Esquemas de la sociedad dual
La recesi¨®n pone en duda la fortaleza de nuestro Estado de bienestar, que no es universal
1. La primera fractura se da entre empleados y desempleados. Los ¨²ltimos han superado en 2008 los 3,2 millones de personas, casi un 14% de la poblaci¨®n activa (que es la mitad de la poblaci¨®n total del pa¨ªs). Pero ser parado s¨®lo es la primera pesadilla; peor es formar parte de uno de los 827.000 hogares en los que ninguno de sus miembros tiene puesto de trabajo, y p¨¦simo es estar incluido en ese ej¨¦rcito de reserva de 900.000 ciudadanos que no tienen seguro de desempleo. La recesi¨®n pone en cuesti¨®n la fortaleza de nuestro Estado de bienestar, que no es universal.
2. La velocidad y la profundidad de la recesi¨®n dan la raz¨®n a los que empiezan a calificarla de depresi¨®n. Hace s¨®lo un a?o que el presidente de Gobierno, Rodr¨ªguez Zapatero, pronostic¨® que se crear¨ªan dos millones de puestos de trabajo y el paro descender¨ªa hasta el 7%. Doce meses despu¨¦s, ese porcentaje es el doble y la Comisi¨®n Europea pronostica que llegar¨¢ al 19% de la poblaci¨®n activa durante el pr¨®ximo a?o.
Con ser espectacular el aumento del paro, lo es m¨¢s si se desagrega por tiempos: seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA), de los 1,2 nuevos parados del pasado ejercicio 609.000 son del periodo comprendido entre septiembre y diciembre. La tendencia es id¨¦ntica si se mide con las cifras del Ministerio de Trabajo: en los tres ¨²ltimos meses de 2008 se han dado los mayores incrementos mensuales de la historia (s¨®lo en diciembre, 140.000). A un ritmo de m¨¢s de 5.000 personas diarias en las colas del Instituto Nacional de Empleo (Inem), en ese trimestre el paro registrado aument¨® en m¨¢s de 500.000 personas. Los indicios permiten asegurar que la secuencia se agudiza en el presente trimestre.
3. Se deben incluir otras desagregaciones. Pero hay dos que sobresalen, la geogr¨¢fica y por pir¨¢mides de edad. Andaluc¨ªa y Canarias superan el 20% de la poblaci¨®n activa en paro (21,78% y 21,18%) seguidas de cerca por Extremadura (17,96%), Melilla (16,87%), Ceuta (16,32%) y Murcia (15,53%). El desempleo afecta m¨¢s a los hombres que a las mujeres, pero es entre los menores de 25 a?os en donde se da una tasa de paro verdaderamente insoportable: en un a?o ha crecido m¨¢s de 11 puntos y asciende al 29,1%, con lo que supone de falta de perspectivas para una generaci¨®n de ciudadanos.
4. A la aparente paradoja de que del mismo modo que crece el paro aumenta la poblaci¨®n activa, se le pueden a?adir reflexiones motivadas por la Proyecci¨®n de la poblaci¨®n de Espa?a a corto plazo 2008-2018, que tambi¨¦n acaba de publicar el INE. Este estudio pronostica que si durante el periodo 2002-2008 la poblaci¨®n residente en Espa?a creci¨® a un ritmo anual medio de 720.000 habitantes, en los pr¨®ximos a?os lo har¨¢ en torno a los 380.000. En cuanto a los inmigrantes, han representado entre el 84,4% y el 92,8% del crecimiento demogr¨¢fico anual durante el lustro 2002-2007; hoy, por la crisis econ¨®mica, la inmigraci¨®n exterior es el componente m¨¢s vol¨¢til e incierto en el futuro cercano. La hip¨®tesis contemplada es que la inmigraci¨®n sufrir¨¢ una severa correcci¨®n durante los a?os 2009 a 2011, pasando de los 958.000 inmigrantes registrados durante 2007 a los 442.000 en 2010; as¨ª, se producir¨¢ una estabilizaci¨®n de las entradas netas, con lo que las llegadas a Espa?a durante la pr¨®xima d¨¦cada ser¨¢n inferiores a los cinco millones de inmigrantes.
Ello se vincula a otro cambio de tendencia, tambi¨¦n desalentador: si hasta hace poco la mayor parte del paro se ha producido por un crecimiento de la poblaci¨®n activa que el mercado laboral fue incapaz de absorber (y en menor proporci¨®n por la mera destrucci¨®n de empleo), a partir de ahora va a ser al rev¨¦s: tendr¨¢ mayor peso la destrucci¨®n de puestos de trabajo que el aumento del n¨²mero de activos.
5. El a?o acab¨® con 841.000 cotizantes menos a la Seguridad Social. Aunque ¨¦sta sigue con super¨¢vit y con m¨¢s de 18,5 millones de personas que pagan sus cotizaciones (mayor n¨²mero que en cualquier otra ¨¦poca de la historia reciente de nuestro pa¨ªs), si esa cifra contin¨²a descendiendo como parece plantear¨¢ nuevas proyecciones sobre la viabilidad del welfare espa?ol (especialmente en materia de pensiones).
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