Obama reclama la aprobaci¨®n urgente de su plan de est¨ªmulo

Enfrentado al primer serio desaf¨ªo de oposici¨®n por parte de la minor¨ªa republicana, Barack Obama pidi¨® ayer concesiones a ambos partidos y un gran esfuerzo unitario para conseguir la aprobaci¨®n del plan de est¨ªmulo econ¨®mico a mediados del mes pr¨®ximo. Obama apel¨® a la urgencia de la situaci¨®n para resolver en pocos d¨ªas las considerables diferencias que hoy ponen en peligro el intento del nuevo presidente de obtener respaldo bipartidista a este multimillonario proyecto para revitalizar la econom¨ªa.

Despu¨¦s de dos d¨ªas en los que, por medio de decretos, se dedic¨® a desmontar el aparato de seguridad creado por George Bush con motivo de la guerra contra el terrorismo, Obama afront¨® ayer de lleno la tarea m¨¢s dif¨ªcil que tiene por delante y aquella por la que, probablemente, ser¨¢ juzgada su gesti¨®n: la econom¨ªa.

El objetivo es compensar a las principales v¨ªctimas de la crisis

Aparte de una reuni¨®n con los l¨ªderes del Congreso para discutir el paquete de est¨ªmulo, Obama dirigi¨® otra con los responsables del presupuesto y particip¨® en la primera de las reuniones diarias que ha establecido -igual que las que tradicionalmente mantiene el presidente con los servicios de espionaje y seguridad- con el equipo de asesores econ¨®micos, encabezado por el nuevo zar en la materia, Larry Summers.

"Las noticias que he recibido no son buenas", dijo Obama a los congresistas. Cerca de 600.000 personas se han sumado al paro en la ¨²ltima semana.

Guant¨¢namo o las torturas pueden parecer asuntos menores ante tan demoledora realidad. En todo caso son asuntos m¨¢s f¨¢ciles de resolver. "Estamos experimentando una crisis sin precedentes contra la que tenemos que actuar r¨¢pidamente", manifest¨® el presidente a los representantes parlamentarios de ambos partidos.

El instrumento para actuar es el paquete de est¨ªmulo de 825.000 millones de d¨®lares (636.000 millones de euros) que est¨¢ ya siendo discutido en el Capitolio. Obama tiene las manos atadas para intervenir hasta que ese dinero no sea liberado por el Congreso, y eso puede costar un poco m¨¢s de lo que hasta ahora parec¨ªa.

Los republicanos tienen varias reservas. Por un lado, creen que el plan, tal como est¨¢ dise?ado actualmente, no permite una actuaci¨®n inmediata en las ¨¢reas de la econom¨ªa que crean con mayor rapidez empleo, la necesidad m¨¢s acuciante. "Hace falta un plan de alivio r¨¢pido, no el cl¨¢sico y costoso gasto p¨²blico cargado de intereses particulares", declar¨® el l¨ªder republicano en la C¨¢mara de Representantes, John Boehner, uno de los principales cr¨ªticos de esta iniciativa.

Boehner y una mayor¨ªa de republicanos se quejan de que el paquete refleja demasiado los intereses de los dem¨®cratas. Creen que la parte del paquete dedicada a inversi¨®n -550.000 millones de d¨®lares- es demasiado grande, mientras que la parte dedicada a reducciones fiscales -275.000 millones de d¨®lares- es demasiado peque?a.

Adem¨¢s, objetan que las prioridades de inversi¨®n no se han hecho de acuerdo con la urgencia de revitalizar el mercado de trabajo. "Yo no creo que la subvenci¨®n de los anticonceptivos (que aparece en una partida de ayuda sanitaria) ayude a crear empleo", advirti¨® Boehner.

Las ayudas sanitarias, as¨ª como el aumento de los subsidios de desempleo y otras mejoras sociales forman parte del paquete de est¨ªmulo dentro del objetivo dem¨®crata de compensar a las principales v¨ªctimas de la crisis econ¨®mica, las familias pobres. Pero, ciertamente, los planes de inversi¨®n incluidos en ese proyecto han despertado cr¨ªticas m¨¢s all¨¢ del ¨¢mbito del partido de la oposici¨®n.

Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso tambi¨¦n ha advertido que el paquete de est¨ªmulo, tal como est¨¢ hoy, podr¨ªa no tener el impacto deseado a corto plazo. Algunas inversiones en infraestructuras y energ¨ªas renovables -las dos principales apuestas de Obama- no llegar¨ªan hasta 2010, y otras incluso hasta 2011.

El director de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca, Peter Orszag, ha respondido ya a su hom¨®logo en el Capitolio asegur¨¢ndole que se intentar¨¢ hacer el 75% de las inversiones en el primer a?o.

Obama admiti¨® ayer que "hay todav¨ªa algunas diferencias sobre la mesa, y entre la Administraci¨®n y el Congreso, sobre algunos detalles particulares del plan", pero prometi¨® trabajar a fondo para resolverlas. "El presidente est¨¢ dirigiendo personalmente este debate", asegur¨® la presidenta de la C¨¢mara de Representantes, Nancy Pelosi.

Obama reconoci¨® tambi¨¦n que, para los republicanos, enemigos gen¨¦ticos del incremento del gasto p¨²blico -la primera reacci¨®n de Boehner al conocer la cantidad de 825.000 millones fue un simple "?Dios m¨ªo!"- este es un paso muy dif¨ªcil de dar. Obama se va a reunir exclusivamente con los republicanos la pr¨®xima semana para ayudarles a dar ese paso.

Es posible que el presidente tenga ya los votos necesarios para la aprobaci¨®n del paquete de est¨ªmulo. Pero quiere hacerlo de forma bipartidista. El mensaje a Wall Street ser¨ªa as¨ª m¨¢s poderoso y sus propias convicciones se ver¨ªan mejor satisfechas.