidad, relaciones p¨²blicas y traducci¨®n, tambi¨¦n se ubican en la zona las ingenier¨ªas superiores en inform¨¢tica y telecomunicaciones. Pero por si todas estas sinergias -por emplear terminolog¨ªa municipal al uso- no bastaran, el conjunto universitario se halla comunicado con el edificio de la productora Mediapro, que da a la Diagonal. Juntos conforman lo que ha sido bautizado como el Parc Barcelona Media (PBM), el polo de la industria audiovisual de la ciudad.
La verdad es que todo esto pinta bien. Apostar por el conocimiento parece una buena receta para una ciudad que hace muchas d¨¦cadas que dej¨® de ser la Manchester catalana. Ahora queda por resolver la inc¨®gnita de la estaci¨®n de Francia, vaciada de estudiantes tras la apertura de estas instalaciones universitarias. ?Qu¨¦ ser¨¢ de ella? Pero ¨¦sa es otra historia.
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