Madurez bien entendida

Cuenta Antonio Luque que el ¨¦xito le pill¨® por sorpresa. "Not¨¦ que, de repente, empezaba a venir m¨¢s gente a los conciertos y que recib¨ªa m¨¢s atenci¨®n en los medios. Pero todo en una escala normal, no me he hecho rico ni much¨ªsimo menos".

Porque este sevillano de 38 a?os, alto, canoso y de voz grave, llevaba casi una d¨¦cada grabando discos bajo el seud¨®nimo de Sr. Chinarro cuando su octavo ¨¢lbum, El fuego amigo, le permiti¨®, por fin, dejar su trabajo como encargado en la planta andaluza de Bollycao. "A m¨ª me gustar¨ªa que Chinarro fuera un grupo con tres discos y que Ronroneando fuera el tercero. Quiz¨¢s deber¨ªa haber cambiado el nombre. Yo nunca fui rocker, ni mod, ni nada, y me invent¨¦ un grupo en el que me escond¨ªa haciendo letras en ocasiones demasiado raras. A algunos les siguen gustando, pero con la mayor¨ªa de las canciones de mis primeros discos me siento un poco rid¨ªculo. Ser¨ªa un anacronismo si intentara tocarlas ahora", rememora.

"Unos me toman por gracioso, otros me tienen por un ogro", dice Luque

En su p¨¢gina 'web' ya ha colgado canciones de su pr¨®ximo disco

Ronroneando es realmente su d¨¦cimo ¨¢lbum. Editado en 2008, ha sido incluido en casi todas las listas de lo mejor del a?o. Esta noche ser¨¢ el n¨²cleo central del concierto que Sr. Chinarro dar¨¢ en la sala Joy Eslava, un local con capacidad para 1.400 personas. Muchos de ellos aut¨¦nticos chinarristas, admiradores rendidos de este m¨²sico superviviente de la primera hornada del indie espa?ol de los noventa. "?Qu¨¦ es el chinarrismo? No lo s¨¦. Hay gente que me toma por gracioso, otros me tienen por un ogro. Digamos que es una corriente en torno a mi persona para la que no estoy preparado. Y si es una cosa estrictamente musical, digamos que es que hay gente que disfruta escuchando a Chinarro. Y espero que cada vez sean m¨¢s", cuenta con esa timidez que le hizo ganar su reputaci¨®n de t¨ªo raro, de mal car¨¢cter, que viv¨ªa en un mundo personal y acorazado. "Cuando uno se va haciendo mayor, va siendo m¨¢s claro y tiene menos verg¨¹enza de escribir lo que piensa. Ya has encontrado tu sitio en el mundo, no andas pidiendo disculpas por todo. Soy as¨ª, y voy a usar mi capacidad de hacer canciones para intentar explicarme", confiesa.

Luque no tiene reparos en autoinculparse. No es el mundo injusto el culpable de los a?os de ostracismo del indie, esa etiqueta maldita que ha hecho que canciones perfectamente radiables pasaran desapercibidas al gran p¨²blico. "Es cierto que los grandes medios de comunicaci¨®n han pasado a?os ignor¨¢ndonos, cuando no burl¨¢ndose de nosotros, pero merecidamente. Hemos hecho las cosas muy mal. El fuego amigo fue el primer disco en el que emple¨¦ para grabar m¨¢s de una semana. Y me cost¨® ser un poco m¨¢s accesible. Pens¨¦ que quiz¨¢s iba a perder lo poco que ten¨ªa. Los que quedamos de esa ¨¦poca intentamos hacer las cosas un poco mejor y no sentirnos aislados. Con Internet me sorprende que hay gente que escucha a Chinarro que no es indie, eso se acab¨®". La Red le ha dado una nueva vida. Gracias a su p¨¢gina en MySpace ha descubierto que tiene un notable n¨²mero de seguidores en Latinoam¨¦rica. De hecho, acaba de volver de tocar en Brasil. Y en esa p¨¢gina ha ido colgando los temas que va componiendo para lo que ser¨¢ su pr¨®ximo disco, que tiene como t¨ªtulo provisional El falso t¨²nel de Carlos Haya.

"Yo es que estoy grabando un disco y ya estoy presentando canciones para el siguiente. Los discos no se terminan, se entregan. Es como el tiempo: ?qu¨¦ tal fue el 2008? No s¨¦. ?Y por qu¨¦ tiene que haber una barrera entre el 31 de diciembre y el 1 de enero? En la vida del que compone lo que ocurren son canciones, no discos. Eliges unos d¨ªas para grabar, seleccionas los mejores temas que crees que has compuesto. Pero ya est¨¢. Yo llevo a?os queriendo hacer algo que hacen los que tienen un estudio en su casa: grabar las canciones seg¨²n las vas componiendo. Entonces, finalmente, la palabra ¨¢lbum tendr¨ªa sentido. Ser¨ªa como coger las fotos que est¨¢n desordenadas en un caj¨®n y ponerlas bonitas. Y para la calle".