Municipios sostenibles, una oportunidad
Desde hace meses es una constante escuchar y leer a diario sobre los m¨²ltiples y graves efectos de esta crisis de la que nadie se escapa, aunque algunos se proclamen inmune. Pero en paralelo saltan a la palestra propuestas y medidas para minimizar el impacto y abordar soluciones, bien sea desde la empresa privada, las asociaciones sectoriales, los gobiernos central, auton¨®mico y local, la Uni¨®n Europea u otras instituciones p¨²blicas internacionales.
Este maremagno de soluciones nos lleva a reflexionar de modo especial sobre la apuesta del Gobierno por las Administraciones Locales a trav¨¦s de la inyecci¨®n de 8.000 millones de euros a los municipios espa?oles para facilitar la creaci¨®n de puestos de trabajo y revitalizar la econom¨ªa local a trav¨¦s de nuevos proyectos de obra p¨²blica. Esto es, sufragar la rehabilitaci¨®n de inmuebles, los servicios municipales, la apuesta por la tecnolog¨ªa, la movilidad sostenible, la eliminaci¨®n de barreras arquitect¨®nicas o la seguridad vial, entre otras ¨¢reas.
Se necesitan soluciones tecnol¨®gicas innovadoras, creativas y flexibles para un nuevo urbanismo
Una gesti¨®n sostenible pone en valor el patrimonio inmobiliario y natural de una ciudad
L¨®gicamente, es una medida que los municipios deben adoptar de forma inminente, pues est¨¢ muy condicionada en el tiempo, pero tras esta inmediatez de actuaci¨®n existe el riesgo de acometer proyectos que, si bien tendr¨¢n los efectos positivos buscados a corto plazo, puede que no lo tengan despu¨¦s en el largo. Pensemos, por ejemplo, en una infraestructura que exige un consumo energ¨¦tico muy elevado; carecer¨¢ de sentido bajo el prisma del desarrollo sostenible.
Es evidente que esta medida deber¨ªa acelerar la adaptaci¨®n y respuesta de los municipios a sus desaf¨ªos en esta materia y ante su necesidad de planificar y redise?ar su modelo de crecimiento a largo plazo. Una estrategia que, en definitiva, configurar¨¢ el tipo de ciudad en el que viviremos en el futuro, esto es, si me lo permiten, c¨®mo seremos los humanos en los a?os venideros y cu¨¢les ser¨¢n nuestras prioridades y preocupaciones.
Para garantizar la calidad de vida de los ciudadanos, es un factor indispensable que una ciudad crezca de acuerdo con los fundamentos del desarrollo sostenible. Su aplicaci¨®n a la arquitectura, el urbanismo y la planificaci¨®n del territorio, la eficiencia energ¨¦tica o la conservaci¨®n y el aprovechamiento de recursos son clave ante el reto de las autoridades municipales de evolucionar en la direcci¨®n acertada.
Problemas como el cambio clim¨¢tico o la inestabilidad de los precios del combustible tienen consecuencias complejas y a veces sorprendentes en el ¨¢mbito local. Los nuevos entornos modifican los h¨¢bitos residenciales y vitales de los ciudadanos y, paralelamente, sus necesidades de bienestar. As¨ª, los consistorios deben adaptar el servicio prestado a los ciudadanos a los nuevos paradigmas y macrotendencias que est¨¢n marcando, en definitiva, la agenda municipal.
A pesar de estar tan manido, y en muchas ocasiones mal empleado, el desarrollo sostenible es la l¨ªnea estrat¨¦gica m¨¢s directa al progreso de las ciudades, sea cual sea su dimensi¨®n. De hecho, el desarrollo sostenible es para la Uni¨®n Europea el motor principal de la evoluci¨®n mundial. Los modelos de crecimiento que en ¨¦l se apoyan ofrecen nuevas y amplias perspectivas a los municipios, puesto que encierran un gran potencial de innovaci¨®n y dinamismo.
Una ciudad planificada y gestionada con criterios de sostenibilidad permite valorizar su patrimonio natural e inmobiliario as¨ª como los recursos socioecon¨®micos del municipio. Se consigue que las ciudades sean m¨¢s competitivas, atractivas, limpias y seguras y, en definitiva, posicionarse respecto a los criterios de bienestar y calidad de vida, la m¨¢xima para una ciudad del siglo XXI.
Por todo esto, los ayuntamientos -todos- necesitan optimizar sus inversiones y redirigir los modelos de crecimiento adoptados hasta ahora, tristemente caracterizados en muchos casos por el despilfarro de recursos, la ineficiencia energ¨¦tica, la falta de gesti¨®n de residuos o la degradaci¨®n del medioambiente urbano. ?sta ha de ser la apuesta: invertir de forma planificada. Cada ciudad es diferente, pero el reto y las oportunidades son comunes.
Bajo este contexto, la innovaci¨®n y las soluciones tecnol¨®gicas juegan un papel primordial. La mayor¨ªa de las orientaciones estrat¨¦gicas y tendencias adoptadas en la Uni¨®n Europea para adaptar los principios del desarrollo sostenible a las ciudades coinciden en prestar atenci¨®n a algunos de los aspectos, todos ellos b¨¢sicos en la planificaci¨®n urban¨ªstica, dotacional y tecnol¨®gica de los municipios del futuro, que abordo a continuaci¨®n.
Uno de estos puntos clave para las Administraciones P¨²blicas es la eficiencia energ¨¦tica. Los consistorios deben tender a una gesti¨®n integral de todos los servicios prestados a los ciudadanos desde la perspectiva de la eficiencia y del ahorro de energ¨ªa, desde el fomento del empleo en energ¨ªas renovables o el control del tr¨¢fico rodado, hasta un alumbrado p¨²blico m¨¢s eficiente y menos contaminante.
Otra l¨ªnea de actuaci¨®n a tener en cuenta por parte de los municipios es la conservaci¨®n del agua. Las ciudades requieren una importante red de distribuci¨®n, posibilidades de almacenamiento y de tratamiento del agua para su buen funcionamiento. Sin embargo, la Comisi¨®n Europea ha amenazado a Espa?a con emprender acciones legales por el incumplimiento de las normas comunitarias de tratamiento de aguas residuales en m¨¢s de 400 pueblos y ciudades el pasado mes de noviembre. La necesidad de construir nuevas centrales depuradoras es, por tanto, acuciante, y las administraciones han de enfocar sus inversiones en este ¨¢mbito hacia las nuevas tecnolog¨ªas de depuraci¨®n, reutilizaci¨®n o desalaci¨®n. Ahora bien, hay que tener presente que instalar una depuradora no es necesariamente sostenible, sino que ha de serlo el proyecto en su conjunto, orientado a minimizar su huella ecol¨®gica o impacto.
La gesti¨®n de los residuos y el tratamiento de olores son otros de los retos a los que se enfrentan los n¨²cleos urbanos ante el futuro y los ayuntamientos han de adoptar soluciones eficaces para gestionarlos siendo respetuosos con el medioambiente.
De hecho, los municipios de m¨¢s de 5.000 habitantes tienen la obligaci¨®n de recoger y tratar dichos residuos. Precisan, por tanto, soluciones innovadoras, por ejemplo, para el aprovechamiento del biog¨¢s proveniente de la fermentaci¨®n de los residuos urbanos, de lodos de depuradoras o desechos industriales, pues gracias a la tecnolog¨ªa pueden ser transformados en calor o electricidad para abastecer a los hogares de la zona.
Y otro aspecto m¨¢s de sostenibilidad de las ciudades va m¨¢s all¨¢ de lo medioambiental y est¨¢ relacionado con el confort y el bienestar de los seres humanos: la seguridad y la salud. Un equipamiento m¨ªnimo en diagn¨®stico por imagen puede reducir en un 30% la mortalidad del c¨¢ncer de mama en la poblaci¨®n femenina del municipio y la existencia de desfibriladores en equipamientos educativos, deportivos, culturales y estaciones, aeropuertos y otros edificios p¨²blicos puede, disminuyendo el coste de su tratamiento, aumentar el n¨²mero de vidas salvadas tras sufrir un infarto cardiaco o cerebral (la primera y la tercera causa de muerte en el mundo). Los ayuntamientos tienen el desaf¨ªo de conseguir ciudades m¨¢s seguras, especialmente ante el incremento de la delincuencia, teniendo en cuenta que dichas tecnolog¨ªas no han de ser invasivas y han de resultar casi imperceptibles en el d¨ªa a d¨ªa de los ciudadanos. Es lo que podemos llamar "tecnolog¨ªa invisible".
En definitiva, los municipios necesitan soluciones tecnol¨®gicas innovadoras, creativas y flexibles que contribuyan a poner en marcha un nuevo modelo de planificaci¨®n urban¨ªstica regida por principios de desarrollo racionales, destinados a favorecer el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos. Es la hora de transformar la utop¨ªa de la ciudad sostenible en una realidad y, aunque parezca mentira, la crisis est¨¢ dando una oportunidad.
Isabel Aguilera es presidente de General Electric para Espa?a y Portugal. Es tambi¨¦n arquitecto y urbanista.
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