"Ya estoy a prueba de centrifugadora"
Una vocecilla cordial a trav¨¦s del tel¨¦fono la precede: "Disc¨²lpame, llego en cinco minutos". Cuando aparece (cuatro minutos m¨¢s tarde), resulta menuda y bajita frente al orondo ma?tre. Camina con decisi¨®n, como un cohete. Planta dos besos; disminuye potencia; apaga motores. "Soy AnaBru", dispara as¨ª, como una sola palabra. "Mi familia es la de las lavadoras Bru. Buen¨ªsimas, en casa todav¨ªa las tenemos". Aparece apenas maquillada, con unas lev¨ªsimas ojeras: bolso de piel de serpiente, portafolios de Louis Vuitton, guantes negros brillantes, brillante el reloj, brillante el collar, pendientes muy, muy brillantes... Directa, decidida. "Eleg¨ª el Flash porque voy much¨ªsimo al que hay en Barcelona. Es as¨ª como muy gal¨¢ctico. Luego te contar¨¦ todo sobre eso, Virgin Galactic, ?qu¨¦ quieres saber?".
La heredera de las lavadoras Bru ser¨¢ pionera en Espa?a en turismo espacial
Mira a las mesas contiguas y decide que "estamos muy justas". "?Te parece que le diga al ma?tre qui¨¦n soy, lo que vamos a hacer...?". Parece esperar la respuesta apenas por cortes¨ªa mientras vuelve a elevarse como el Sp¨²tnik para aterrizar escaleras abajo y regresar con la respuesta positiva del responsable de sala.
Es Ana Bru, la primera mujer espa?ola que viajar¨¢ al espacio en viaje tur¨ªstico con Virgin Galactic. Una traves¨ªa de dos horas y media que le permitir¨¢ experimentar la ingravidez durante cuatro minutos y divisar la Tierra desde una altura de 110 kil¨®metros. Total: 140.000 euros. Un coste que, dice, est¨¢ amortizando desde que se apunt¨® en 2007. Pide agua para mojar la espera y "nada de picar". "Comeremos. Tengo hambre", decide.
Nueva mesa, misma sonrisa, ma?tre a sus pies. Salvo terminar Derecho -"me quedan cuatro asignaturas, tal vez alg¨²n d¨ªa lo acabe"-, Bru (46 a?os) consigue "siempre" lo que se propone: "Cuando visualizo una cosa es que va a pasar". No abre la carta: "Tortilla de berenjenas y Monty con virutas. ?Y t¨²?". Trat¨¢ndose de una profesional cuyo trabajo en su exclusiva agencia de viajes, Bru&Bru, es escoger lo mejor de lo mejor no hay duda: tortilla y hamburguesa con virutas.
"Mmm, fin¨ªsima", recibe Bru. Y, entre bocados generosos a la tortilla, cuenta el principio de la aventura que la llevar¨¢ a ponerse el traje espacial este mismo a?o. "Viajaba mucho con mi padre de ni?a, cuando nadie lo hac¨ªa: Selva Negra, Par¨ªs... Le admiraba. Era como vivir en un sue?o, en una pel¨ªcula". Ahora no tiene vacaciones, ni apenas tiempo libre y es su hija la que recorre el mundo con ella y saca "todo lo no material" de lo que hace. Pero llega donde muchos ni siquiera sue?an y hace de los sue?os su realidad. Trabaja para empresarios, deportistas... Sabe qu¨¦ quieren y cu¨¢l es su viaje. "El viaje de lujo ya est¨¢ inventado -?te gusta la tortilla?-, nosotros dise?amos experiencias", enfatiza. "Nuestro trabajo es estar descubriendo siempre: fiordos donde nadie ha navegado, monta?as sin nombre...".
En el colmo de las experiencias viajar¨¢ al espacio en el asiento n¨²mero 42 de la Spaceshiptwo de Virgin Galactic. Su agencia es el ¨²nico agente espacial acreditado por el millonario Richard Branson y la catalana no ofrece "nada que no haya probado". Como la Monty y las virutas (de calabac¨ªn), una exquisitez que devora con apetito y a tenedor lleno.
As¨ª que en 2008 hizo lo que "nunca hab¨ªa hecho de ni?a" en las lavadoras Bru: se meti¨® en la centrifugadora. Prueba de fuego previa a su periplo espacial. Despu¨¦s de eso, no le quedan mariposas en el est¨®mago. Le puede m¨¢s "la curiosidad que el miedo". "Cada viaje me aporta algo y lo del espacio... va a ser definitivo".
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