La extranjera maltratada opta a permiso laboral

El plan para atender a las extranjeras v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero, que ayer aprob¨® el Consejo de Ministros, contempla la posibilidad de otorgarles permiso de trabajo. No ser¨¢ algo autom¨¢tico, pero se prev¨¦ para aquellas inmigrantes con orden de protecci¨®n que obtengan, por su condici¨®n de v¨ªctimas, el permiso de residencia temporal, y tambi¨¦n para las que han llegado por reagrupaci¨®n familiar y se encuentran ante una situaci¨®n de maltrato acreditado. Son modificaciones que se han incluido en la reforma de la ley de Extranjer¨ªa.

El Gobierno, por sus consultas a las organizaciones que trabajan con inmigrantes, es consciente de que las extranjeras irregulares temen denunciar a sus agresores por miedo a ser expulsadas, aunque en la pr¨¢ctica esto nunca hab¨ªa pasado. No es el caso de las mujeres reagrupadas, que no pierden su condici¨®n de residentes, pero sin trabajo tampoco est¨¢n en las mejores condiciones para emprender una vida independiente.

Desde Amnist¨ªa Internacional (AI), que ha denunciado en numerosas ocasiones la debilidad de estas mujeres ante el maltrato machista, aplaudieron el anteproyecto "porque contempla la posibilidad de ofrecerles el permiso de trabajo, algo fundamental para rehacer su situaci¨®n econ¨®mica y poder independizarse del agresor", explic¨® Mar¨ªa Naredo. Pero el jarro de agua fr¨ªa, dijo Naredo, es que no se encuentra en ese anteproyecto garant¨ªa alguna de que sea retirada la orden 14/2005, "que establece la apertura de un expediente de expulsi¨®n para las inmigrantes irregulares que no obtienen una orden de protecci¨®n cuando denuncian, y una sentencia condenatoria firme para el agresor", dijo. "Esto es algo que no siempre pasa, y, aunque al final de los tr¨¢mites se acabe con esa sentencia condenatoria al agresor, durante ese periodo la mujer maltratada vive bajo la espada de Damocles de que, por ¨²ltimo, sea expulsada. No entramos en cu¨¢ntas puedan denunciar en falso para obtener la residencia, pero s¨ª hemos constatado los muchos casos en que mujeres maltratadas no osan acercarse a una comisar¨ªa por miedo", dijo ayer Naredo.

Para Consuelo Abril, presidenta de la Comisi¨®n de Investigaci¨®n de Malos Tratos a Mujeres, obtener un permiso de trabajo es una condici¨®n "fundamental", pero tambi¨¦n advirti¨® de que muchas espa?olas tampoco tienen un sustento econ¨®mico garantizado. Pero advirti¨® de que "quiz¨¢ se est¨¢ escorando en exceso el discurso, haciendo ver que si las cosas fallan es por la fatalidad de otras culturas contra cuyos argumentos, atrasados, nada se puede hacer. Y no es cierto, el problema es de todos y todos tienen que ver sus derechos reconocidos en un Estado de derecho".

El plan aprobado ayer, en el que han participado varios ministerios, establece una formaci¨®n espec¨ªfica para los profesionales que han de atender tanto en los servicios m¨¦dicos como judiciales a estas mujeres. Esta formaci¨®n incluir¨¢ la ayuda en varios idiomas y las revisiones m¨¦dicas efectuadas por mujeres cuando la cultura de algunas inmigrantes as¨ª lo demande.

Los ¨²ltimos datos sobre violencia de g¨¦nero arrojan un desequilibrio entre el peso de la poblaci¨®n inmigrante en Espa?a y los casos de maltrato registrados entre extranjeros. Adem¨¢s, las estad¨ªsticas constatan que los mensajes publicitarios han ido calando entre los espa?oles, cuya incidencia en las cifras de maltrato ha disminuido, pero no as¨ª entre los inmigrantes. El plan establece acuerdos con otros pa¨ªses y campa?as de sensibilizaci¨®n entre los inmigrantes, incluidas algunas dirigidas espec¨ªficamente a los hombres extranjeros.

La cultura de la que algunos provienen as¨ª como la escasa red familiar y social de las v¨ªctimas propician situaciones de maltrato que se desenvuelven bajo un aspecto de legitimidad, reconoce el texto aprobado ayer. Se trata, dicen, de aproximar la informaci¨®n y los recursos a una poblaci¨®n menos proclive a encontrarlos.