Zapatero aboga por criticar "con claridad" a Israel

Si el primer ministro israel¨ª, Ehud Olmert, no quiere escucharlo en privado, el presidente del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se lo dijo ayer p¨²blicamente, en presencia del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas. "Nada ni nadie puede justificar el terrible sufrimiento al que se est¨¢n viendo abocados cientos de personas" en Gaza, enfatiz¨®.

El jefe del Gobierno espa?ol reiter¨® su m¨¢s "rotunda condena y en¨¦rgico rechazo" tanto a la actitud "irresponsable y provocadora" de Ham¨¢s, que reanud¨® en diciembre el lanzamiento de misiles contra las ciudades israel¨ªes, como a "la reacci¨®n, sin duda desmedida, de Israel".

Aunque esta posici¨®n, m¨¢s cr¨ªtica con Israel que la de la mayor¨ªa de los pa¨ªses occidentales, haga perder a Espa?a capacidad de interlocuci¨®n -la conversaci¨®n con Olmert est¨¢ pendiente desde el pasado unes-, Zapatero defendi¨® la necesidad de hablar a las autoridades israel¨ªes "con claridad plena", porque "a un amigo hay que decirle lo que se piensa" y hacerlo "da m¨¢s autoridad que jugar con las palabras".

Espa?a no descarta un di¨¢logo directo con Ham¨¢s para lograr una tregua

Abbas pospone las elecciones hasta que los palestinos se reconcilien

De momento, el papel del Gobierno espa?ol parece centrarse en la ayuda humanitaria: Zapatero anunci¨® una donaci¨®n de cinco millones de euros a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, que se suman al mill¨®n y medio ya comprometido y convierten a Espa?a en el segundo mayor donante de dicha organizaci¨®n, que precisamente ayer suspendi¨® sus trabajos en Gaza por la muerte de dos de sus colaboradores. Y, tambi¨¦n, en el respaldo pol¨ªtico al tambaleante liderazgo de Abbas, que durante su escala en Madrid fue recibido en La Moncloa y La Zarzuela.

Procedente de Nueva York, donde clam¨® infructuosamente por una urgente intervenci¨®n de la ONU para frenar a Israel, Abbas se reunir¨¢ hoy en El Cairo con el presidente egipcio, Hosni Mubarak. Ayer asegur¨® desconocer si, como publicaba el diario ¨¢rabe Al Hayat, all¨ª podr¨ªa encontrarse tambi¨¦n con Olmert.

Tanto Abbas como Zapatero apoyaron la oferta de alto el fuego presentada por el presidente egipcio y su hom¨®logo franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, pero la respuesta que importa es la del movimiento islamista Ham¨¢s y el presidente palestino no quiso darse ayer por enterado de su rechazo, alegando que a¨²n no es oficial.

La popularidad de Abbas se ha visto socavada por la imagen de tibieza que dio en los primeros d¨ªas del ataque israel¨ª contra Gaza y su propia legitimidad est¨¢ en entredicho por el hecho de que hoy se cumplan los cuatro a?os de mandato previstos por la legislaci¨®n palestina y Ham¨¢s ya haya advertido de que no le reconoce como presidente. Ayer se limit¨® a decir que s¨®lo despu¨¦s de que se produzca la reconciliaci¨®n entre los palestinos -rota tras la victoria electoral de Ham¨¢s en Gaza en 2006 y la violenta expulsi¨®n en 2007 de los milicianos de Fatah, el partido del presidente, cuya hegemon¨ªa se limita desde entonces a Cisjordania- convocar¨¢ "al mismo tiempo" elecciones presidenciales y legislativas.

Zapatero apost¨® por una Palestina "liderada desde la raz¨®n, el di¨¢logo y la actitud constructiva y no desde la acci¨®n violenta", mostrando as¨ª su clara preferencia por Abbas, pero no descart¨® un di¨¢logo directo con Ham¨¢s -lo que constituye un tab¨² no s¨®lo para Israel, sino tambi¨¦n para EE UU y la UE, ya que figura en su lista de grupos terroristas- al asegurar que, para que el alto el fuego sea efectivo, debe buscarse el acuerdo de Israel y "de las organizaciones palestinas, de todas".

Preguntado por el lanzamiento de cohetes contra Israel desde el sur de L¨ªbano, Abbas expres¨® su confianza en que se trate de "una acci¨®n individual y no empeore la situaci¨®n". Zapatero dijo, por su parte, que sigue con atenci¨®n el desarrollo de los acontecimientos y que la situaci¨®n de los 1.100 soldados espa?oles desplegados junto a la frontera de L¨ªbano con Israel es "de tranquilidad dentro de las circunstancias de profunda preocupaci¨®n".

Los cohetes fueron lanzados desde la localidad de Tayr Harfa, lejos de la zona de despliegue de los soldados espa?oles y muy cerca de Naqura, sede del cuartel general de las fuerzas de la ONU, que quedaron en evidencia.