Bank of America recibe una inyecci¨®n p¨²blica para digerir Merrill Lynch

Wall Street sigue necesitando de la mano del T¨ªo Sam. El flotador p¨²blico se lanz¨® ayer sobre Bank of America, la mayor entidad financiera de EE UU, con una intervenci¨®n valorada en 138.000 millones de d¨®lares (104.000 millones de euros). El rescate es similar al pactado con Citigroup hace dos meses y debe ayudarle a absorber Merrill Lynch. Ambas entidades anunciaron ayer p¨¦rdidas masivas. BoA cerr¨® el cuarto trimestre con 1.790 millones en rojo, y ayer ca¨ªa en Bolsa m¨¢s de un 13%. Citi se dej¨® 8.300 millones (6.352 millones de euros), y divide su estructura en dos unidades de negocio.

Las p¨¦rdidas trimestrales de Citigroup, la entidad m¨¢s afectada por la crisis financiera, elevan el negativo acumulado durante el conjunto del a?o hasta los 18.720 millones de d¨®lares. Desde el estallido de las hipotecas subprime hace a?o y medio, el agujero de la entidad asciende a 28.550 millones y las provisiones anunciadas superan los 92.000 millones.

La entrada en el capital y la compra de activos asciende a 104.000 millones

Citigroup aprovech¨® la presentaci¨®n de los resultados para confirmar que pone fin al modelo de supermercado financiero creado hace una d¨¦cada por Sandford Weill. Para ello divide el negocio bancario en dos unidades: Citicorp, que se dedicar¨¢ a las operaciones bancarias en m¨¢s de un centenar de pa¨ªses, y Citi Holding, que se har¨¢ cargo de la gesti¨®n de los activos a riesgo, del negocio de corretaje y de las finanzas de consumo.

El cambio de estructura en Citigroup comenz¨® a inicios de la semana, cuando anunci¨® que ced¨ªa el control mayoritario de Smith Barney, su filial de corretaje, a Morgan Stanley. A cambio recibi¨® 2.700 millones de d¨®lares. Pero este paso no fue suficiente para disipar los temores que sobrevuelan por Wall Street sobre la viabilidad de la entidad, lo que provoc¨® que sus t¨ªtulos perdieran este mes un 43% de su valor.

Bank of America se sum¨® al carro de las p¨¦rdidas en el cuarto trimestre, que contrastan con un beneficio neto de 268 millones hace un a?o. Para el conjunto del ejercicio, las ganancias ascendieron a 4.010 millones. Pero Kenneth Lewis, su consejero delegado, dijo ayer que el deterioro de los activos que est¨¢n en la cartera de Merrill Lynch est¨¢ siendo mucho mayor de lo que anticiparon.

Los n¨²meros reflejan por qu¨¦ necesitaba la inyecci¨®n p¨²blica. Merrill Lynch registr¨® unas p¨¦rdidas en el trimestre de 15.310 millones. Adem¨¢s, est¨¢ absorbiendo la hipotecaria Countrywide y el banco LaSalle. Para facilitar la integraci¨®n del banco de inversi¨®n, el Tesoro, la Reserva Federal y el fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos inyectan 20.000 millones adicionales en el capital y respaldar¨¢n p¨¦rdidas en el valor de los activos por 118.000 millones como m¨¢ximo.

El BoA, que ya recibi¨® en oto?o 25.000 millones del fondo de estabilidad financiera, asumir¨¢ los primeros 10.000 millones en p¨¦rdidas y Washington cubrir¨¢ el 90% de lo que vaya m¨¢s all¨¢. A cambio, emitir¨¢ 24.000 millones en acciones preferentes y elimina pr¨¢cticamente el dividendo, que deja en un centavo de d¨®lar.

La nueva garant¨ªa es similar a los 306.000 millones acordados a finales de noviembre pasado con Citigroup. Lewis reconoci¨® ayer que el banco lleg¨® a plantearse la posibilidad de retirarse de la compra de Merrill Lynch, y esta eventualidad fue lo que forz¨® al Tesoro y la Fed a mover ficha, para evitar que el colapso de la operaci¨®n arrastrara con el sector financiero y la econom¨ªa.

El caso de Citigroup puede ser un referente, por la separaci¨®n que hace entre banco "bueno" y "malo". Es una idea que estaba contemplada originalmente en el fondo de rescate. Timothy Geithner, actual presidente de la Reserva Federal de Nueva York, podr¨ªa ser m¨¢s preciso sobre la cuesti¨®n durante la audiencia del viernes en el Senado para designarle como secretario del Tesoro.

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, tambi¨¦n se refiri¨® a esta idea el martes, al abordar en un discurso en Londres las nuevas v¨ªas que las autoridades federales tienen para inyectar capital en los bancos con problemas financieros. Y sin decir la palabra nacionalizaci¨®n, sugiri¨® que el Gobierno podr¨ªa acabar haci¨¦ndose con una buena parte de los bancos si el capital privado no fluye.