Este pueblo
No por mil veces repetido deja de ser menos impresionante. Me refiero a la capacidad que tienen los l¨ªderes nacionalistas vascos para hacer sentir a los que no lo son como extranjeros en su propia tierra. Que el lehendakari pueda decir "Ni el PP ni el PSE conocen este pueblo, no conocen sus problemas, no lo pueden liderar" y quedarse tan pancho. Como si los pol¨ªticos socialistas y populares vascos vivieran en Miami y vinieran aqu¨ª tan ricamente de vacaciones, a este lugar tan id¨ªlico donde pueden pasear relajadamente y hartarse de tomar pinchos sin preocuparse de si su espalda est¨¢ cubierta o no.
Tal vez, pong¨¢monos generosos, Ibarretxe podr¨ªa conceder que los populares y socialistas (y sumemos en adelante tambi¨¦n a los de UPyD, que probablemente consigan estrenarse en el Parlamento vasco) conocen los problemas de los ciudadanos vascos. Pero no que conocen a "este Pueblo", que es una cosa distinta, como sabemos. De esa misteriosa entidad lo que los pobres mortales conocemos es, sobre todo, que se la define como "sujeto colectivo" provisto de derechos y que su principal quitasue?o es la plena soberan¨ªa. Y, por supuesto, que seg¨²n sus portavoces es un organismo dotado de una ¨²nica voluntad, lo que le hace librarse de los vaivenes y quebraderos de cabeza que aquejan a las sociedades pluralistas, donde los cientos de miles de voluntades de otros tantos ciudadanos no dejan de contrastar y chocar entre s¨ª.
La curiosidad me ha llevado a echar una ojeada a las conclusiones del programa Think Gaur, presentadas hace pocos d¨ªas por el PNV. Como de costumbre, y a pesar de que se asegura que su punto de partida es la "reflexi¨®n sobre nuestra situaci¨®n actual", en las 68 p¨¢ginas del documento la palabra "Espa?a" brilla por su ausencia. Si bien es el ¨²ltimo de los cinco desaf¨ªos que se presentan para 2020 (innovaci¨®n, pol¨ªticas sociales, sostenibilidad, cultura y "Euskadi-Europa") el que aborda la cuesti¨®n soberanista, no cabe duda de que ¨¦sta planea sobre todas las dem¨¢s, basadas en ese puenteo Euskadi-Europa, donde el "Estado" es, si aparece, un engorroso intermediario para la voluntad del Pueblo. Todo ello bajo un t¨ªtulo que hace honor a la archiconocida ambig¨¹edad jel-tzale: "Desarrollar plenamente nuestro autogobierno", ligado a "alcanzar la paz".
Los socialistas y los populares no "conocen este pueblo". "Y no lo quieren como lo queremos nosotros", le falt¨® rematar al lehendakari. Aunque no hace falta: se sobreentend¨ªa. Claro, por eso se juegan la vida, por eso evitan toda rutina, incluso la rutina de jugar con sus hijos tranquilamente en el parque a cierta hora, por eso aceptan todas las incomodidades y todos los insultos, por eso no lo abandonan todo y se marchan. Es por dignidad, por principios, por valent¨ªa, pero tambi¨¦n por amor a la querida tierra ingrata. ?Cu¨¢ndo se sentir¨¢ orgulloso el Pueblo de estos hijos suyos?
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