Un juez aprecia indicios de delito en la presunta trama de Madrid

Jos¨¦ Sierra, titular del juzgado n¨²mero 47 de Madrid, orden¨® ayer incoar diligencias en el caso de los espionajes en la Comunidad de Madrid, al hallar indicios de delito en la denuncia presentada por Ignacio Gonz¨¢lez, vicepresidente del Gobierno regional, sobre los dossiers que hac¨ªan referencia a dos de sus viajes al extranjero, uno p¨²blico y otro privado, en los ¨²ltimos ocho meses.

La actuaci¨®n del juez se une a la emprendida hace varios d¨ªas por el Fiscal Jefe de Madrid, Manuel Moix, que decidi¨® abrir una investigaci¨®n sobre los casos de espionaje que hab¨ªan denunciado el Gobierno de la Comunidad de Madrid, el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, y el ex consejero de Justicia de Madrid Alfredo Prada.

Los altos cargos citados en los partes siguen en n¨®mina de la Comunidad

Los seguimientos se produjeron durante la mayor batalla interna en el PP

Estos dos ¨²ltimos han sido objeto de seguimientos por un grupo de agentes que, seg¨²n apuntan en sus partes de espionaje, dependen de la direcci¨®n general de Seguridad Ciudadana de la Consejer¨ªa de Interior de la Comunidad de Madrid.

En dichos documentos, que acreditan el espionaje pol¨ªtico -y que EL PA?S puso a disposici¨®n de la Fiscal¨ªa de Madrid-, se detalla la dependencia de los supuestos esp¨ªas tanto del "director Sergio [Gam¨®n]", como de "Miguel [Casta?o]", subdirector de la direcci¨®n general de Seguridad Ciudadana cuando ocurrieron los hechos. Ambos altos cargos fueron destituidos de sus puestos en junio de 2008, aunque el Gobierno de Esperanza Aguirre los ha mantenido en n¨®mina con un salario de alto nivel en asuntos relativos a la seguridad.

Tanto el consejero de Interior, Francisco Granados, como el vicepresidente, Ignacio Gonz¨¢lez, y la presidenta, Esperanza Aguirre, han rechazado que hubieran dado orden para los seguimientos a pol¨ªticos en Madrid por parte de algunos de los trabajadores de la direcci¨®n general de Seguridad Ciudadana.

El titular del juzgado 47 de Madrid, Jos¨¦ Sierra, se centra en el caso del espionaje que sufri¨® Ignacio Gonz¨¢lez durante dos de sus viajes (uno p¨²blico y otro privado) al extranjero.

En el primero, realizado en la Semana Santa pasada, Gonz¨¢lez se traslad¨® a Johanesburgo junto a su amigo Pedro Antonio Mart¨ªn Mar¨ªn, y el empresario Enrique S¨¢nchez Gonz¨¢lez, propietario de las empresas Sagital y Segurisa. Los esp¨ªas elaboraron un dossier donde se apuntaba que S¨¢nchez Gonz¨¢lez, que ha recibido contratos multimillonarios en el Canal de Isabel II, que preside Ignacio Gonz¨¢lez, le hab¨ªa regalado el viaje a Johanesburgo. Las fotocopias de los billetes de avi¨®n reflejan que Gonz¨¢lez pag¨® su viaje y el de su mujer, 8.000 euros, en met¨¢lico. El vicepresidente asegur¨® a EL PA?S que lo hizo as¨ª porque le ven¨ªa bien.

El segundo viaje, en el que sufri¨® seguimientos con c¨¢mara oculta del que hay testimonios gr¨¢ficos, tuvo lugar a finales de agosto de 2008. Gonz¨¢lez se desplaz¨® como presidente del Canal de Isabel II hasta Cartagena de Indias (Colombia), donde fue fotografiado cuando entraba y sal¨ªa del hotel en el que se aloj¨®. Gonz¨¢lez relata en su denuncia ante el juzgado que, bas¨¢ndose en la informaci¨®n publicada por EL PA?S, podr¨ªa haber sido objeto "de distintos seguimientos parapolic¨ªas en los ¨²ltimos ocho meses durante una serie de viajes p¨²blicos y privados".

En la denuncia tambi¨¦n se resalta que el espionaje podr¨ªa haber afectado a otros altos cargos de la Comunidad de Madrid. Se refiere a los partes de seguimiento, publicados por este peri¨®dico, en que personal a sueldo de la Consejer¨ªa de Interior -y que citan expresamente a sus jefes- habr¨ªan seguido al vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, y al ex consejero de Justicia Alfredo Prada.

Los meses del seguimiento parapolicial por presuntos agentes de la Consejer¨ªa de Interior del Gobierno de Madrid -marzo, abril y mayo de 2008- coincid¨ªan con la mayor crisis interna del PP. Tanto Cobo como Prada se hab¨ªan situado del lado de Mariano Rajoy, y enfrente de Esperanza Aguirre, en la batalla por el poder dentro del partido.

En el mismo periodo precongresual, en mayo de 2008, el entonces tesorero nacional del Partido Popular, ?lvaro Lapuerta, denunci¨® ante su jefe, el presidente del partido, Mariano Rajoy, que ten¨ªa fundadas sospechas de que un aparato al servicio de la Comunidad de Madrid le estaba espiando. De hecho, en dos ocasiones le intentaron tomar fotograf¨ªas en distintos actos privados.

Aunque Lapuerta exculpa expresamente a Esperanza Aguirre del supuesto espionaje, se?ala que se hab¨ªa enfrentado a algunos dirigentes de su Gobierno en relaci¨®n con adjudicaciones de contratos que consideraba irregulares.