Fernando Cebri¨¢n, corredor de fondo
Se lo ha llevado la dama ¨²ltima que habr¨¢ de reunirnos a todos. Pero nadie que le conociera puede decir que la vida de Fernando Cebri¨¢n (Bilbao, 15 de mayo de 1929-Madrid, 30 de enero de 2009) no haya sido plena, aunque, como tantas veces pasa con los c¨®micos, soldados de choque del ej¨¦rcito del Arte, sus ¨²ltimos tiempos hayan transcurrido en un ¨ªntimo y feliz anonimato junto a quienes le quer¨ªan y disfrutaban del humor y la dignidad de este gal¨¢n de pelo nevado y gesto bondadoso que ha circulado por nuestras pantallas durante m¨¢s de medio siglo.
Sufri¨® la Guerra Civil y tuvo que huir a Francia de la mano de su madre y sus ocho hermanos donde apur¨® un exilio de penalidades y vagabundeos que pudo superar con ¨¦xito, aunque padeci¨® en sus carnes y en la de sus seres queridos la muerte y la represi¨®n.
Empez¨® en el teatro con el grupo de N¨²ria Espert y trabaj¨® con la mayor¨ªa de los directores importantes de aquel cine espa?ol de los cincuenta, sesenta y primeros setenta, cargado de ilusi¨®n: Jos¨¦ Mar¨ªa Forqu¨¦, Pedro Lazaga, Robira Beleta o Antonio Isasi-Isasmendi. Tambi¨¦n estuvo a las ¨®rdenes de dos mitos: Luis Bu?uel y Abel Gance, en Cyrano y d'Artagnan (1963) y Tristana (1970), y comparti¨® pel¨ªcula con la reina de las pantallas espa?olas de la d¨¦cada prodigiosa: Pepa Flores, en Marisol rumbo a R¨ªo de Fernando Palacios. Luego le reclam¨® la televisi¨®n y se convirti¨® en una de las figuras del m¨ªtico y a?orado Estudio 1, donde su preciosa voz y su buen gesto cautivaron a las audiencias tanto como aquel alcalde justo de las Cr¨®nicas de un pueblo de Antonio Mercero, todo un hito televisivo.
Luchador infatigable, progresista, inteligente, cultivado, desinteresado, justo, ecu¨¢nime, amoroso, con el refinamiento de las almas delicadas y una educaci¨®n profunda nacida de la buena pasta y el inter¨¦s hacia el ser humano, digno hasta el final y ya para siempre, as¨ª era Fernando Cebri¨¢n, un hombre que naci¨® bueno y eligi¨® continuar si¨¦ndolo. Aquel muchacho de talento que recibi¨® de Paul Newman, tras arrebatarle el galard¨®n de aquel festival de Iberoam¨¦rica, una sincera felicitaci¨®n por su interpretaci¨®n de Cerca de las estrellas (C¨¦sar Fern¨¢ndez Ardav¨ªn, 1962), el autor de Mi primera incomuni¨®n: Barcelona, 1939 (Biblioteca Nueva), sus memorias tiernas y estremecedoras, el actor que apost¨® por la democracia en el estreno de Jueces en la noche, de Buero Vallejo, el se?or de rostro distinguido que siempre ten¨ªa una sonrisa y desayunaba cada d¨ªa en la cafeter¨ªa de El Corte Ingl¨¦s de Princesa y no perdonaba "su" EL PA?S, se ha ido y nos deja en las manos vac¨ªas la plenitud de la nobleza y la incapacidad de rendirse, esa gran virtud de los corredores de fondo. Salve, Fernando.
Ada del Moral es directora de la revista Actores de la Uni¨®n de Actores y redactora de la revista Leer.
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