Lista inversa
Tiene gracia, la desgracia. O eso cabr¨ªa deducir del hecho de que la p¨¦rdida de puestos de trabajo por una parte importante de nuestra ciudadan¨ªa se haya convertido en una especie de lista de ¨¦xitos al rev¨¦s que los medios aireamos casi en competici¨®n. Nos hemos entregado con exceso, en el pasado reciente, a las formas del carro?ero.
Informarse es llorar. Llorar in¨²tilmente. Desemboca en la construcci¨®n, entre la realidad y nosotros, de una indiferencia c¨ªnica, basada en las estad¨ªsticas, que aterran pero no conmueven, o en los testimonios personales, que acongojan pero roban la dignidad al otorgar un tratamiento cercano a los espect¨¢culos de la telebasura. Ahora ya hay mucha gente que se siente como una mujer maltratada al ser mal tratada tambi¨¦n por la informaci¨®n: convertida en cifra o en melodrama de consumo r¨¢pido. El sistema carro?ero requiere que las v¨ªctimas -producto alimenticio- sean devoradas con fiereza y sustituidas con rapidez. Mostrar los despojos es fundamental si queremos que el entretenimiento funcione, asegurarnos por un d¨ªa m¨¢s, por unas horas m¨¢s -la precariedad nos alcanza a todos-, el p¨²blico o las audiencias: la clientela. Nadie se detiene, sin embargo, a leer las entra?as de los muertos. Y posiblemente es eso lo que m¨¢s falta nos hace hoy. No lectores de augurios en el sentido de los antiguos, sino aut¨¦nticos licenciados anat¨®micos forenses que dictaminen, con autoridad filos¨®fica, la causa del deceso. De ello vendr¨ªan remedios. Cuando escuch¨¦ el lapsus de Zapatero al pronunciar un "compatibilizamos" los despidos, en vez del "contabilizamos" con el que, de inmediato, crey¨® reparar el asunto, no pude dejar de preguntarme si no estaremos, en realidad, todos, compatibilizando. Concordando, admitiendo. Es decir, resign¨¢ndonos al hit parade inverso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.