El 'narco' asesinado en un hospital recibi¨® cuatro disparos profesionales
La pericia del sicario no dej¨® margen a los m¨¦dicos para poder reanimarle
Cuatro disparos a bocajarro, en puntos estrat¨¦gicos y a una velocidad de v¨¦rtigo. "Perfectos", seg¨²n fuentes hospitalarias. Le¨®nidas Vargas, alias el Viejo o Para de Alicante, jefe del cartel de Caquet¨¢, imputado en Espa?a por tr¨¢fico de coca¨ªna y blanqueo de capitales y en libertad bajo fianza por sus problemas de salud, recibi¨® la visita de un sicario el jueves por la tarde. Se encontraba ingresado en el hospital 12 de Octubre, de Madrid, por una afecci¨®n pulmonar.
El trabajo del asesino, realizado con una pistola con silenciador, fue tan preciso, que los m¨¦dicos no pudieron hacer absolutamente nada para reanimarle. Vargas recibi¨® el primer disparo en el ment¨®n. Esa bala le encharc¨® todo el tracto respiratorio, consiguiendo primero que no pudiera ya ser intubado y que, adem¨¢s, no fuera capaz de gritar para pedir auxilio. Luego recibi¨® dos disparos m¨¢s en la arteria car¨®tida interna para que se desangrara a gran velocidad. El sicario le coloc¨® un ¨²ltimo proyectil al Viejo en la base del coraz¨®n, aprovechando el espacio intercostal. "No hay duda de que era un profesional. No ha dejado margen para que pudi¨¦ramos reanimarle", explicaron ayer fuentes hospitalarias.
El sicario subi¨® hasta la planta quinta del hospital, al ¨¢rea de cardiolog¨ªa. Al parecer, incluso pregunt¨® en el mostrador de las enfermeras por la habitaci¨®n en la que se hallaba el narco. Anduvo hasta el fondo de un pasillo sin salida (unos 25 metros) y entr¨® en la habitaci¨®n 537. Aunque en ella hab¨ªa otro paciente, despach¨® sin inmutarse el encargo que alg¨²n enemigo de Vargas le hab¨ªa realizado. Lo hizo (por lo seguidos que sonaron los disparos) a gran velocidad.
El ruido sordo de las cuatro explosiones alert¨® a una enfermera, que se acerc¨® hasta la habitaci¨®n. Probablemente, se cruz¨® con el asesino por el pasillo, pero no sospech¨® nada. Cuando lleg¨®, encontr¨® la 537 te?ida de sangre y a Vargas en parada cardiorrespiratoria.
La enfermera apret¨® la alarma para avisar al m¨¦dico de urgencias, que se encontraba en ese momento en una UVI, varias plantas m¨¢s abajo. Pero cuando lleg¨®, Vargas ya estaba muerto, sin ninguna posibilidad de reanimaci¨®n. El asesino ya estaba fuera del hospital.
El centro carec¨ªa de un dispositivo especial de vigilancia para Vargas, quien se encontraba en arresto domiciliario, decretado por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que le proces¨® como responsable de una organizaci¨®n que traslad¨® hasta el puerto de Valencia un contenedor con media tonelada de coca¨ªna oculta en pi?as.
El juez imput¨® por dicha a causa a 12 personas: seis est¨¢n en prisi¨®n, tres en libertad y dos en rebeld¨ªa, adem¨¢s de Vargas, que se encontraba en arresto domiciliario tras haber pagado una fianza de 200.000 euros. El caso est¨¢ ahora en la fiscal¨ªa anticorrupci¨®n, pendiente del escrito de conclusiones.
El narcotraficante precisaba de un aparato dispensador de ox¨ªgeno que deb¨ªa ser calibrado de forma peri¨®dica en un centro m¨¦dico. Figuraba con la identidad falsa de Le¨®nidas Vargas, cuando en realidad se llamaba Jos¨¦ Antonio Ortiz Mora, ciudadano colombiano de 60 a?os, seg¨²n inform¨® la Jefatura Superior de la Polic¨ªa de Madrid a Efe. Tambi¨¦n utilizaba el nombre de Jos¨¦ Antonio Cort¨¦s Vaquero. Con ninguna de estas identidades ten¨ªa antecedentes. S¨®lo ten¨ªa antecedentes en Espa?a por falsificaci¨®n de documentos, cuando fue detenido en julio de 2006 a la salida de un hotel de Madrid con pasaporte falsificado. Colombia colabora con Espa?a para aclarar el homicidio.
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