El ejemplo de Estados Unidos
De nuevo, de la primera, en el tiempo, democracia constitucional liberal y democr¨¢tica del mundo occidental, nos ha llegado el ejemplo, de c¨®mo se puede hacer frente a la crisis m¨¢s grave, compleja y global, financiera y econ¨®mica, que no s¨®lo Occidente, sino pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses, est¨¢n padeciendo.
Ya fue ejemplar y fascinante la elecci¨®n de un hombre de color para presidente, en estos momentos, de Estados Unidos. La elecci¨®n de Barack Obama cambi¨® radicalmente la imagen de esa naci¨®n, creo no equivocarme, en los cinco continentes del planeta, en los que abri¨® un tiempo de esperanza y de confianza.
Obama despert¨® tambi¨¦n esperanza, confianza en s¨ª mismos y entusiasmo en la gran mayor¨ªa del pueblo americano, y persigui¨® su unidad con el Nosotros podemos, nosotros podemos cambiar el rumbo de este pa¨ªs, transformando en entusiasmos, optimismo y decisi¨®n el pesimismo y ambiente de derrota, que no hab¨ªa dejado de crecer y extenderse, con la ag¨®nica, desastrosa Administraci¨®n y crasos errores del presidente Bush.
Las medidas adoptadas tienen un efecto positivo en el aumento del consumo y en la inversi¨®n
Con la pol¨ªtica de la oposici¨®n actual aumenta el miedo a consumir y a invertir
Ejemplar ha sido la designaci¨®n de los altos cargos de su equipo en el que figuran miembros de administraciones anteriores, incluso republicanos; como lo ha sido las designaciones hechas hasta el d¨ªa de hoy de los miembros de su Gobierno donde de nuevo el Nosotros podemos, se refiere por igual a dem¨®cratas y republicanos y a todas las personas de val¨ªa y experiencia que est¨¦n dispuestos a perseguir ese objetivo com¨²n de superar la situaci¨®n actual y devolver a Estados Unidos, no ya su papel de preponderante potencia mundial, sino la autoridad moral que hab¨ªa perdido.
Ha acertado otra vez se?alando como objetivo prioritario, hacer frente y conseguir superar la crisis financiera y la recesi¨®n, que puede acabar en depresi¨®n, y el r¨¢pido aumento del desempleo. Tanto en las medidas que sin cuantificar ha anunciado, como en todo lo que est¨¢ haciendo y antes de su investidura como presidente electo, deja claro, otra vez, que el Nosotros podemos no se refiere s¨®lo a sus seguidores votantes, sino a todos los ciudadanos de Estados Unidos, incluidos los m¨¢s pobres y necesitados,
Estoy convencido de que como la Econom¨ªa ha sido y es Econom¨ªa Pol¨ªtica, que se logre un pueblo unido, decidido y al que se ha devuelto la esperanza, es una baza important¨ªsima, para hacer frente y superar la tremenda crisis que, ellos, Europa y el mundo, padecemos. Los americanos saben que el nuevo Gobierno de Estados Unidos ya est¨¢ trabajando bajo el impulso y direcci¨®n de Obama, su joven presidente, en las medidas y planes de todo tipo que se pondr¨¢n en
siguientemarcha al d¨ªa siguiente de su toma de posesi¨®n, para hacer frente a la crisis financiera, a la industrial, al aumento del paro, a la recesi¨®n y, si llega, al inicio de la depresi¨®n, unidos expertos y pol¨ªticos independientes, del partido republicano y dem¨®crata.
No es eso lo que est¨¢ ocurriendo en nuestra democracia constitucional, liberal y parlamentaria. Hemos visto el intento de desgastar al Gobierno, forz¨¢ndole a retirar el Presupuesto, que era ya antic¨ªclico, al prever un d¨¦ficit importante, aunque no sea bastante, lo que hubiera supuesto que hubiera quedado vigente el Presupuesto anterior, con lo que las medidas anticrisis se demorar¨ªan forzosamente; y los que lo ped¨ªan, saben que el Presupuesto del Estado empieza su confecci¨®n, por lo menos, seis meses antes de su presentaci¨®n a las Cortes; como saben, que en la Comisi¨®n Presupuestaria se pueden presentar y discutir todas las enmiendas que quieran presentarse, como ocurri¨®.
El argumento de que la situaci¨®n y, por tanto, los datos de que se parti¨® ya eran cuando se present¨® (y cuando se aprob¨®) otros peores que los previstos, no es tampoco v¨¢lido; primero, porque en esta crisis los datos est¨¢n cambiando continua e inesperadamente (v¨¦ase lo que acaba de ocurrir con la estafa de Madoff y sus consecuencias tambi¨¦n globales), segundo, si el d¨¦ficit previsto en el Presupuesto de un 1,45% ya era en s¨ª mismo antic¨ªclico, aunque los ingresos presupuestarios previstos ahora son menores y den lugar a un d¨¦ficit mayor (algo menor del 3%, seg¨²n las previsiones del Ministerio de Econom¨ªa) todav¨ªa ser¨¢ m¨¢s expansivo, lo que no deja de tener aspectos positivos, en un momento en el que la inflaci¨®n est¨¢ bajando porque bajan los precios del petr¨®leo y de los art¨ªculos de consumo, y tambi¨¦n baja el tipo del inter¨¦s b¨¢sico del Eur¨ªbor.
Adem¨¢s, el aumento de gastos p¨²blicos: en obras p¨²blicas, que compensar¨¢, en parte, el aumento del paro, tanto m¨¢s cuanto m¨¢s sean las obras puestas en marcha en el primer semestre del pr¨®ximo a?o; el aumento en gastos de Investigaci¨®n y Desarrollo y en Educaci¨®n, son todas medidas anticrisis que, adem¨¢s, aumentan el capital f¨ªsico y humano, productivo de nuestro pa¨ªs a medio y largo plazo (sobre todo los gastos de Educaci¨®n e Investigaci¨®n).
Desde posiciones neoliberales e incluso desde la doctrina econ¨®mica cl¨¢sica, se puede preconizar la austeridad y la rebaja de impuestos, como las dos medidas a adoptar en esos momentos. Para los partidarios de las medidas de austeridad, ser¨ªan criticables el aumento del salario m¨ªnimo, la mejora de las pensiones m¨¢s bajas, y en general el mantenimiento o incrementos de los gastos sociales. Sin embargo, las medidas adoptadas, dejando aparte las razones morales y de solidaridad social, que son muy, muy importantes, tienen todas ellas un efecto positivo en el aumento del consumo.
Las rebajas fiscales tendr¨ªan, efectivamente, un efecto expansivo tanto en el caso del consumo como de la inversi¨®n; pero esos efectos se pueden conseguir tambi¨¦n mediante el empleo de subvenciones p¨²blicas selectivas a sectores en crisis, con l¨ªneas especiales de cr¨¦dito, como las abiertas en el ICO para las pymes, y la previsible bajada de los tipos de inter¨¦s tanto de las entidades financieras como del Banco Europeo. La supresi¨®n del impuesto del patrimonio debe provocar, en la extensa y sufrida clase media, un aumento del consumo o del ahorro, es decir (Keynes dixit) de la inversi¨®n. Pienso, adem¨¢s, que ante la complejidad de esta crisis, se deben ir adoptando nuevas medidas para ir resolviendo los problemas nuevos o el agravamiento de los actuales. A mi juicio, ni los gobiernos ni las empresas deben encerrarse en esquemas r¨ªgidos de soluciones; no servir¨ªan para esta situaci¨®n tan compleja. Un problema importante, recordando que la Econom¨ªa es Econom¨ªa Pol¨ªtica, es que el principal partido de la oposici¨®n haya tomado como l¨ªnea principal de su labor de cr¨ªtica al Gobierno, no tanto de las medidas que ¨¦ste adopta para ir haciendo frente a los graves problemas que Espa?a tiene planteados, sino su permanente descalificaci¨®n de las medidas, del presidente del Gobierno y de su vicepresidente Econ¨®mico. Creo que ser¨ªa m¨¢s serio, eficaz y m¨¢s respetuoso con los ciudadanos todos, hacer una cr¨ªtica seria y profunda de las medidas, hasta ahora descalificadas sin m¨¢s. Al menos por sus t¨ªtulos, parece que los portavoces de la derecha, deben estar capacitados para hacerla. Con la pol¨ªtica de oposici¨®n actual, quiz¨¢s, no es seguro, se puedan ganar votos, pero, a mi juicio, desune, confunde, y aumenta a¨²n m¨¢s el miedo de muchos de los consumidores e inversores, que les han votado, a consumir e invertir.
Precisamente en estas circunstancias proponerse unir a todos los espa?oles, sin excepciones, para hacer frente a esta grave, grav¨ªsima situaci¨®n, querer fomentar en todos la firme decisi¨®n de superarla, reafirmar la esperanza de que podemos conseguirlo, es tan necesaria como cualquier medida fiscal o econ¨®mica que se adopte. En esa actitud responsable, tambi¨¦n cabe la cr¨ªtica democr¨¢tica, seria y fundamentada de medidas y decisiones; sobre todo si se llegara a una colaboraci¨®n, cr¨ªtica si se quiere, para lograr ir superando la crisis en la que el mundo y nosotros, estamos inmersos. Tambi¨¦n nosotros podemos. Pero... ?qu¨¦ lejos estamos del ejemplo actual de los Estados Unidos!
Alberto Oliart, ex ministro con Adolfo Su¨¢rez y Leopoldo Calvo-Sotelo.
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