La uni¨®n de lluvias, mareas y vientos dispar¨® la turbidez del Guadalquivir

Los elevados niveles de turbidez y salinidad registrados durante 2008 en el estuario del r¨ªo Guadalquivir se debieron a causas naturales. La Junta de Andaluc¨ªa encarg¨® varias investigaciones tras alertar los arroceros de los perjuicios que provocaban estas concentraciones. Y ayer los expertos presentaron sus conclusiones en la mesa de seguimiento creada para estudiar el incremento de lodos en el r¨ªo. Varios investigadores de las universidades de C¨®rdoba, Granada y C¨¢diz han determinado que "estos episodios de turbidez y salinidad se deben a fen¨®menos naturales que coincidieron en un espacio temporal concreto". Entre estos factores est¨¢n las intensas lluvias, algunos episodios de fuertes vientos de Levante y las bajas presiones que hicieron subir la marea.

La estaci¨®n de control de Puebla del R¨ªo (Sevilla), la m¨¢s cercana a los arrozales, lleg¨® a registrar 5,3 gramos de sal por litro durante el verano de 2008. Estos niveles est¨¢n ahora en los 1,3 gramos de sal por litro, similares a los registrados antes de que se detectaran los primeros problemas en 2007. En cuanto al nivel de turbidez, la concentraci¨®n de barro lleg¨® a los 1.500 miligramos en suspensi¨®n por litro el pasado verano en Sanl¨²car de Barrameda (C¨¢diz). Esta concentraci¨®n ronda los 100 miligramos actualmente.

El catedr¨¢tico de la Universidad de Granada Miguel Losada ha sido uno de los encargados de analizar este asunto. Su conclusi¨®n es que se encadenaron varios factores naturales que provocaron que el estuario tardara en renovar sus aguas nueve meses. Ese proceso s¨®lo dura 14 d¨ªas en circunstancias normales. Este fen¨®meno se volver¨¢ a repartir si no se toman medidas, alert¨® ayer el investigador: "El estuario est¨¢ enfermo" y hay que controlar los vertidos y los dragados para que no vuelva a ocurrir. Son medidas "a largo plazo", a?adi¨®.

Losada reprodujo ayer la secuencia que provoc¨® la acumulaci¨®n de barro el a?o pasado: "En 2007 se dio un per¨ªodo largo sin lluvias hasta que en el mes de noviembre se registraron fuertes precipitaciones". Desde uno de los pantanos se tuvo que liberar agua, "que arrastr¨® sedimentos hasta el estuario". La renovaci¨®n del agua se hubiera realizado en dos semanas. Pero el proceso no se complet¨® porque las mareas y el viento devolv¨ªa al r¨ªo los lodos. A estas circunstancias se uni¨® que en abril de 2008 se volvieron a registrar fuertes lluvias, con lo que el proceso de arrastre de sedimentos hasta el estuario se volvi¨® a repetir. "Se produjeron dos oleadas fuertes y algunas peque?as en medio", se?ala Losada. Respecto a la incidencia que tuvieron los dragados del r¨ªo del Puerto y las obras del Metro de Sevilla, este investigador sostuvo que "son acciones comparativamente muy peque?as" para puedan estar detr¨¢s del fen¨®meno.