El fraude a la Seguridad Social implica a mil personas en Granada

M¨¢s de mil personas est¨¢n ya implicadas en el supuesto fraude a la Seguridad Social en Granada, cuya operaci¨®n contin¨²a abierta. Al igual que la cifra de implicados, tambi¨¦n va en aumento la cantidad defraudada: unos siete millones de euros. La investigaci¨®n intenta comprobar asimismo la existencia de una posible trama de obtenci¨®n il¨ªcita de permisos de residencia. De momento, se han detectado tres casos de ciudadanos marroqu¨ªes que habr¨ªan obtenido as¨ª el permiso.

Es una de las tres derivaciones de la denominada operaci¨®n Genil que investiga la actividad de doce empresas falsas por la que ingres¨® en prisi¨®n uno de sus supuestos responsables. En primer lugar, se investigan las afiliaciones ficticias de trabajadores a la Seguridad Social. Las empresas no abonaban la cuota correspondiente y de ah¨ª la deuda generada, que asciende ya a unos siete millones de euros, a falta de investigar a siete de ellas.

En segundo lugar, se investigan las prestaciones indebidas que han podido percibir los supuestos trabajadores por desempleo u otros motivos, una vez finalizada la relaci¨®n laboral con dichas empresas; y por ¨²ltimo el posible uso de estas afiliaciones a la Seguridad Social ficticias vinculado a los permisos de residencia de extranjeros. "Se podr¨ªan haber utilizado las altas en la Seguridad Social para conseguir permisos de residencia en Espa?a", incidi¨® ayer el subdelegado del Gobierno, Antonio Cruz.

Pago de 500 euros

Los responsables de las empresas Otipac Obras y Reformas y Arnusa Obras y Reformas est¨¢n acusados de falsificaci¨®n en documento p¨²blico. Algunas de las empresas investigadas ten¨ªan escasa actividad laboral y otras, ninguna. Pese a ello, se daba de alta a los supuestos trabajadores previo pago de unos 500 euros y se les manten¨ªa un tiempo en esa situaci¨®n. Los empresarios ficticios cobrar¨ªan as¨ª subvenciones y los empleados el paro despu¨¦s.

Las empresas en la modalidad de subcontratas formaban el entramado controlado por el cabecilla de la trama, C. I. A. N., en prisi¨®n preventiva. Los 97 imputados de la primera fase no pudieron, en su mayor¨ªa, identificar los lugares donde habr¨ªan desarrollado supuestamente el trabajo para el que fueron contratados.