El presidente de Italia reclama un esfuerzo com¨²n contra el racismo
Llega al Parlamento la ley que castiga con multas el delito de inmigraci¨®n ilegal
Si en Lincolnshire braman contra los sicilianos, en Italia son los rumanos y extracomunitarios los destinatarios del miedo y la xenofobia. El discurso de la tolerancia cero lanzado hace meses por el ministro del Interior, Roberto Maroni, suena cada d¨ªa m¨¢s vac¨ªo y fuera de control. Incluso en la derecha empiezan a surgir voces asustadas ante el caos y la violencia de signo racista vivida en los ¨²ltimos d¨ªas.
El ex ministro del Interior y actual presidente del Comit¨¦ Antimafia, Giuseppe Pisanu, atac¨® ayer a Maroni desde Il Corriere della Sera asegurando que el fen¨®meno migratorio, "que orientar¨¢ los procesos econ¨®micos y sociales de la Europa del pr¨®ximo siglo, no puede afrontarse con la oreja tendida hacia las voces de las tabernas de la Baja Padania. La tolerancia cero es un eslogan afortunado que no quiere decir nada. Ese clima emotivo excita los instintos m¨¢s bajos".
Ministro Maroni: "Con los clandestinos hace falta ser malos, no buenistas"
Tres muchachos quemaron a un indio que dorm¨ªa en una estaci¨®n de Roma
Poco despu¨¦s, el presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, lanz¨® un mensaje a la naci¨®n mostrando su "preocupaci¨®n por la sucesi¨®n de episodios xen¨®fobos" registrados. Napolitano exigi¨® a los pol¨ªticos e instituciones "todo su esfuerzo para combatir el racismo" y les anim¨® a "no considerar esos sucesos como hechos aislados". Maroni, en el ojo del hurac¨¢n, replic¨® a ambos con otra de sus frases memorables: "Con los clandestinos hace falta ser malos, no buenistas". Y de paso obvi¨® por completo la amonestaci¨®n del jefe del Estado: "Oigo todav¨ªa pol¨¦micas que no sirven y que s¨®lo crean alarmismo. Me entran por un o¨ªdo y me salen por el otro".
Tiene sus motivos. Seg¨²n todas las encuestas, Italia es el pa¨ªs europeo m¨¢s asustado ante la inmigraci¨®n. En ese contexto, las protestas de los trabajadores brit¨¢nicos contra los 300 empleados italianos de la empresa siciliana IREM han sido recibidas incluso con comprensi¨®n por el Gobierno. Maurizio Sacconi, ministro de Sanidad y Trabajo, record¨® ayer que la libre circulaci¨®n de trabajadores es "un principio fundamental de la Uni¨®n Europea que no puede ser discutido". Y a?adi¨®: "Comprendo la protesta de los trabajadores brit¨¢nicos pero no la comparto". Buenas palabras, en un ambiente interno de terror, tras los tres casos de violaciones de mujeres (dos de ellas en grupo), atribuidas por algunos medios a "jaur¨ªas de inmigrantes", y seguidas por redadas masivas, agresiones a extranjeros e intentos de linchamiento.
Tras el asesinato a tiros de un ciudadano senegal¨¦s a manos de un vecino de profesi¨®n polic¨ªa en Civitavecchia, el pa¨ªs amaneci¨® ayer conmocionado por el ataque de tres j¨®venes a un inmigrante indio que dorm¨ªa en la estaci¨®n de Nettuno, cerca de Roma. Los muchachos, de entre 16 y 29 a?os, rociaron con gasolina al hombre, le golpearon y le prendieron fuego. El menor cont¨® a la polic¨ªa que s¨®lo buscaban acabar la aburrida noche con un poco de emoci¨®n: "Daba igual si era rumano o negro", dijo, "solo quer¨ªamos ver cu¨¢nto duraba". Seg¨²n Maroni, no se trata de un ataque racista sino de "algo peor". "Quer¨ªan acabar su juerga quemando a alguien. Eso debe hacernos reflexionar".
Ma?ana, en el Senado, los parlamentarios tendr¨¢n ocasi¨®n de hacerlo. Llega al hemiciclo, tras meses de anuncios y marchas atr¨¢s, el Decreto Ley de Seguridad. Aunque luego debe pasar a la C¨¢mara, la ley prev¨¦ entre otras medidas castigar el delito de inmigraci¨®n ilegal con multas de 5.000 a 10.000 euros; prohibir registrar sus matrimonios y nacimientos a los sin papeles; tasa anual de 125 euros por el permiso de residencia; elaboraci¨®n de un censo nacional de personas sin techo, y obligaci¨®n de tener una vivienda digna.
Quiz¨¢ algunas no prosperen, porque las asociaciones cat¨®licas han formado un cartel contra el decreto. Sostienen que "tendr¨¢ consecuencias nefastas para la seguridad y la econom¨ªa porque los mejores inmigrantes se ir¨¢n".
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